¿Por qué la leche es el producto que más empieza a escasear en los supermercados?

Estantes vacíos, y clientes que llegan en busca de un producto que no encuentran. La huelga del transporte está poniendo en jaque a los supermercados. Como ya ocurrió hace un par de años, cuando estalló la pandemia y mucha gente se lanzó a comprar papel higiénico, esta vez un producto básico como la leche el que se ha visto afectado por el parón de los transportistas y por el ansía de los consumidores por hacer acopio.

La industria alimenticia requiere del transporte viario para la distribución de productos en todo el país; con la leche y derivados de la misma como productos perecederos, la industria láctea, que supone un 2% de la producción industrial del país, entorno a 9.500 millones de euros, se ha visto obligada a cesar su actividad debido al desabastecimiento de productos que le impiden elaborar los comestibles que posteriormente se distribuyen a los supermercados.

La leche es un producto perecedero, que no puede ser almacenado. Apenas hay tiempo entre que se recoge en las granjas hasta que llega a los supermercados. Los productores de leche siguen ordeñando a sus vacas, pero como no hay camiones que la transporten, muchos de esos litros acaban en las alcantarillas, provocándoles pérdidas de miles y miles de euros.

La escasez en los mercados y los litros que se están desechando han roto la cadena de suministro, que forman por sector primario, industria, transporte y distribución, acumulando ya pérdidas de cientos de millones, lo que ha llevado a algunos supermercados a optar por racionar la venta. Su oferta es de las que más ha disminuido, comparando con otros productos, llegando incluso a producirse imágenes con los estantes vacíos en varios supermercados. Esto, a su vez, está provocando que muchos consumidores están haciendo acopio de más bricks en casa de los que usan en su día a día habitual, lo que provoca que muchas de esas imágenes lleguen al final de cada jornada.

"95% de la producción nacional paralizada"

La Federación Nacional de Industrias Lácteas (Fenil) anunció que el 95% de la producción nacional se ha paralizado debido al cese de mercancías. Los productos lácteos son altamente perecederos, por lo que un parón en el envío de suministros suponen perdidas millonarias para las empresas de este sector. Además, estos productos están considerados como bienes básicos, por lo que son necesarios y de primer orden para el consumo humano.

Este parón según Fenil "está acarreando consecuencias sociales, económicas y medioambientales inevitables", ya que supondrá la suspensión de la recogida de la leche en las explotaciones ganaderas desde mañana. Fenil ha subrayado que solo se revertirá esta decisión "si se garantiza el derecho a la movilidad y la seguridad de los transportistas que no han secundado la huelga".

La industria alimenticia requiere del transporte viario para la distribución de productos en todo el país; con la leche y derivados de la misma como productos perecederos, la industria láctea, que supone un 2% de la producción industrial del país, entorno a 9.500 millones de euros, se ha visto obligada a cesar su actividad debido al desabastecimiento de productos que le impiden elaborar los comestibles que posteriormente se distribuyen a los supermercados.