ARAGÓN

La calefacción central, en el ojo del huracán del "crudo" invierno

En Aragón hay entre 20.000 y 30.000 edificios que cuentan con este sistema de climatización

La factura de los vecinos de estas viviendas se incrementará "cerca de los 1.000 euros anuales"

Un técnico trabaja en una calefacción central en Zaragoza.

Un técnico trabaja en una calefacción central en Zaragoza. / EL PERIÓDICO

M. Calvo Lamana

Dicen quienes saben de meteorología que el otoño que comenzó el pasado viernes será más caluroso de lo habitual en las tierras aragonesas. Menos mal, pensarán algunos, pues quienes entienden de economía advierten de que el frío les entrará a los aragoneses por los bolsillos. Se colará por el roto que la factura de la calefacción, el agua caliente y la luz van a hacer en las economías familiares. Y lo sufrirán sobre todo los edificios con sistema de calefacción centralizada, con sobrecostes de "hasta 1.000 euros" al año respecto a lo que se pagaba antes el curso pasado.

"Vemos el invierno crudo, muy crudo. La gente está preocupada, sobre todo por los precios de los combustibles que necesitan las calefacciones para funcionar, es decir, el gasóleo y el gas", comenta Miguel Ruiz Lizondo, el presidente del Colegio Oficial de Administradores de fincas de Aragón.

Al fin y al cabo, según las estimaciones recogidas por este diario de varios administradores de fincas de la comunidad, el sobrecoste alcanzará "cerca de 1.000 euros al año por vivienda" en esos edificios con calefacción central, aunque las facturas dependen absolutamente de los gastos de cada casa. Todo ello derivado de un precio del gas que se multiplica por tres y por cinco respecto al que marcaba antes de la invasión rusa a Ucrania, acompañado del incremento del precio del gasóleo, que duplicando el valor que se veía hace un año.

El caso es que en Aragón habría entre "20.000 y 30.000 edificios" con sistema de calefacción central, lo que podría elevar la cifra a más de 80.000 hogares, según calculan desde el Colegio Oficial de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Zaragoza. Y según el censo de viviendas del Gobierno de Aragón (el último, actualizado en 2011), hay en la comunidad 64.441 edificios con algún sistema de climatización que use gas.

Sin embargo, no es esta subida disparada del precio algo nuevo para los administradores, sino que ya ha ocurrido durante todo 2022. «Una comunidad de 20 vecinos ha pasado de pagar unos 15.000 euros de calefacción al año a casi 28.000», apunta Ruiz Lizondo. Y por si fuera poco, hay un fecha marcada en rojo en el calendario. El 31 de diciembre finalizarán los contratos vigentes con las comercializadoras (los más habitual es que sean anuales) y habrá que negociar nuevos acuerdos y precios.

"En el caso de las calefacciones centrales, por ejemplo, la mayoría se empezaban a encender en Zaragoza después del Pilar, pero ahora se propone retrasarlo hasta Todos los Santos y ahorrar así 15 días de calefacción"

Con el cierre del grifo del gas ruso por decisión de Vladímir Putin, la duda se extiende entre los administradores de fincas. ¿Firmar a un precio fijo –evidentemente disparado por la guerra– y arriesgarse a que el conflicto termine o apostar por el precio del mercado –lo más común hasta ahora pero muy por encima del coste a tipo fijo– y dejar que tienda a infinito? Difícil decisión.

"La gente va a retraerse en su consumo. Los propietarios están estudiando reducir considerablemente las horas de uso. En el caso de las calefacciones centrales, por ejemplo, la mayoría se empezaban a encender en Zaragoza después del Pilar, pero ahora se propone retrasarlo hasta Todos los Santos y ahorrar así 15 días de calefacción", relata Raúl Ibáñez, un administrador de fincas de Admyges. Y, por supuesto, lo que ya se valora en las reuniones de propietarios es quitar horas de calefacción. "Antes, en los días más fríos, lo normal era tenerlo desde las 12.00 hasta las 22.00 horas, pero ahora posiblemente se convertirán en ocho horas diarias", revela Ibáñez.

Los edificios con sistema centralizado deberán tener contadores individuales en mayo de 2023

Sin embargo, se da una situación extraña en los edificios con calefacción central. En los bloques más antiguos, el gasto de la calefacción cuando el sistema está centralizado no distingue el consumo entre una vivienda y otra. Da igual si en una casa se va en mangas de camisa y en otra con bata y manta: todos pagan por igual. No obstante, esto acabará en octubre en grandes ciudades como Zaragoza y en mayo de 2023 en todo el país. Desde entonces será obligatorio disponer de contadores individuales en cada vivienda en los edificios con calefacción central.

En cualquier caso, el coste en los bloques con calefacción centralizada y repartidores de consumo se reparte del siguiente modo: el 30% es de pago común y el 70% es variable según el gasto familiar. A ello se suman el resto de gastos, que varían notablemente según el tipo de vecino. Una familia joven con niños, con un elevado gasto, consumía en torno a 80 euros de agua caliente al trimestre. Ahora pasará a pagar cerca de 160 euros. El gasto en calefacción, entre 400 o 500 euros más al año. Y sumado al precio disparado de la luz: casi 1.000 euros más de media por hogar.