Elecciones generales

Las listas del PSOE apuntan a una repetición del actual Gobierno si Sánchez logra la investidura

El presidente del Gobierno se rodea de afines y blinda a su equipo ante las incertidumbres del 23J

Juan Ruiz Sierra / Marisol Hernández

Pedro Sánchez quiere centrar la campaña de las generales en la gestión del Gobierno. Frente a las acusaciones de la derecha por sus alianzas en el Congreso con ERC y Bildu, el presidente y candidato del PSOE a la Moncloa busca algo que no consiguió en las autonómicas y municipales de hace 10 días: que el debate ante la cita con las urnas bascule sobre los frutos logrados durante esta legislatura. Los datos de empleo, crecimiento e inflación. La ‘solución ibérica’ en el mercado de la electricidad. El ingreso mínimo vital. La reforma de las pensiones. O la subida del salario mínimo, entre otras medidas. 

Las listas del PSOE mandan aquí un mensaje claro: el jefe del Ejecutivo hace partícipes del éxito o fracaso electoral a sus ministros, sigue contando con ellos en el caso de que resulte investido tras los comicios del 23 de julio, un escenario nada claro a tenor de las encuestas, y si finalmente no logra revalidar su cargo blinda a todos para la labor de la oposición que tendrán por delante. Sánchez, al mismo tiempo, ha diseñado un grupo parlamentario muy afín, sin apenas críticos, ante lo que pueda pasar. 

Las candidaturas definitivas no se aprobarán hasta el sábado, día en el que el

PSOE

celebrará su comité federal, pero los nombres más importantes se empezaron a conocer el miércoles. Todos los ministros ocuparán posiciones de salida, salvo la vicepresidenta primera, Nadia Calviño; la titular de Justicia, Pilar Llop, y el de Inclusión Social, José Luis Escrivá, que han rechazado concurrir.

Como siempre desde que alcanzó el liderazgo del PSOE, Sánchez encabezará las listas del partido por Madrid. Detrás de él, en el número dos, estará la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, quien ha ido ganando paulatinamente peso en el Ejecutivo y se ha labrado una reputación en Bruselas como defensora de la política 'verde'. La lucha contra el cambio climático es una de las banderas de Sánchez, y más todavía en esta campaña, ante la posibilidad de que el PP acabe pactando con Vox, cuyas posiciones son abiertamente negacionistas. El presidente ha mostrado siempre una confianza sin reservas en su vicepresidenta, incluso en los enfrentamientos que ella ha tenido con otros ministros o presidentes autonómicos socialistas. 

En el número tres estará el titular de Presidencia, Félix Bolaños. En el número cuatro, la responsable de Defensa, Margarita Robles, muy bien valorada entre el electorado moderado, que hace cuatro años apoyó al PSOE y ahora se está marchando al PP. Y en principio José Manuel Albares, de Exteriores, también ocupará un puesto de salida en las planchas madrileñas.

Los números uno

Salvo en Catalunya, donde Miquel Iceta (Cultura) estará en el número dos por Barcelona y Raquel Sánchez (Trasportes) en el tres, dentro de unas listas del PSC que liderará de nuevo la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, el resto de ministros serán cabezas de lista. María Jesús Montero, titular de Hacienda y vicesecretaria general del PSOE, en Sevilla. Isabel Rodríguez, responsable de Administraciones Públicas y portavoz del Ejecutivo, en Ciudad Real. Fernando Grande-Marlaska (Interior), en Cádiz. Diana Morant (Ciencia), en Valencia, donde el exministro de Transportes, José Luis Ábalos, ostentará el segundo puesto. Héctor Gómez (Industria), en Tenerife. José Miñones (Sanidad), en A Coruña. Pilar Alegría (Educación), en Zaragoza, tras un enfrentamiento con el líder del PSOE aragonés, Javier Lambán, crítico con Sánchez, quien había intentado colocar a un dirigente más cercano. Y por último, en un escalafón inferior del Gobierno, una inclusión muy relevante: Antonio Hernando, actual director general de la Presidencia y miembro del núcleo duro de Sánchez, será el número uno por Almería.

Con la aprobación de las propuestas de los territorios, que este jueves darán el último paso, las listas quedan solo pendientes de la revisión el viernes del comité electoral y del comité federal del sábado. La reunión del máximo órgano del PSOE se celebra en un contexto que no supone solo un trámite formal. Los socialistas no han hecho todavía una reflexión interna sobre las razones del batacazo del 28M. Tampoco ha habido apenas análisis públicos. Sobre todo porque con las lágrimas aún de la noche electoral, Sánchez anunció solo unas horas después que habría elecciones generales el 23 de julio

Su movimiento taponó cualquier posibilidad de una autocrítica global o que se asentara la idea de que se había perdido la Comunitat Valenciana, Aragón, Baleares, Extremadura, Canarias y La Rioja por el castigo al Ejecutivo central y a la figura del presidente. Es lo que piensan los socialistas de las comunidades en las que se ha perdido el Gobierno. Pero esta valoración ha quedado relegada ante la urgencia de volcarse en las generales.

La cita del sábado

El comité federal, aunque no se prevé tenso, supone la oportunidad de comprobar si realmente el PSOE quiereanaliz ar las causas de la derrota, sobre todo porque acudirán los presidentes autonómicos derrocados. Sánchez ha asumido la derrota "en primera persona", pero resultó significativo que en la cita del miércoles de la semana pasada en el Congreso, donde reunió a diputados y senadores 48 horas después de adelantar los comicios, nadie tomó la palabra. 

El ambiente en el partido es de desánimo y no son pocos los cargos territoriales que auguran que lo realmente está en juego es dejar el grupo parlamentario en la oposición con más o menos diputados. Pero las sensaciones en Moncloa son totalmente distintas. Allí se continúa pensando que los ciudadanos van a reconocer su gestión y que los beneficios de las medidas adoptadas se van a imponer a la incertidumbre sobre qué hará un Gobierno de PP y Vox. La presencia de ministros en las listas supone también como un reclamo.