COMUNIDAD VALENCIANA

El Brexit fulmina el turismo de larga estancia en España y da un giro al sector inmobiliario

Los británicos sin residencia solo pueden estar en España 90 días seguidos, lo que lastra los planes de aquellos que pasaban temporadas en provincias como Alicante. Ante esta situación, muchos han puesto a la venta sus casas y caravanas

Benidorm.

Benidorm.

A. Vicente

Para algunos ingleses era el sueño de su vida cuando llegara la jubilación: disfrutar de largas estancias en Benidorm o la Costa Blanca con un clima perfecto y una buena calidad de vida. Pero el Brexit ha acabado con los planes de muchos británicos que pasaban largas temporadas en España. Porque desde que Reino Unido no pertenece a la Unión Europea, estos turistas extranjeros solo pueden desplazarse por un máximo de 90 días tras los cuales tienen que volver a su país y no pueden volver en otros 90 días. Es decir, en un año, solo podrían viajar tres meses seguidos en dos veces separadas. Si no, deben solicitar un visado para estar más tiempo en España. Y las consecuencias de esta medida se han empezado a notar, sobre todo, en un aumento de la venta de casas porque no les compensan los gastos o, simplemente, porque ya no pueden disfrutar de ellas como antes. O en aquellos que pasaban casi todo el año con sus caravanas en campings, quienes las han vendido (o incluso malvendido) y han dejado de lado su "sueño".

El Brexit trajo mucho cambios. La decisión del gobierno de Boris Johnson de abandonar la UE se hizo efectiva el 31 de enero de 2020 y modificó la vida de los británicos y también cómo podían viajar a otros países de la UE. Se estableció un periodo de transición que acabó en diciembre del pasado año y, a partir de ese momento, los ciudadanos de este país y sus familiares están sujetos a todas las normas de inmigración españolas para ciudadanos de terceros países; es decir, fue el fin de la libre circulación. Así que desde entonces los viajeros británicos que lo hagan por vacaciones, negocios o visitas a familiares no necesitan visados para estancias de hasta 90 días en un periodo de 180 días. Cualquier estancia más larga necesita de un visado especial.

Así que con esta nueva situación, el sueño de muchos se ha visto truncado, o al menos, una parte de él al no poder estar todo el tiempo que quisieran. "La situación se ha dado sobre todo en jubilados. Vienen aquí para pasar los meses más fríos, para escapar del frío de Inglaterra. Aquí tienen más calidad de vida y también menos gastos que pasar un invierno allí. Pero ahora eso se ha acabado", explicó a este diario una empresaria especializada en todo el proceso burocrático de los ingleses. Ahora la situación solo les deja un "3-3-3-3; es decir, tres meses aquí como máximo, tres meses allí...". Una situación que a muchos no les gusta y no están muy conformes. "Los británicos que pasaban largas estancias aquí son como los pájaros que emigran en invierno para buscar una mejor calidad de vida esos meses", añadió. Pero a algunos ahora no les cuadran las fechas. "Si vienen en octubre y se tienen que ir en diciembre, luego tienen que pasar los meses más fríos allí para volver en abril. Pero si lo alargan, las fechas se les echan encima para el verano aquí, y no quieren", apuntaron las mismas fuentes.

Y esto está teniendo consecuencias en la vida de esos viajeros de larga estancia. Muchos han decidido "deshacerse" de los lugares donde residían en España. En Benidorm y la provincia está pasando con las viviendas, las segundas residencias que tienen los británicos. Pero también, con aquellos que tenían otros modo de vida: el de pasar largas temporadas en caravanas en campings.

Cabe recordar que estas restricciones para viajar afectan a aquellos que no tienen la residencia en España o no pueden justificar que pueden mantenerse aquí. La misma empresaria explica que "muchos no han hecho su residencia en el periodo establecido y ahora es tarde" y otros "no quieren". Además, "ahora se piden mucho más requisitos", lo que hace también que desistan en algunos casos.

