DESARROLLO

Teruel siembra su futuro: hospitales, carreteras y una apuesta por el aire

Entre las asignaturas pendientes de la provincia quedan todavía las mejoras en el ferrocarril

El aeropuerto de Teruel trabaja ya en ampliar su capacidad a los 400 aviones.

El aeropuerto de Teruel trabaja ya en ampliar su capacidad a los 400 aviones. / Ángel de Castro

M. Monreal Rams

Ser uno de los territorios con menos densidad de población de toda Europa – apenas rozando los 9 habitantes por kilómetro cuadrado – no le sirve a 

Teruel

 como excusa para dejar de aprovechar las oportunidades de crecimiento e inversión que llegan al territorio. La que durante muchos años ha sido la tierra olvidada, se encuentra ahora sumida en una oportunidad de crecimiento. Los proyectos que no dejan de llegar a la provincia tanto de forma pública como privada son el perfecto caldo de cultivo para que, dentro de unos años, Teruel florezca como una tierra llena de nuevas oportunidades en la que sus habitantes tengan ganas de llegar en vez de verse obligados a marchar.

Desde hace varios meses, la provincia aragonesa se encuentra inmersa en varios negocios, algunos de ellos con proyección internacional otros con la vista puesta en mejorar las infraestructuras ya existentes en la zona. Todas estas oportunidades se convierten en una nueva campaña de lucha contra la despoblación que se presenta para los turoleneses en forma de empleo y mejora de los servicios y que permite a muchos poder quedarse en el lugar que siempre ha sido su hogar.

Entre los proyectos en los que el Gobierno de Aragón, Ejecutivo central y la Diputación Provincial de Teruel comparten custodia por la provincia han pasado este año más de 100 millones de euros en inversión pública. Más de la mitad gracias a la aprobación de los Fondos de Inversión de Teruel (FITE).

Con un presupuesto de 60 millones de euros (que llegan a partes iguales desde los gobiernos central y autonómico), los FITE 2022 suponen de nuevo el verdadero impulso a los que se consideran como "los proyectos estratégicos para Teruel", entre los que en los últimos años se han incluido Motorland, Dinópolis, el aeropuerto o el Centro de Estudios de Física del Cosmos y que presumiblemente serán los que de nuevo volverán a recibir la mayor parte de las inversiones.

La novedad este año reside en que a partir de ahora el Gobierno de Aragón podrá aprobar las iniciativas sin necesitar el visto bueno del Ejecutivo de España, y lo mismo las modificaciones a los proyectos que haya que actualizar. Según se comentaba hace apenas unos días en la firma del convenio en la que participaron la consejera de Presidencia y Relaciones Institucionales, Mayte Pérez, y el secretario de Estado de Política Territorial, Alfredo González esta decisión llega gracias al clima de confianza que existe entre ambas instituciones y permitirá agilizar enormemente los procesos de adjudicación al no depender del consejo regulador.

Con la mirada en el aire

Paradójicamente, el cielo se ha convertido en un nicho de mercado para un Teruel vaciado. Varios de los proyectos más importantes en la comunidad tienen en el aire el lugar donde ejercer su trabajo. Solo el aeropuerto, uno de los orgullos de la provincia, tiene como objetivo tener en su plantilla 500 trabajadores operando en sus instalaciones antes de 2025, el doble de los que trabajan actualmente. Ahora estas instalaciones tienen capacidad para estacionar 200 aeronaves pero ya esta en marcha el plan para elevar la cifra hasta los 400.

Esta cifras puede hacerse realidad gracias a la llegada de multinacionales que quieren operar en las instalaciones turolenenses. Entre ellas la más destacada y la más reciente es Sceye, una macrocompañía tecnológica, propiedad de un filántropo millonario danés que establecerá en Teruel el lugar donde realizar sus pruebas para vuelos estratosféricos. Aunque por el momento no se espera la llegada de otros macroproyectos, el director de la plataforma aeroportuaria confirmaba hace unos días a este diario que "hay gente que llama para preguntar".

El otro gran triunfo de la provincia que pone la vista en el cielo es Galáctica, en Arcos de las Salinas, que a principios de verano reabría sus puertas con una amplia oferta de actividades para observar el cielo y conocer mejor el observatorio astrofísco de Javalambre. A principios de año la instalación recibía una inversión de 3 millones de euros destinados mayoritariamente a continuar con la musealización del espacio, una labor con la que se continuará en otoño cuando el espacio vuelva a cerrar sus puertas, aunque aseguran que la próxima apertura será ya la definitiva. Los mismos ojos que miran al cielo son los que esperan que, gracias al impulso de Galáctica, Teruel se convierta en sede de Agencia Espacial Española.

Servicios para quedarse

2022 será también el año en el que volvieron arrancar las obras de los hospitales de Alcañiz y Teruel. En el caso del primero se trata de una infraestructura que desde hace años reclaman y esperan sus vecinos. No es solo la comarca del Bajo Aragón la que depende de este centro sino que, a la hora de hablar de sanidad la provincia se parte en dos. Todo el que no depende del hospital de Teruel, depende del de Alcañiz, aproximadamente, la mitad de toda la provincia en unas instalaciones antiguas y que ahora mismo no cuentan con servicios básicos como puede ser una cama de UCI.

Los nuevos hospitales, considerados la inversión más importante de la legislatura (

 de los que se han ejecutado 37) deberían estar terminados en ambos casos a finales de 2023.

La otra gran inversión que llega para la ciudadanía lo hace en forma de carretera. En 2022 se ha formalizado un contrato de servicios para la redacción del proyecto de trazado y construcción del tramo Alcañiz - El Regallo de la A68 tendrá una longitud aproximada de 16,50 km, con una sección de tipo autovía con anchura de calzada de 7 metros, adaptando el trazado a los miles de vehículos que cada día pasan por ella. A la A68 se une también en nuevo tramo de la N232 que, inaugurado hace solo unos días, ha conllevado una inversión de 51 millones de euros y supone una gran oportunidad para elimina barreras físicas y sociales y ayudar a la vertebración del territorio entre la costa y el interior, concretamente entre Castellón y la zona del Bajo Aragón.

Aunque queda bastante claro que Teruel es un territorio en auge, en la provincia quedan todavía tareas pendientes por ejecutar. La más importante, seguramente, la red de ferrocarriles en la que, aunque también se trabaja, no se han visto grandes avances. Según las previsiones de Adif, se espera que sean en la primavera de 2024 cuando comiencen a circular trenes eléctricos a 200 kilómetros por hora. Por el momento, en la provincia de Teruel, un tractor aun va más rápido que un tren.