SANIDAD

"Infravalorada" e "infradiagnosticada": así es convivir con un 'rompecabezas' llamado migraña

Los pacientes urgen una "estrategia nacional" que mejore su abordaje y garantice la equidad en el acceso a los tratamientos preventivos de última generación para una enfermedad que afecta a más del 12% de la población

Un neurólogo inyecta a una paciente bótox, uno de los tratamientos para la migraña crónica.

Un neurólogo inyecta a una paciente bótox, uno de los tratamientos para la migraña crónica. / M. G. BREA

María de la Huerta

Infravalorada”, “infradiagnosticada” e “infratratada”, la migraña es mucho más que un dolor de cabeza, tanto por su carácter incapacitante, como por su duración (sus efectos se pueden prolongar varios días) o por la variedad de síntomas que la acompañan, como intolerancia a la luz, el ruido, los olores fuertes o el movimiento, y las náuseas, entre otros. Entre el 12% y el 18% de la población —5 millones en toda España, según los datos de la Sociedad Española de Neurología— sufre, en mayor o menor grado, esa enfermedad neurológica, cuatro veces más frecuente en las mujeres que en los hombres, con una base genética y “altamente invalidante”. Lo sabe bien Isabel Colomina, presidenta de la Asociación Española de Migraña y Cefalea (Aemice), quien convive con ese rompecabezas desde los 13 años. “Al sufrir una crisis de migraña el día se paraliza porque el dolor es insoportable”, advierte.

“La migraña es un enfermedad muy prevalente, sin embargo, está infravalorada e infradiagnosticada. Es un tipo de cefalea [se denomina así a cualquier dolor de cabeza] primaria, que sufre cerca del 12% de la población, y dos terceras parte de los afectados son mujeres, claramente, por el factor hormonal”, apunta Natividad Raña, neuróloga del Complexo Hospitalario Universitario de A Coruña (Chuac), quien especifica que la migraña “cursa en forma de crisis recurrentes de dolor de cabeza con unas características concretas”.

Puede provocar náuseas o vómitos y hacer que molesten la luz o los ruidos. Algunos afectados incluso manifiestan otros síntomas neurológicos, denominados ‘aura’, consistentes en alteraciones visuales, hormigueos y hasta dificultad para hablar o debilidad

“Suele ser un dolor al menos moderado o intenso y que empeora con actividad (movimiento, subir escaleras...), lo que lleva a que algunos pacientes estén totalmente incapacitados y se tengan que acostar. Puede provocar náuseas o vómitos y hacer, por ejemplo, que molesten la luz o los ruidos. Algunos afectados incluso manifiestan otros síntomas neurológicos, denominados ‘aura’, consistentes en alteraciones visuales, hormigueos y hasta dificultad para hablar o debilidad, lo que a veces lleva a que se pueda confundir con un ictus”, detalla.

Producida “por una activación cerebral (del sistema trigémino-vascular)”, la migraña tiene “un componente genético importante”, recalca la doctora Raña. “De hecho, casi la mitad de los pacientes con migraña tienen algún familiar afectado por esta enfermedad”, señala la neuróloga del Chuac, quien incide en que “el otro factor que influye mucho” en esa dolencia es “el tema hormonal”, de ahí que sea “mucho más frecuente en mujeres”.

“Muchas mujeres dicen ‘tuve dolor de cabeza con la regla’ como si fuese algo normal, pero no. Eso no es lo habitual”, destaca la experta del complejo hospitalario coruñés, que ayer participó en una mesa redonda sobre cefaleas, dirigida a profesionales sanitarios, y organizada por la Sociedade Galega de Neuroloxía (con el patrocinio de Novartis y la colaboración del Sergas), con motivo del Día mundial de acción contra la migraña.

