RACISMO EN ZAMORA

El acoso al niño de Zamora de origen chino llega al Ministerio de Igualdad

El Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica propone actividades en Villafáfila para concienciar y erradicar el racismo

Una de las lesiones que el niño sufrió en el cuello durante una agresión denunciada por sus padres.

Una de las lesiones que el niño sufrió en el cuello durante una agresión denunciada por sus padres. / CEDIDA

Susana Arizaga

El Ministerio de Igualdad ha tomado ya cartas en el caso de acoso y agresión a un niño de 14 años nacido en China y adoptado a los 21 meses por una vecina de la localidad zamorana de Villafáfila, localidad en la que la familia tiene una segunda residencia y donde el pequeño sufre la xenofobia y el racismo por parte de algunos pequeños de su edad y de adultos.

La situación llegó a tal punto que sus padres denunciaron a varios menores tras una nueva agresión en agosto de 2019, de los que tres tienen ya una condena firme de la Audiencia de Zamora, el resto no pudieron ser juzgados porque son menores de 14 años. La publicación de este caso en La Opinión-El Correo de Zamora puso en alerta al Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica del Ministerio, a través del Servicio de Asistencia y Orientación a Víctimas de este tipo de conductas, al objeto de que se establezcan actuaciones que permitan erradicar esas conductas en la localidad de Villafáfila. El organismo se puso en contacto desde Madrid con la Asociación de Familias Adoptantes de Castilla y León (Arfacyl) para comunicar esta determinación a los padres del menor que a día de hoy no saben nada más.

La familia del niño se muestra expectante, “es una buena noticia, pero si hacen algo”, declara la madre con cierto escepticismo después del infierno pasado desde que su hijo era un bebé. “Yo hablé con la abogada de la Asociación para ver qué medidas se tomarán, me dijo que querían preparar algo de cara al día 21 de marzo, el lunes próximo, que es el Día Internacional contra el Racismo y la Xenofobia”. Lo que sí es palpable son los mensajes de apoyo constantes de otras familias originarias del pueblo o que han vivido allí episodios parecidos. “No te dejes, sigue adelante”, son las palabras de ánimo unánimes.

Algunos testimonios han llegado a este periódico, aunque de forma anónima, para explicar cómo el menor acosado “sufre muchísimo, le he visto en la cama hecho polvo, sin ánimo”, explicaba una de las vecinas de Villafáfila. Respaldos muy agradecidos, “la gente tiene miedo a hablar”, explica la madre de la víctima que ha desafiado a esos convecinos de actitudes racistas e insiste en que "mi hijo es español, no chino, desde que lo adoptamos con 21 meses tiene la nacionalidad española". En su pesar, que “el Ayuntamiento sigue sin intervenir para nada, ni cuando denunciamos, nunca se ha interesado por el niño”.

Una lesión en la mano sufrida por el niño chino agredido en Zamora.

Una lesión en la mano sufrida por el niño chino agredido en Zamora. / CEDIDA

No se trata, pues, de un caso aislado, subrayan los padres del niño, y confirman los vecinos que se han puesto en contacto con esta redacción para confirmar esta situación que la Audiencia describe en la sentencia como “acoso, expresiones vejatorias y degradantes, con matiz racista y homófobo”. Otros pequeños hijos de inmigrantes han tenido que padecer lo mismo.

La ola de solidaridad llegó también de familias con hijos adoptados de diversidad racial, que han sufrido las mismas situaciones, “la noticia sobre el caso de mi hijo corrió por todos los foros” e incluso se llegó a plantear convocar una manifestación en Zamora.

Desde que se conoció el fallo de la Audiencia, en la que los magistrados descartan que los hechos denunciados sean “gamberradas sin importancia”, como argumentaban los abogados de los denunciados, la familia no ha vuelto al pueblo zamorano. Pero “volveré cuando tenga que volver”, agrega la madre del niño acosado y agredido, “a mí nadie me echa de mi pueblo ni de mi casa. Los que se tienen que ir son ellos”.

Ataques de pánico

El menor fue tratado por un cardiólogo por una lesión en la válvula mitral por tanta tensión y ansiedad. Asistió a sesiones de relajación para aprender a manejar el estrés y continúa yendo al psicólogo. Es objeto de numerosas vejaciones y desprecios con frases como “¡vete a tu país, chino de mierda!”. El menor describe la “tristeza y angustia” que experimenta “cuando me agreden. Te sientes solo, es muy doloroso que no quieran estar contigo”. Sufre ataques de pánico, taquicardias y dolores de cabeza. “Se siente culpable por el rechazo. Ha llegado a renegar de su raza, dice que quiere tener los ojos redondos”, dice la madre. Esta mujer ha tenido que escuchar, en su propio pueblo, donde nació y se crió, “que nos fuéramos” . Y el niño “me dice: “no tendríais tantos problemas si no me hubierais traído”.