Formación en el hospital Infantil: ¿cómo manejar la diabetes en clase?

Gran parte de la jornada diaria de un menor transcurre en el colegio o en el instituto, donde el profesor pasa a ser la figura de referencia para el alumno. Este vínculo, sin embargo, va más allá de lo educativo cuando el estudiante padece alguna enfermedad como puede ser la diabetes, ya que el docente podría tener que actuar ante una subida o bajada de azúcar.

Para ello, es fundamental que sepa reconocer qué síntomas puede tener el alumno, cómo proceder ante una hipo e hiperglucemia y, sobre todo, evitar que la situación se agrave. "Los efectos de la diabetes pueden surgir en cualquier momento y se requiere de una atención inmediata. Sin embargo, no hace falta llamar a los padres o a un profesional porque el propio docente se puede hacer cargo", explica Marta Ferrer, pediatra en el hospital Infantil de Zaragoza.

Desde hace algunos años y ante la demanda que se percibió por parte del profesorado, varias profesionales de la Unidad de Diabetes Pediátrica del Infantil realizan jornadas de formación que tienen una gran acogida. Este viernes, por ejemplo, más de 40 personas de centros educativos de todo Aragón han asistido a la charla y a los talleres impartidos por la propia Ferrer y las enfermeras educadoras en diabetes Pilar Ferrer y Elisa Civitani. "Todos los alumnos con diabetes llevan sensores de glucosa. Estos aparatos pitan cuando el nivel es muy alto o muy bajo, por lo que es importante saber interpretar los datos. La mayoría de los casos son leves y el niño ni se entera", aseguran estas profesionales.

En todo caso, los adolescentes "controlan mucho más" el manejo de su enfermedad al ser más mayores, por lo que sobre todo el aprendizaje del profesor es "fundamental" en edades de Infantil y Primaria. "Si se produce una hipoglucemia (bajada de azúcar), hay que administrar una pastilla de glucosa que el niño siempre lleva. Les indicamos la cantidad que tiene que ser y cuándo repetir la medición. Es muy raro llegar a una hipo grave, pero tienen que saber cómo actuar porque el niño, en esos casos, puede perder la consciencia", detallan.

La alimentación, fundamental

Habitualmente, los síntomas son temblores, palidez o incluso hambre. El hecho de poder suministrar una pastilla al alumno es "mucho más beneficioso" para el docente, que antes tenía que manejar preparados intramusculares (inyección) ante una subida. "También les enseñamos que la dieta es fundamental para este tipo de alumnado, porque controlar los carbohidratos en su alimentación es fundamental. Es a la hora del almuerzo donde más cuidado se debe tener", señalaron.

En este sentido, uno de los talleres de este viernes ha versado sobre alimentación saludable y por raciones. En él, las profesionales llevan a cabo una parte más práctica mostrando diferentes alimentos, como fruta o pan, para explicar los hidratos que tiene cada uno. También se han impartido, simultáneamente, otros talleres sobre el manejo de la hipoglucemia y sobre las tecnologías que controlan la patología, como los sensores y bombas de insulina.

Estas profesionales, hace años, se desplazaban hasta los centros educativos para impartir esta formación, pero en estos momentos "no hay personal suficiente" como para hacer esta labor y, además, abandonar el hospital. "Lo ideal sería que Sanidad y Educación se coordinarán para que estos alumnos acudan a clase con la máxima normalidad", indicaron. "Estamos contentas con la respuesta porque ya hemos hecho siete ediciones de esta formación y siempre han tenido muy buena acogida. En las encuestas de satisfacción que pasamos hay buenas valoraciones", indicaron.