Tiene una base genética, dado que casi la mitad de los pacientes con migraña tiene algún familiar afectado por esta enfermedad, y “otro factor que influye mucho” en esa dolencia es “la cuestión hormonal”, de ahí su mayor prevalencia en mujeres

Durante ese encuentro, celebrado de forma simultánea en las siete áreas sanitarias de Galicia, la doctora Raña recordó que el estrés, “sobre todo laboral”, es uno de los principales “factores desencadenantes” de la migraña. “Tanto el estrés, como romper de forma brusca con él (modificar los horarios el fin de semana, iniciar las vacaciones...) pueden desencadenar una crisis de migraña, como también lo pueden hacer los cambios en el hábito del sueño o el consumo de bebidas alcohólicas. Muchos pacientes migrañosos, de hecho, no pueden oler ni el vino ni la cerveza”, explica la neuróloga del Chuac, quien asegura que otra circunstancia que puede llevar a una crisis de migraña son “las contracturas cervicales”. “Incluso ciertos alimentos en algunos pacientes, sobre todo ultraprocesados, por los aditivos que llevan”, remarca.

"Los afectados tenemos que ser corresponsables del manejo de la migraña en la parte que nos toca. Hay que informarse para aprender sobre esta enfermedad, y también hay que conocerse a uno mismo"

Insiste, en este punto, la presidenta de Aemice, Isabel Colomina, en la importancia de “la formación del paciente con migraña para el manejo de su enfermedad”. “Los afectados tenemos que ser corresponsables en la parte que nos toca. Hay que informarse para aprender sobre migraña, y también hay que conocerse a uno mismo. Llevar un estilo de vida saludable (y eso se resume en una buena alimentación, no saltarse ninguna comida, beber agua para estar bien hidratado...), tener unos hábitos de sueño regulares (tratando de dormir lo mismo en días laborables y el fin de semana) e intentar controlar el estrés es fundamental para encontrarse mejor y está en nuestras manos. Sobre otros factores desencadenantes de la migraña, como los cambios atmosféricos, nada podemos hacer. Al cerebro de los afectados por esta dolencia no le gusta lo que se sale de la rutina”, resalta.

“Fundamental” es también —coinciden la presidenta de Aemice y neuróloga del Chuac— que los ciudadanos que sufren dolor de cabeza frecuente “no se automediquen” y “acudan a su médico de Atención Primaria” para consultarle ese problema, quien podrá “derivarlos al neurólogo” si lo ve oportuno. “Automedicarse es muy peligroso, primero, porque resulta mucho más fácil controlar la migraña en un estado inicial que en uno posterior. Además, el consumo de analgésicos sin control puede producir un efecto rebrote del dolor y llevar a que este tipo de fármacos ya no hagan su función, advierte Isabel Colomina, a lo que la doctora Natividad Raña añade: “Tomarse un analgésico detrás de otro es peligrosísimo porque lleva a la cronificación de la migraña. Lo primero que hay que hacer, ante un dolor de cabeza recurrente, es acudir al médico porque no es normal”, reitera.

"Tomarse un analgésico detrás de otro es peligrosísimo porque lleva a la cronificación de la migraña. Lo primero que hay que hacer, ante un dolor de cabeza recurrente, es acudir al médico porque no es normal"

Ir al médico para obtener un diagnóstico es clave, igual que los es que los afectados por la migraña “aprendan a manejar las expectativas”, afirma la presidenta de Aemice.Esto no es una enfermedad que se cure con una pastilla, aunque sí es posible disminuir el número de crisis o la intensidad, apunta Isabel Colomina, quien destaca el papel de tratamientos preventivos, como los anticuerpos monoclonales [que en el Chuac se administran ya desde enero de 2020] para ese fin.

“Han cambiado la vida de muchos pacientes con migraña, por eso desde Aemice trabajamos para que exista un acceso equitativo a estos tratamientos. Hoy por hoy no se está produciendo, de ahí que instemos al Ministerio de Sanidad a que establezca una Estrategia nacional para la migraña, que garantice, también, que haya suficientes neurólogos expertos en migraña, así como enfermeras especializadas en Neurología, con un papel muy importante en el manejo de esta enfermedad”, reivindica.