Polémica en el Ministerio de Transportes: obtiene un puesto de administrativo la "autora" de los pliegos del concurso

Una licitación del año 2019 para un puesto de administrativo de la Gerencia de la Fundación ENAIRE, dependiente del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, incluía como "autora" de los pliegos a la persona que luego resultó adjudicataria, I. S. M., que fue la única candidata que se presentó al proceso.  

Se da la circunstancia de que esta persona figura como "autora" de varios pliegos de la citada Gerencia antes incluso de que obtuviera la plaza, cuyas funciones contemplaban precisamente la redacción de expedientes y pliegos.   

Así lo demuestra una investigación llevada a cabo por La Nueva España y

El Periódico de España

gracias a una herramienta informática de análisis masivo de licitaciones desarrollada por los científicos de datos Manuel J. García Rodríguez y José Carlos Montes Luna.

La citada herramienta rastrea los documentos informáticos en formato PDF o Word, que son los que suele utilizar la administración para articular sus contrataciones y que dejan rastro a través de los llamados metadatos. Su trazabilidad permite conocer el nombre de los equipos que han creado o modificado los documentos. 

Los hechos se remontan al 20 de diciembre de 2019, en plena Navidad, cuando la Fundación del que es el gestor de la navegación aérea de España sacó la licitación en proceso abierto simplificado para un puesto "de apoyo al departamento de administración de la Fundación ENAIRE".

El pliego de prescripciones técnicas, creado por la citada I.S.M., tal y como aparece en los metadatos, fue generado ese mismo 20 de diciembre 40 minutos antes de que se publicara el anuncio del proceso.  

Las funciones del cargo, que tenía de presupuesto base para tres años 81.000 euros sin impuestos y 98.010 con impuestos, consistían en el desempeño de "la gestión administrativa correspondiente a una fundación del Sector Público Estatal y aplicando su normativa especifica".

Entre las prestaciones exigidas al contratista estaba la de redactar y preparar expedientes de contratación, solicitar presupuestos y seguimientos y la redacción de pliegos de prescripciones técnicas y de cláusula. 

También estaba entre sus responsabilidades el  volcado de la información y documentación de la Plataforma de Contratación del Sector Publico o la redacción de las Bases Reguladoras para las concesiones.

De acuerdo al documento de la adjudicación al que ha tenido acceso este periódico a través del Portal de la Contratación Pública y que está fechado el 10 de enero de 2020, la oferta de I. S.M., la única que se presentó, mejoraba ostensiblemente el presupuesto establecido. 

El importe total ofertado por ella era de 77.727 euros (sin impuestos) y 94.050 (con impuestos). Es decir, 4.000 euros más económico que el presupuesto establecido como tope por el organismo contratador.  La oferta obtuvo la máxima calificación tanto en currículum, como en la oferta económica o la Memoria descriptiva de servicios a prestar.

"La propuesta de adjudicación se acepta ya que la oferta presentada se ajusta a los requisitos técnicos y económicos del pliego", señala el documento de la adjudicación de un proceso al que solo se presentó esta oferta. La duración del contrato era de un año, a contar desde su formalización, y al vencer, podría prorrogarse hasta en dos ocasiones, hasta un tope de tres años. El presupuesto del pliego era, de hecho, para los tres años.

Dos renovaciones

Tal y como ha comprobado la investigación de los medios de Prensa Ibérica a partir de los datos de la Plataforma de contratación del Sector Público sobre este expediente, con número PAS FE-03/2020, el contrato fue renovado en dos ocasiones, el 16 de enero de 2021 y 27 de enero de 2022. 

En la primera renovación el importe total ascendió, siendo el máximo que establecía la oferta: 98.010 euros (con impuestos), 4.000 euros más de lo que marcaba el contrato anterior. Otro detalle que llama la atención de este concurso es que I. S. M. consta en los metadatos como autora de numerosas licitaciones tras ganar el procedimiento, pero también anteriores. 

Así, consta como redactora de varios pliegos creados el 23 y 24 de diciembre de 2019 por la Gerencia de la Fundación ENAIRE para licitar "Servicios de transporte, montaje y desmontaje de obras de arte", "Comunicación digital" o "Trabajos de diseño, maquetación y artes finales para la difusión online y offline de actividades de la Fundación". 

En contacto con este periódico, Fuentes de ENAIRE responden que dicha contratación cumple con "la legalidad" y fue comunicada "a la Intervención General del Estado". Según explica un portavoz del ente, la Fundación, que tiene ocho empleados, pero solo uno administrativo, ha recurrido de forma puntual a contrataciones externas "siempre justificadas" cuando la carga de trabajo "ha sido muy alta", sobre todo para labores de administración. 

De hecho, I.F.S. ya había trabajado desde diciembre de 2018 para la Fundación como autónoma para el manejo de la  Plataforma de Contratación del Sector Público y entre sus funciones había estado "redactar pliegos de licitación" que permite "agilizar el trabajo". Desde la Fundación sostienen que el "único redactor y responsable" del citado pliego fue el Director de Administración, Enrique Torres, que era quien "conocía las necesidades de la departamento" y "utilizó las plantillas habituales". 

Así, achacan a una "circunstancia administrativa" que en el pliego aparezca como autora la adjudicataria, "ya que ella no tuvo la responsabilidad, ni sobre la decisión ni sobre el contenido del pliego, ya que se limitó a una labor meramente administrativa de transcripción y subida del pliego a la Plataforma", insisten desde la Fundación. 

En el ente también explican que en la prórroga del segundo año hubo un incremento del dinero recibido "porque cobró una factura adicional"  por un trabajo "extraordinario" que realizó en la Fundación para organizar un Simposio en diciembre de 2021. "Esta factura por este trabajo puntual no corresponde a una subida de sueldo", sostienen sobre esos 4.000 euros de más que cobró la adjudicataria con respecto al año anterior y que curiosamente hicieron que llegase al tope máximo de salario que contemplaba la adjudicación en un primer término.