DERIVADAS DEL 'CASO MEDIADOR'

La Guardia Civil llevó a los tribunales a su teniente general Jarava acusándolo de cinco delitos

El cohecho y la malversación son las principales imputaciones por las que se le investiga a este alto cargo de la Benemérita, cuya gestión y patrimonio están bajo la lupa de la unidad de Asuntos Internos del Cuerpo de Seguridad

Pedro Vázquez Jarava, teniente general de la Guardia Civil retirado, mandó diversas áreas de logística del instituto armado hasta enero de 2018.

Pedro Vázquez Jarava, teniente general de la Guardia Civil retirado, mandó diversas áreas de logística del instituto armado hasta enero de 2018.

Juan José Fernández | Tono Calleja | Cristina Gallardo

Cohecho, tráfico de influencias, prevaricación administrativa, falsedad documental y malversación. Con acusaciones sobre esos cinco supuestos delitos concluyó la unidad de Asuntos Internos de la Guardia Civil la fase inicial de una investigación de algo menos de un año sobre uno de quienes habían sido máximos jefes del instituto armado, y que aún está abierta.

El teniente general Pedro Vázquez Jarava había estado siendo investigado porque había adquirido credibilidad un aviso confidencial proveniente de la Comandancia de Ávila sobre extrañas obras menores en su sede, informan fuentes policiales, y que al principio no le apuntaba a él.

La pesquisa de Asuntos Internos incluye un rastreo documental (presupuestos y facturas) de obras realizadas en edificios oficiales, pero también el entorno patrimonial de Jarava, que ha examinado bajo la presunción de que esas obras le hubieran deparado ganancias irregulares. Ese examen ha sido doble, por la aparición posterior de nuevos indicios tras una primera revisión.

En esas pesquisas aparece una sola vez -según las referidas fuentes-, el general de la Guardia Civil Francisco Espinosa, entonces jefe de la Comandancia de Las Palmas y hoy en prisión preventiva por el caso Mediador. Espinosa, según constató la investigación de Asuntos Internos, presentó a Jarava a un amigo canario dueño de una empresa de albañilería, Ángel Ramón Tejera de León, con el que Jarava también terminó trabando amistad.

A la investigación de Asuntos Internos de la Guardia Civil no le constan más intermediaciones del general Espinosa: Jarava y Tejera de León siguieron su relación por su cuenta. Han sido en vano los intentos de Prensa Ibérica de obtener de Jarava su versión.

Sobre las contratas de Tejera de León con la Guardia Civil para reformas y averías, y sobre la sospecha del instituto armado desembocando en el juzgado de Instrucción 2 de Ávila con abultados sobreprecios en los trabajos, han informado en exclusiva los diarios de Prensa Ibérica LA PROVINCIA y EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Tejera de León tiene conexiones con la trama del caso Mediador a través del general Espinosa, que lo citó a un encuentro con cabecillas de la red, según adelantó el diario canario.

La pesquisa policial sobre Jarava no solo ha seguido pequeños presupuestos presuntamente inflados, también obras que se firmaron como hechas y -al menos cinco- se habrían pasado al pago sin que se llegaran a realizar. Para la confirmación de ese extremo, base de la acusación de falsedad documental, los investigadores han pedido al juzgado diversos peritajes.

Extraño interés

Jarava se había ido al retiro dejando detrás un runrún interno sobre supuestas arbitrariedades en chapuzas y arreglos de las casas-cuarteles, pero no hubo cese por expediente disciplinario; aún no habían llegado a él los agentes sobre los que tuvo mando como jefe de Personal. Cuando, el 17 de enero de 2018, el entonces ministro Ignacio Zoido firma el cese de quien había sido jefe del Mando de Apoyo e Innovación de la Guardia Civil, pasó Jarava al retiro por edad y no por irregularidades que conociera la cúpula de Interior, confirman fuentes de la Guardia Civil.

Asuntos Internos se centró primero en los mandos de la comandancia de Ávila, y entre ellos Carlos Alonso, que como teniente coronel fue jefe de la Comandancia de Ávila después del cese en Madrid de Jarava, y que está investigado por su supuesta relación con estos hechos. "Aquí las órdenes se cumplen, pero las ilegales no", apunta una de las fuentes consultadas en la Guardia Civil.

A raíz de esas primeras pesquisas, lo que contaba el confidente de la Comandancia de Ávila cobraba importancia: pequeñas obras sobre las que mostraba un extraño interés e incluso formulaba órdenes nada menos que un teniente general. Aquello levantó sospechas porque va en contra de dos costumbres de gestión de la Guardia Civil, cuerpo muy jerárquico pero "con el gasto descentralizado entre las comandancias para arreglos de albañilería, cristalería, fontanería, electricidad o pintura que por su volumen no precisen licitación", explican fuentes cercanas a la investigación. La otra costumbre es conceder estas pequeñas contratas a empresarios y autónomos locales, y no los de fuera del territorio de cada comandancia.

El resultado de las averiguaciones llenó con cinco delitos un escrito de denuncia elevado al juzgado de instrucción 2 de Ávila, que incoa diligencias penales el 20 de febrero de 2019.

El teniente general Vázquez Jarava, de uniforme con el entonces director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, en una celebración de veteranos el 24 de octubre de 2014.

El teniente general Vázquez Jarava, de uniforme con el entonces director de la Guardia Civil, Arsenio Fernández de Mesa, en una celebración de veteranos el 24 de octubre de 2014. / GUARDIA CIVIL

Las fuentes consultadas en la Guardia Civil no señalan a Jarava como un subdirector general cercano al entonces máximo jefe del cuerpo, Arsenio Fernández de Mesa, quien se lo encuentra como parte del sistema de equilibrios del generalato, como gestor vinculado a los asuntos logísticos: el Mando de Personal y antes el del Servicio Aéreo, años sin contacto con las misiones operativas.

Pedro Vázquez Jarava accedió al rango de general por decisión del Consejo de Ministros el 21 de junio de 2008, después de que el ministro socialista del Interior Alfredo Pérez Rubalcaba aceptara la propuesta de la cúpula del instituto armado, y no se opusiera la entonces recién nombrada ministra de Defensa Carme Chacón.

Pero fue en la etapa del ministro Jorge Fernández Díaz cuando Jarava se consolidó en lo más alto de la Guardia Civil. El titular de Interior por el PP, investigado en las causas Kitchen y de la policía patriótica, lo ascendió al máximo escalón del Cuerpo y le concedió -30 de abril de 2014- la Cruz de la Orden del Mérito de la institución.