SEQUÍA

Carbajales, un pueblo de Zamora de 600 habitantes corta el agua al alcanzar un consumo diario de 460.000 litros

En 46 de los 102 pueblos de la comarca, alcaldes y vecinos detectan agotamiento de manantiales y pozos y auguran problemas en agosto

Depósito de agua en Carbajales de Alba. Ch. S.

Depósito de agua en Carbajales de Alba. Ch. S.

Chany Sebastián

La villa de Carbajales se convierte en el primer pueblo de la comarca natural de Aliste, Tábara y Alba obligado a cortar el servicio de agua durante la noche para garantizar el suministro a las familias durante el día. En una comarca con 31 municipios y 102 núcleos de población en al menos 46 alcaldes, vecinos y concejales ya han confirmado que los acuíferos superficiales o se han secado o están a punto de hacerlo. Una situación similar sucede con los acuíferos subterráneos y en pozos de sondeo donde la bomba trabajaba a alrededor de 60 metros de profundidad y ahora lo está haciendo por debajo de los 100.

Carbajales de Alba cuenta actualmente con una población residente de unas 600 personas y el gasto diario de agua suele rondar los 250.000 litros diarios. Durante los últimos días, y coincidiendo con la ola de calor, se han alcanzado consumos punta que han rondado los 450.000 litros.

“Una auténtica barbaridad que hace insostenible la situación: o tomamos conciencia todos o vamos a tener graves problemas” reconocen los propios vecinos y autoridades municipales. Si han llegado los problemas a mediados de julio se aventura una más que probable situación caótica para el mes de agosto en que la villa con el regreso de los emigrantes, que podría situarse por encima de los 2.000 residentes.

La opinión de los alcaldes.

La opinión de los alcaldes.

El fuerte consumo de agua ha traído consigo un segundo problema: que se puedan quemar las bombas de los pozos de sondeo o los sistemas de depuración o cloración al tener que estar trabajando permanentemente. En estos primeros días con problemas, la solución ha pasado por cortar el suministro de agua durante la noche, darla al amanecer y cuando es necesario volver a cortarla de 11.00 a 14.00 horas. De esta manera los dos acuíferos han logrado recuperarse.

El Ayuntamiento, a través de su alcalde Roberto Fuentes, ha emitido un bando anunciando a los vecinos la toma de medidas excepcionales ante la preocupante situación: “Debido al alto consumo de agua que estamos detectando durante varios días y dado que se está consumiendo más agua de la que los pozos nos pueden abastecer, se procede a tomar medidas en vías a garantizar que no falte el suministro en las viviendas”.

Prohibición de riego

La primera medida pasa por la prohibición de regar huertos y jardines ubicados dentro del casco urbano, así como el llenado de piscinas con agua de la red general de abastecimiento. Coinciden autoridades y vecinos que “ha llegado la hora de tomar prioridades y está claro que tener agua en las casas es más importante que regar patatas. Para las dos cosas no hay”.

Dados los problemas se advierte que “se procederá a cortar el agua cuando la situación lo requiera y de no tener efecto estas medidas se tomarán otras más drásticas”. Por último se ha instado a todos los vecinos “a un consumo de agua racional y responsable, estamos en una situación de grave sequía y no debemos abusar”.

Por su parte Francisco Crespo de Samir de los Caños muestra su preocupación por la situación: “Ayer salí a dar una vuelta por los alrededores del pueblo y fuentes y arroyos ya están secos o a punto de agotarse. Es preocupante pues todos sabemos que en Aliste, incluso septiembre, suele ser un mes muy seco. En nuestro caso, de momento, no tenemos problemas con el abastecimiento de agua. No obstante, somos conscientes del problema que se avecina, pues ahora somos en el pueblo 169 vecinos, pero en la segunda quincena de agosto superamos cada año las mil personas con el regreso de los emigrantes. Tenemos que asumir que si queremos tener agua en casa todos los días la única solución viable pasará por el uso responsable”.

Denuncian el abuso de sondeos privados para los riegos

En varios pueblos alistanos, los propios vecinos denuncian que la abundancia de pozos privados de sondeo ilegales y sobre explotación para las huertas son parte de la causa del agotamiento de los pozos públicos que abastecen a los pueblos: “Es un caos al paso que vamos. En agosto no queda ni un río, arroyo o fuente con agua porque ya están al límite”. El agotamiento de los acuíferos superficiales (manantiales) trae consigo un grave problema colateral que se cierne sobre los pueblos como una losa: la alternativa pasa por poner a funcionar los pozos de sondeo, pero muchos de ellos dan un agua con altos contenidos en minerales y por lo tanto no es apta para el consumo humano al superarse los límites permitidos por la Junta en arsénico, hierro y manganeso. Dos pueblos del municipio de Gallegos del Río han sido los primeros afectados. En Tolilla la solución ha pasado por instalar una depuradora portátil junto al consultorio medico local.

En Flores, al secarse el manantial del “Geigo”, se abastece a la población con agua embotella de Calabor. De esta manera se garantiza el consumo de agua potable y la de los pozos puede utilizarse para los otros cometidos caseros. Muchos pueblos han comenzado ya a poner al día las antiguas fuentes urbanas conectadas a manantiales independientes al abastecimiento general para que “por lo menos en caso de emergencia haya un lugar donde poder coger agua aunque solo sea para poder lavarse”. Hay que tener en cuenta que muchas de estas fuentes, al no contar con sistemas de cloración su agua, no son consideras potables ni aptas para el consumo humano.

Los vecinos son conscientes de que “el problema que se avecina es gordo y por eso, “todos estamos haciendo acopio de agua embotellada porque sabemos que vale más prevenir que curar”. Situación la confirma la gerente de un supermercado: “La gente toma precauciones. Antes se llevaban una garrafa de 10 litros y ahora hay gente que ha llevado hasta 10 garrafas para tener reservas por si la cosa se ponen mal”. El pasado fin de semana llegaron muchos emigrantes, aunque el regreso masivo se espera en agosto. La escasez de agua de momento no está en ese incremento de población “sino en el riego abusivos de huertos y jardines”.