Adiós a las viviendas

Toda esta situación ha tenido su reflejo en la venta de viviendas por parte de los británicos, como así confirman fuentes del sector inmobiliario. Desde que se hizo efectivo el Brexit muchos han decidido vender sus casas. "Sí hay movimiento dentro del mercado de propietarios del Reino Unido", apuntan. No solo en Benidorm o los municipios de alrededor como La Nucía o Polop, sino también en otras zonas de la provincia como Torrevieja. "Si solo pueden venir 3 meses prefieren alquilar algo para ese tiempo y no estar manteniendo una vivienda" con sus respectivos gastos de IBI, basura, etc. Pero además añaden un temor: a que alguien ocupe su propiedad. Así que deciden vender sus casas: "Les sale más barato venir alquilados". Aunque las mismas fuentes aseguran que los precios no han bajado en Benidorm por estas circunstancia sí que se nota "prisa por vender" para dejar de tener un gasto de todo el año para solo disfrutarla unos meses.

En mi manzana, en un año, han vendido cuatro viviendas unifamiliares"

Alrededor de la capital turística se repite el patrón, sobre todo, con chalés en urbanizaciones donde los ingleses pasaban largas temporadas, sobre todo en invierno. La pandemia ha hecho que no hayan podido venir a sus casas en más de un año a lo que se une esa restricción de solo poder viajar 3 meses seguidos como máximo. Así que muchos han vendido sus propiedades. "En mi manzana, en un año, han vendido cuatro unifamiliares", indicó a este diario una vecina de una zona donde los ingleses "copaban" muchas de las propiedades. Ella ha comprado una vivienda a dos hermanos británicos que "no han podido venir en este tiempo" y "les urgía" venderla. "Venían largas temporadas pero ahora no les sale a cuenta", afirmó. Al lado de su casa se venden ahora mismo dos más, también de propietarios ingleses.

Adiós al camping

A los campings también les ha afectado ese cambio en la libertad de movimiento de los británicos desde que se instauró el Brexit. En Benidorm, algunos de estos turistas pasaban largas temporadas con su residencia fijada en estos alojamientos donde tenían sus caravanas instaladas todo el año. Junto a ellas también todas las comodidades posibles: avances con cocinas, comedores, jardines con flores... y con actividades al aire libre verano e invierno, como pasear, ir en bicicleta, la playa... Pero ahora todo eso ha pasado a la historia de muchos. Porque solo poder estar 90 días en España seguidos ha hecho que aquellos que pasaban casi los 12 meses del año en estos establecimientos turísticos hayan decidido vender sus caravanas. Primero, según explican algunas fuentes, porque no pueden llevárselas a Inglaterra: "Es impensable desde el viaje a dónde tenerla allí". Segundo, porque mantenerlas todo el año en el camping o en un aparcamiento mientras no las usan es demasiado caro para no poder disfrutarlas ya que puede suponer un gasto de miles de euros al año.

En este caso, también afecta más a los jubilados que son los que pasaban largas estancias en estas casas de cuatro ruedas, como explica la empresaria británica. "Muchos han hecho cuentas y no pueden mantenerla todo el año, ya sea en las parcelas que ya tenían o en un garaje para el tiempo que no pueden estar aquí", añade. "Es un problema añadido para el turismo. La pandemia ha hecho mucho daño al sector y esta situación no es mucho mejor. Los turistas de larga estancia también gastan aquí todos los días, es una pérdida importante", afirmaron las mismas fuentes.

Para el sector del camping supone una "estocada" más a la complicada situación que viven en los dos últimos años de pandemia. Sin apenas turismo extranjero en este tiempo, perder además a clientes fieles, sobre todo en temporada baja, hace un poco más cuesta arriba el inicio del otoño. "Tenemos menos gente de larga estancia y los que vienen solo reservan para 3 meses", afirmó a este diario Paco Delgado, propietario de tres campings en Benidorm y miembro de la Asociación de estos alojamientos. "A mucha gente le gustaría estar más tiempo" pero no pueden. "Teníamos gente fija de temporada y ahora no; muchos han vendido sus caravanas que tenían fijas por largo tiempo", añadió. Y además, algunos las han "malvendido" por la necesidad de no tener gastos al no poder viajar tanto como quisieran. Una situación que no gusta a nadie.

Aún así, hay algunos británicos que sí deciden seguir viniendo a España aunque les hayan reducido tanto el tiempo de estancia: "Llevamos 20 años viniendo. No nos gusta esta situación, pero no cambiamos esto por nada. Tendremos que acoplarnos aunque no es lo que querríamos", explica un turista de Reino Unido. Muchos seguirán viajando, aunque vayan encontrando más trabas.