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Pagar 3 dólares por vídeo a latinoamericanos: el negocio que proclaman los ‘gurús’ para forrarse con YouTube

Lo llaman “automatizar”, pero consiste en contratar a latinoamericanos con sueldos bajos para que redacten guiones, locuten y editen vídeos para un canal

Los requisitos de YouTube para poder obtener beneficios de los vídeos son tener más de mil suscriptores y más de 4.000 horas de visualización en vídeos

YouTube.

YouTube.

Gabriel Santamarina

Gabriel Santamarina

YouTube se ha convertido en el mayor expositor del mundo para nuevos negocios. Muchos de los que allí enseñan a desarrollar algo lo hacen con un fin de lucro: tener popularidad, ganar dinero con las visitas o bien vender algo, como un curso ampliando lo que allí presentan. El dropshipping, comprar cosas en China y revenderlas más caras en España; o invertir en bolsa o en criptomonedas son algunos de los negocios que se promocionan.

El último negocio en surgir es vivir del propio YouTube a través de la "automatización". Esto permite que el emprendedor pueda ganar dinero de forma pasiva, sin estar trabajando continuamente.

“Yo a la hora de crear una fuente de ingresos, lo que me interesa es el tiempo que le tengo que dedicar. Puedo tener una fuente de ingresos que sea ser camarero y ganar 1.500 euros al mes, pero tendría que trabajar ocho horas al día. Si puedo elegir tener un canal de YouTube que me genere el mismo dinero trabajando cuatro horas a la semana, prefiero tenerlo”, defiende DollarDorado, un youtuber que no ha llegado a la mayoría de edad.

Cuatro horas a la semana y un margen de beneficio del 90% es el modelo que promulga en su canal. ¿Pero es esta la fórmula para ganar dinero casi gratis? Este negocio suena sencillo, pero no es otra cosa que subcontratar todo lo necesario para que se publique un vídeo. Para subir contenido a YouTube es necesario un guion, alguien que ponga la cara o locute el audio y, por último, una edición de todo esto.

A la hora de la verdad es como una productora de televisión que emite un programa en una gran cadena. Se necesita alguien que produzca, otro que protagonice el vídeo y, si no es en directo, alguien que lo edite. En un programa emitido en España trabajarían españoles o extranjeros, con condiciones de trabajo en función de la legalidad española, pero en estos casos no.

Derek, un ‘gurú’ y vendecursos de automatización de YouTube que presenta su método en el canal de DollarDorado, da la clave para ser rentable a la hora de buscar trabajadores: “No vamos a usar Fiver o Upwork (plataformas para contratar freelancers), donde hay gente muy profesional, pero los precios son muy elevados”.

Partiendo de la base de para ganar dinero no se puede contratar a un precio elevado, ¿de dónde salen entonces los editores, guionistas y locutores? El ‘gurú’ cree que la solución es “buscar equipo a través de Facebook Ads (tablón de anuncios de la red social) en países como Colombia o Venezuela, donde la economía es muy distinta a la de España y los sueldos son bastante diferentes, más asumibles para nosotros”. Derek asegura que se puede sacar adelante un vídeo con muy poco dinero: "De media, mis alumnos pagan entre 3 y 5 dólares por vídeo".

"Ellos trabajan si quieren"

¿Es esto explotación laboral? Para saberlo habría que hacer las cuentas con la ley local, pero Derek lo descarta en su explicación: "Ganamos nosotros y ganan ellos porque les estamos dando un empleo, que se corresponde a los sueldos en sus países. Aquí no hay ninguna explotación laboral ni nada porque ellos trabajan si quieren".

Para estos gurús de la automatización de vídeos hay dos opciones, pagar los 3 dólares a la misma persona o contratar a tres para que cada una haga un trabajo. Esta última opción es la favorita de los 'profesores' de automatización de YouTube. El salario mínimo en Colombia, por ejemplo, es de 1,16 millones de pesos del país, que establece que se podrá trabajar un máximo de 42 horas a la semana. Eso significa 290.000 pesos cada siete días. Esto equivale a poco más de 61 dólares estadounidenses a la semana que, divididos entre 42 horas, sale un salario mínimo por cada hora de cerca de 1,45 dólares americano.

Marisol Cruz, de origen colombiano y abogada en España, comenta que, como asistenta de hogar, se pueden cobrar unos 50.000 pesos al día, el equivalente a 10,50 dólares o 9,50 euros. "El mínimo es para una empleada de hogar, si pagas a un profesional cualificado es más", añade.

