ELECCIONES 28 DE MAYO

Ayuso combate consigo misma mientras la izquierda afronta cómo gestionar el día después en Madrid

Las elecciones municipales y autonómicas de este 28M, en directo

El liderazgo de la izquierda determinará el futuro de los candidatos de Más Madrid y del PSOE madrileño

Ayuso en la jornada de reflexión

Ayuso en la jornada de reflexión / EFE / Fernando Villar

Elena Marín

Elena Marín

En las elecciones madrileñas se juega el gobierno de la Comunidad de Madrid pero también el futuro de alguno de los candidatos. La popular Isabel Díaz Ayuso no se ha bajado de la primera posición de las encuestas desde el inicio de la campaña, la gobernabilidad está al alcance de su mano pero los sondeos no han mostrado una clara y definitiva evolución hacia la mayoría absoluta. Gana, incluso mejora resultados, pero la "libertad" que pide para gobernar "sin zancadillas" está aún por decidirse. Y ese resultado va a ser determinante para su futuro.

Este viernes, en el cierre de campaña, Ayuso se esforzaba por hacer llegar su mensaje a los votantes menos convencidos en una entrevista en la cadena Ser, los que podrían decantar definitivamente la balanza hacia una mayoría absoluta por convencimiento o por miedo a que el PP tenga que depender de Vox. También por decepción con el "sanchismo", que es lo que la dirigente popular ha perseguido durante los últimos quince días en una estrategia similar a la que hace dos años le permitió comerse al electorado de Ciudadanos y duplicar sus escaños. Esta vez su ofensiva le ha llevado incluso a acusar a Pedro Sánchez de un intento de "pucherazo".

Pero los resultados también serán determinantes para el porvenir del resto de candidatos. La posición en la que quede Rocío Monasterio, con o sin fuerza para negociar las condiciones de un futuro gobierno conservador, determinarán su papel a corto plazo en Madrid o su salto a las listas del Congreso en diciembre. También en la izquierda los candidatos esperan con "cierta tensión" el recuento final para afrontar el día después. Ya no el sorpasso sino el puñado de votos que distancien a la candidata de Más Madrid, Mónica García, de Juan Lobato, el aspirante socialista, enfocarán el camino futuro de ambos.

Lectura interna en el PP

La dirigente popular combate consigo misma este domingo. En su partido reconocen que la mayoría absoluta es muy "cara" y necesitan rascar en todos los nichos de voto. No vale solo con mantenerse y ganar sino que necesita superarse a sí misma para gobernar en solitario y poder decir en Génova que ella también ha batido a Vox, como hiciera hace un año el barón andaluz Juanma Moreno. Ella es ya de por sí un fuerza importante dentro de la formación, encarna el alma más dura del partido con un estilo propio y diferente a lo que se había visto hasta ahora en el PP. Era un "diamante en bruto" cuando asumió el cargo en 2019 y solo había que "dejarle crecer, pulirse" decían de ella en la formación. "Crecer" es también marcar el rumbo en su partido.

Ayuso ha dicho estos últimos días que no hay grietas en su formación, que todos "piensan lo mismo" y que apenas puede haber "algún matiz", si acaso, en cómo abordar determinados temas, como ha ocurrido estos días atrás con la ilegalización de Bildu. Pero lo que no ha dicho ella lo revela el periódico The Times en un artículo titulado "Ayuso está lista para la contienda con Sánchez", cuyo texto va más allá para gozo del equipo de la líder madrileña: "Si Feijóo fracasa en diciembre, ella estará esperando entre bastidores para asumir su posición". 

El futuro de Lobato

En la izquierda, una vez que el PSOE tiene asumido que es prácticamente imposible arrebatar el gobierno regional al PP porque "ha calado que Madrid es antisanchista" y muy difícil también en el Ayuntamiento de la capital, los socialistas pelean por recuperar el liderazgo progresista, ahora en manos de Mónica García y Rita Maestre. Los socialistas tienen las esperanzas puestas en el arrastre que pueden provocar los alcaldes de los municipios donde gobiernan, principalmente en el sur de la región, pero distintas fuentes reconocen que ese sorpasso es también difícil.

Juan Lobato "tiene claro lo que quiere, tiene un proyecto a largo plazo" y la vista puesta en 2027, pero en su formación hay voces que critican que su discurso durante esta campaña se haya centrado más en eso, en hablar de empresas "más que de sindicatos" y en "confrontar solo con Ayuso" y no en "derrotar a Mónica García". "Le ha faltado morder" reconoce un miembro del partido, "sin el primer paso (ganar a Mónica), el segundo será imposible", dice otra fuente, sembrando dudas sobre lo que pueda ocurrir con él a partir del 29 de mayo si no logra quedar por encima de Más Madrid. Sin embargo, los más esperanzados no solo confían en que no ocurra nada, sino que los resultados serán mejores que en 2021 y que con eso el futuro de Lobato debería quedar blindado y con suerte tener "manos libres para organizar internamente el partido" con savia nueva.

Mónica García y Rita Maestre pasan el día de reflexión en la feria del libro de Madrid.

Mónica García y Rita Maestre pasan el día de reflexión en la feria del libro de Madrid. / EFE / Sergio Pérez

En Más Madrid insistían ya en la jornada de fin de campaña que siguen "por delante" del PSOE tanto en la Comunidad como en el Ayuntamiento. Su voto es "muy urbano" y se saben ganadores de la izquierda en la capital, pero en los municipios principales de la región, con poblaciones que se acercan a los 200.000 habitantes en varios de ellos, la penetración no es tan alta y no han tocado la alcaldía en los últimos cuatro años, algo que saben que les va a pesar en el recuento final. El tándem "Mónica-Rita" comenzó con algún atropello hace cuatro años, pero ahora, su sintonía "es total" y creen que eso favorece sus resultados y que aunque la Comunidad no está al alcance, aún tienen margen para desplazar a Almeida de la alcaldía. En el caso de García, si la líder de la formación quedara por detrás de Lobato, en la formación hay quien entiende que la sucesión se daría de forma natural y sin García queriendo agarrarse a ningún asiento.

Hay otros dos partidos, Podemos en la Comunidad y el Ayuntamiento de Madrid, y Ciudadanos en la capital con Begoña Villacís, cuyo resultado no afectará solo a sus candidatos sino a sus propios partidos. La supervivencia de Alejandra Jacinto en la Asamblea de Madrid y la entrada de Roberto Sotomayor en el consistorio tiene una lectura nacional; de su resultado dependerá la estrategia de la formación morada en los próximos meses camino a las generales de diciembre.

El caso de Villacís, su supervivencia marca la de su propio partido. Es el icono de la formación naranja, la representante institucional por excelencia, y solo si consigue entrar y ser decisiva para un futuro gobierno municipal en el que mantenga la Vicealcaldía podría dar alguna mínima esperanza a un partido agónico. En el debate en Telemadrid no ocultó que si de ella depende, se sentiría más cómoda facilitando un nuevo gobierno de Almeida pero sin Vox.