ELECCIONES GENERALES 23J

Sánchez reta a Feijóo a seis cara a cara para darle la vuelta a las encuestas

Plantea un debate cada semana con el candidato popular para contrastar proyectos y porque solo hay dos presidentes posibles

Sánchez reta a Feijóo a seis cara a cara para darle la vuelta a las encuestas

Foto: DAVID CASTRO / PI Studio

Pedro Sánchez tiene que arriesgar. Claramente por detrás de Alberto Núñez Feijóo en la mayoría de las encuestas, y con el ciclo político en contra tras la debacle que sufrió el PSOE en los recientes comicios autonómicos y municipales, el presidente del Gobierno necesita reactivar a su electorado, buscando el contraste con su principal rival y extremando las llamadas al voto útil, como si Sumar y Podemos no existieran.

Este lunes, el líder socialista, siempre dado a los gestos audaces, ha propuesto algo que no tiene precedentes en la historia democrática española: celebrar seis cara a cara con Feijóo de aquí a las elecciones generales del 23 de julio, adelantadas por Sánchez tras la derrota sufrida por los socialistas en casi todos los territorios. El PP, a quien conviene una menor exposición porque va por delante, ha tardado muy poco en rechazar el desafío. "España no está para excentricidades", ha señalado el portavoz de los conservadores, Borja Sémper.

“Quiero que estas sean las elecciones de los debates democráticos. ¿Qué es lo que propongo? Que cada semana se celebre un debate cara a cara entre Feijóo y yo. No ponemos condiciones. Desde el mismo lunes, estoy dispuesto a contrastar con el candidato sus visiones y sus proyectos”, ha anunciado el jefe del Ejecutivo en un encuentro sobre los fondos europeos organizado por ‘Eldiario.es’. 

Porque la verdadera disyuntiva de la inminente cita con las urnas, ha argumentado Sánchez, es esta: “O Sánchez o Feijóo. Se pueden agregar otros matices, pero esta es la elección, solo hay dos presidentes posibles”. El líder del PSOE, por lo tanto, evita cualquier tándem con Yolanda Díaz, a la que solo le quedan cinco días para alcanzar un acuerdo con Podemos dentro de su candidatura, llamada Sumar.

Según su visión, él es el único que puede parar la “ola ultraconservadora” del PP y Vox, y la mejor manera de plasmarlo son los cara a cara, una propuesta que ya ha contado con la oposición de Díaz. "Quien crea que el futuro de España se resume en una foto de Pedro Sánchez y Feijóo está fuera de la realidad de nuestro país. El bipartidismo es el pasado. Vamos a seguir sumando para construir el futuro", ha reaccionado en Twitter la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo.

"Es un Sánchez o Feijóo"

Aun así, Sánchez no rechaza otros debates con el resto de aspirantes. Algo que él mismo ha recordado a Díaz, durante la comparecencia que ha protagonizado un par de horas después, en la Moncloa, junto al primer ministro de Suecia, el conservador Ulf Kristersson. Pero los cara a cara tendrían absoluta prioridad. De momento, la Moncloa ha recibido cuatro propuestas de este tipo por parte de distintos medios de comunicación: Mediaset, Atresmedia, Prisa y RTVE. Todas están aceptadas, ha dicho el presidente. “O Sánchez o Feijóo”, ha insistido Sánchez, intentando desmontar la disyuntiva planteada por el PP, que es “o Sánchez o España”.

“Es un eslogan peligroso. Es tanto como acusar a todos los votantes socialistas de ser antiespañoles. Además de peligroso, es serio. Estoy convencido de que los votantes del PP y Vox tienen su forma de querer España, muy distinta a la nuestra. Todas las papeletas son españolas. El PSOE es el único partido que lleva en sus siglas el nombre de España. En amor a España no nos van a ganar", ha defendido Sánchez, ya en modo claramente electoral.

Cambio respecto a 2019

La defensa ahora de los 'cara a cara' con Feijóo supone una contradicción con la estrategia que la Moncloa mantuvo en 2019, cuando, a toda costa, intentó incluir a Vox. En los prolegómenos de las elecciones de abril el PSOE apostó por debates con el resto de candidatos: además de Sánchez, Pablo Iglesias, Pablo Casado, Albert Rivera y Santiago Abascal. Se defendió la inclusión del líder de Vox, a pesar de que esta formación no tenía representación parlamentaria. No pudo hacerse porque lo impidió la propia Junta Electoral Central. Abascal sí pudo participar en la repetición electoral de noviembre de 2019.

Pero la pretensión de contrastar con Feijóo no es nueva. La Moncloa la ha explotado ya durante los últimos meses. Tras el ascenso del gallego a la cúpula popular y la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía, en julio de 2022 el PP se puso por delante en las encuestas. Eso impulsó una estrategia para "desmontar" a Feijóo y hacer ver a la opinión pública que ni era un dirigente moderado ni un buen gestor, según los socialistas.

Una de las fórmulas empleadas fueron los debates monográficos en el Senado, donde Sánchez entró directamente en el 'cuerpo a cuerpo'. Antes de la debacle del 28M, la sensación en la cúpula del PSOE y en el Gobierno es que les había dado resultado porque la imagen pública de Feijóo se debilitó, también por algunos errores propios y desconocimiento de asuntos esenciales. Esa supuesta debilidad, tanto en política internacional como incluso en temas económicos, es que la Moncloa quiere ahora exprimir, a la vez que permite que Sánchez venda su gestión. "Vamos a hacer una campaña en positivo", ha concluido Sánchez.