El dinero por delante del consumidor y los animales: los españoles, críticos con la ganadería industrial

Seis de cada diez españoles creen que la ganadería industrial está poniendo sus propios beneficios económicos por delante de lo que es mejor para los animales de los que se lucra y del medioambiente que le rodea. Al menos eso es lo que se desprende de una encuesta llevada a cabo de forma independiente por YouGov pero encargada por por Compassion in World Farming (CIWF), una de las ONG de bienestar animal más importantes de Europa y responsable, por ejemplo, de que la Comisión Europea apoyase su propuesta de acabar con los animales enjaulados en la industria alimentaria de aquí a 2027 tras recabar 1,4 millones de firmas.

"La ganadería industrial no solo es la mayor causa de crueldad animal en el planeta y un importante impulsor de la disminución de la vida silvestre, sino que no podemos abordar la creciente emergencia climática sin ponerle fin”, explica Patricia de Rada, representante de CIWF en España.

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La campaña, que ha sido presentada en el centro de conferencias de la COP27 en Luxor, Egipto, tiene como objetivo, según la ONG internacional, lograr una alimentación sostenible. En este sentido, una encuesta llevada a cabo por la empresa YouGov sobre una muestra de 14.552 personas asegura que el 68% de los españoles asegura que la ganadería industrial pone los beneficios económicos por delante del bienestar animal. Los británicos (81%), franceses (81%), italianos (77%) y polacos (72%) tienen un índice mayor, y solo los holandeses, con un (59%), están por debajo.

De hecho, en esa misma encuesta también se refleja que un 57% de los españoles cree que la industria también pone los beneficios económicos por delante de la salud de quienes consumen los productos animales y un 65% opina que también se pone el dinero por delante del clima y el medioambiente.

"Nuestra investigación muestra que el público español no está convencido por la propaganda de la industria de que la ganadería industrial es 'necesaria para alimentar al mundo'. Las grandes compañías cárnicas apuntalan un sistema altamente rentable sin tener en cuenta los impactos climáticos, de salud y de bienestar animal que causan", explican desde CIWF.

Conseguir ese tipo de cambios, sin embargo, no es sencillo. Su cruzada para intentar acabar con las jaulas en la industria alimentaria consiguió un importante avance cuando logró, en el verano del 2021, que la Comisión Europea le diera el visto bueno. A pesar de que la hoja de ruta sería la de empezar a redactar la legislación en 2023 y empezar a aplicarla antes de 2027, todavía no pueden cantar victoria.

La luz verde del organismo no tiene por qué traducirse, sin embargo, en la liberación de los alrededor de 340 millones de animales que calcula que haya enjaulados en este momento, pues los Estados miembros todavía tienen la posibilidad de retrasar la entrada en vigor o incluso de rebajar la propuesta inicial.