La meseta de Castilla y León: el desierto poblacional "abandonado por la política"

Castilla y León es una de las regiones en toda Europa que más se han visto afectadas por la despoblación en los últimos años. Las personas que abandonan sus ciudades y pueblos natales en busca de nuevas oportunidades, dejan un vacío inmenso en la tierra de la que se marchan.

En los últimos 50 años, la Comunidad ha perdido el "1% de la población". Lo que, a primera vista parece insignificante, equivale a "toda la población de León y Salamanca juntas", explica en respuesta a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, Pedro Villanueva, miembro del Colegio Oficial de Ciencias Políticas y Sociología de Castilla y León.

"Amplios vacíos poblacionales", "la crisis económica del 2007" y por supuesto "el covid", colocan en cabeza del ranking nacional de despoblación a Castilla y León. "Las muertes no son compensadas, ni por asomo, con los nacimientos: estamos ante una grave crisis demográfica que afecta a todas las provincias y, únicamente, la capitalidad industrial de algunas de las provincias, mantiene los niveles necesarios para que no se hable de desastre", explica Villanueva cuando se le pregunta como ha evolucionado la demografía en la Comunidad durante los últimos 50 años.

La evolución de la demografía por la meseta de Castilla y León

Razones de la despoblación:

Son muchas las razones que han llevado a Castilla y León a ser uno de los desiertos poblacionales más grandes de Europa. "La Comunidad se caracteriza por una escasa vitalidad demográfica y, por su puesto, los flujos migratorios no compensan positivamente la balanza, a diferencia de otras regiones que son más atractivas para los migrantes", recalca Pedro Villanueva.

Otro de los problemas que más perjudica a los indicadores de la región es el "envejecimiento", que es "la variante principal en el proceso de despoblación de los territorios". Esto, sin olvidar: "la brecha de digital que cada vez está más de manifiesto en la sociedad", comenta Villanueva. "La diferencia entre los territorios rurales que, normalmente, están poblados por personas mayores de 65 años, producen una influencia de las Tics, mínimo".

"Ningún territorio es atractivo si no hay una base estructural económica fuerte y, Castilla y León sigue sin atraer inversión, lo que genera un deficit que hace a los castellanoleoneses estar anclados en el siglo pasado", explica Villanueva.

Los jóvenes de la Comunidad

Uno de los principales motores económicos de los territorios es el factor humano, en especial, de la población joven. En Castilla y León, "los jóvenes optan por abandonar la Comunidad buscando nuevas oportunidades laborales, que su comunidad natal, no es capaz de entregar", un ejemplo de esta situación es: "el caso del personal sanitario durante la pandemia, debido a que Castilla y León tuvo grandes problemas para conseguir encontrar profesionales en Sanidad".

Las capitales y los pueblos

El fenómeno de la despoblación en Castilla y León está "presente en ciudades y pueblos". Sin embargo, se puede extraer una mejor visión de "verdadera sangría de la despoblación en las capitales provinciales". Al echar un vistazo por las zonas industrializadas en los últimos 35 años, podemos observar como "se han generado grandes diferencias entre la capital (Valladolid) y el resto de provincias", aunque "esta [Valladolid] pierde de la misma manera población respecto al resto de Comunidades que la rodean", comenta el politólogo.

35 años de gobierno del Partido Popular

"No hay ninguna política destacable implantada por el PP en Castilla y León y, mucho menos, efectiva. Prueba de ello es que la Comunidad sigue perdiendo población. Si comparamos con otros países europeos, las ayudas destinadas a familias y a la natalidad, están por debajo de la media de muchos de ellos. Del mismo modo, faltan políticas de cambio de estructura productiva y sobre todo, son necesarios planes de incentivación de emprendimiento e investigación", responde tajante Pedro Villanueva a este diario.

El futuro de la región

Es complicado predecir cuál será la evolución o la situación de la región. Por eso, Pedro Villanueva explica: "La distribución territorial de Castilla y León constituye una situación desfavorable para abordar con éxito un proyecto de cambio radical del problema", para concluir menciona "el sistema de poblamiento de Castilla y León guarda relación con la estructura económica actual, cuya dispersión y debilidad, complica la prestación de servicios e infraestructuras a las diferentes provincias de la Comunidad". Entre otros muchos, "el equilibrio entre los territorios, la población y la extensión de Castilla y León, complica la equiparación de una calidad respecto a los municipios y capitales".