Si se calcula el tiempo que se tiene que dedicar a elaborar las diferentes tareas de edición del vídeo, se antoja complicado en algunos casos superar el salario mínimo del país si se paga un dólar a cada uno de los tres trabajadores como promulgan estos jóvenes ‘gurús’. 

Para elaborar un guion de un vídeo de 4-5 minutos, por ejemplo, sería necesario escribir cerca de un millar de palabras o 5.000 caracteres, algo que podría llevar una hora si se tiene un amplio conocimiento del tema. El guionista colombiano tendría poco más de 40 minutos para hacer el guion, sea lo largo que sea, porque va a cobrar un dólar, aunque las probabilidades de que tarde más son altas.

En cuanto al locutor, una de las peculiaridades de estos canales es que en ellos nadie pone la cara. Los cortometrajes son un audio locutado con acento latinoamericano y una infinidad de fotos y vídeos de stock que acompañan. El locutor es que el que menos tardaría de todos. Aunque tenga que repetir la locución tres veces, nunca le llevaría más de media hora hacerla. 

Por último, el editor. La realidad es que los vídeos de un canal automatizado no son una película de Hollywood y la edición no será muy tediosa. Sin embargo, teniendo en cuenta el tiempo que lleva el trabajo mecánico y las necesidades de un equipo especializado, no saldrían las cuentas para cobrar un dólar porque se tardaría más de una hora. Solo renderizar este corto, que es el proceso técnico final para exportarlo a YouTube, lleva bastante tiempo, incluso superar las dos horas para un vídeo de diez minutos, si se hace en buena calidad, FullHD o 4K.

Ejemplos en la vida real

Mari Fuentes, una creadora de contenido en YouTube con 10.900 suscriptores, llevó a la práctica esto creando dos canales, uno de curiosidades y otro de finanzas personales. "En el caso de curiosidades, lo elegí porque es muy fácil viralizar los vídeos y tener muchas visualizaciones, aunque los ingresos por visitas sean bastante bajos, entre 1 y 2 dólares cada 1.000 visitas. El otro es sobre noticias económicas y finanzas personales, que suelen tener menos visitas, pero te pagan mucho, entre 4 y 6 dólares por 1.000 visitas", explica en el vídeo.

Fuentes asegura gastar entre 4 y 6 dólares por cada guion y 10 y 20 dólares por cada edición; lo que sale una media de unos 20 euros por vídeo. La locución la realiza a través de plataformas automáticas de inteligencia artificial y los diseños con una conocida plataforma de diseño. A pesar de que sus gastos son mucho más altos que los de otros que también ejecutan este negocio, ella asegura que podrá ser rentable en su segundo mes.

Otro ejemplo de persona que lo ha llevado a cabo es el youtuber Marcel Gil, quien lo probó durante un año, entre noviembre de 2021 y noviembre de 2022. "Empecé supermotivado pensando que me iba a comer el mundo para al final meterme una hostia muy grande. El canal empezó bastante mal, estaba invirtiendo 500 dólares mensuales y generaba muy poco", señala.

Gil asegura que durante cinco meses gastó 2.800 euros en crear 430 vídeos, lo que sale un coste de 6,50 euros por cada uno de ellos. Finalmente, aunque no consiguió hacerlo rentable, sí logró un retorno de 1.000 euros al mes.

Empecé supermotivado pensando que me iba a comer el mundo para al final meterme una hostia muy grande

— Marcel Gil

Los youtubers y sus editores

Los casos de explotación laboral a editores, especialmente aquellos de origen sudamericano, son sonados en el panorama de YouTube España. Tal y como contó EL PERIÓDICO DE ESPAÑA en abril de este año, algunos youtubers se aprovechaban de contratar a personas latinoamericanas para pagar salarios muy inferiores a los españoles. Esto propició la creación de una organización sindical de editores, en la que recomendaban a los extranjeros reclamar retribuciones iguales a las de aquí.

Un ejemplo era el de Awita, que trabajó durante meses para diferentes creadores de contenido. En una entrevista para este periódico aseguraba que durante la pandemia trabajaba para varios y cobraba entre todos unos 500 o 600 euros al mes. Otro caso es el de ZGM_edits, al que ofrecieron pagar 70 céntimos por cada vídeo para TikTok que editase.