ELECCIONES 28 DE MAYO

Podemos afronta sus elecciones más inciertas y fía su futuro a la entrada en gobiernos

Las elecciones municipales y autonómicas de este 28M, en directo

El éxito o fracaso del partido no se medirá en votos, sino en su papel decisivo para sumar mayorías

Ione Belarra e Irene Montero en un acto de campaña en la Plaza Chueca de Madrid

Ione Belarra e Irene Montero en un acto de campaña en la Plaza Chueca de Madrid / EFE

Todo o nada. Podemos se desliza en esa fina línea entre el éxito o el fracaso en las elecciones de este domingo. El empate técnico entre bloques en la mayoría de territorios deja a los morados entre dos escenarios: ser decisivos para la formación de gobiernos regionales y aumentar su poder institucional, o pasar al ostracismo como una fuerza secundaria y protagonismo reducido. El resultado no sólo depende de los méritos propios, sino de la fuerza que logre el PSOE, de quien dependen para articular las coaliciones.

El escrutinio de Podemos en las eleciones de este domingo no se medirá en el número de votos, sino en su capacidad de condicionar la política autonómica y local. Y en esa clave se harán las lecturas del día después. El partido se ha cuidado mucho de no fijar objetivos concretos que puedan volverse en contra, pero la meta es clara: pasar a gobernar en el máximo de lugares posible.

Alejandra Jacinto y Ione Belarra en Madrid.

Alejandra Jacinto y Ione Belarra en Madrid. / EFE

El balance de daños tras su paso por las urnas se podrá calibrar en función de varias claves. La primera de ellas es si reeditan las coaliciones autonómicas allí donde ya gobiernan. Comunidad Valenciana, Aragón, Navarra, Canarias, Baleares y La Rioja son lugares donde comparten gobierno con los socialistas. Menos el caso riojano, donde la consejera de la cuota Podemos fue expulsada y donde las encuestas descartan que la izquierda mantenga el poder, los morados confían en resistir en el resto de territorios.

LA JOYA DE LA CORONA

Tiene especial relevancia la Comunidad Valenciana, su joya de la corona a nivel autonómico en la que aspiran a reeditar el tercer Pacto del Botànic que en 2015 y 2019 sellaron PSOE, Compromís y Podem. Los pronósticos son inciertos, y un puñado de votos puede decantar la balanza. Los sondeos dejan a Podem ligeramente por encima de la barrera electoral: su entrada en Les Corts es necesaria para reeditar el Botànic frente al pujante PP de Carlos Mazón.

Irene Montero, Héctor Illueca y Ione Belarra en un acto de campaña 

Irene Montero, Héctor Illueca y Ione Belarra en un acto de campaña  / EFE

El candidato morado, Héctor Illueca, no sólo es vicepresident del Govern, sino que ostenta también la Conselleria de Vivienda, lo que le permitió este viernes convertir a esta plaza en la primera que solicita formalmente la aplicación de la Ley de Vivienda nacional, la que el partido considera uno de los grandes éxitos del Gobierno de coalición. Y un filón que quiere seguir explotando desde esta plaza en la próxima legislatura.

Conforme avanzaba la campaña y aumentaba el nerviosismo en las filas moradas, han ido arreciando las críticas a Compromís, a quienes han tildado de "partido de centro" y acusado de connivencia con los poderes fácticos; un recurso discursivo habitual en Podemos conforme se aproximan los comicios. No es baladí que Pablo Iglesias se desplegara este viernes en Valencia para el cierre de campaña, en un intento por movilizar al electorado.

Irene Montero con los candidatos valencianos, Pilar Lima y Héctor Illueca. 

Irene Montero con los candidatos valencianos, Pilar Lima y Héctor Illueca.  / EFE

Resistir

A diferencia de Comunidad Valenciana, donde la moneda está en el aire, parece más cierta la reedición de Navarra, donde la mayoría de PSN, Podemos y Geroa Bai se da casi por asegurada. En Baleares, donde los morados también ocupan la vicepresidencia del Govern, PP y Vox crecen ostensiblemente y quedan a un par de escaños de la mayoría absoluta, según los sondeos, que apuntan a que socialistas y morados deberían sumar a cuatro partidos mayoritarios para articular un nuevo ejecutivo de coalición.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en un acto este sábado.

La secretaria general de Podemos, Ione Belarra, en un acto / EFE

Menos claro parece en Canarias, donde el PSOE de Ángel Víctor Torres se mantiene como primera fuerza, pero el empuje de los populares convertirá a Coalición Canaria en llave de gobierno. Algo similar sucedería en Aragón, donde Aragón Existe emerge también como un partido decisivo -quedando por delante de los morados-, mientras PP y Vox rozan la mayoría absoluta. En ambos casos, Podemos se convierte en parte del gobierno o pasa a ser una formación minoritaria.

Ampliar poder territorial

Además de preservar las plazas ya conquistadas, Podemos mira con esperanza tres lugares donde aspiran a ser decisivos y entrar también a gobernar: Extremadura, Asturias y Cantabria. En el caso extremeño, el retroceso de Guillermo Fernández Vara, que perdería la mayoría absoluta, le obligaría a pactar con la federación morada. Podemos aguanta en esta región con los mismos resultados que en 2019, contra la tendencia generalizada de pérdida de escaños, un fenómeno que se producirá en la mayoría de territorios según los sondeos, con pocas excepciones como la Región de Murcia

El retroceso del PSOE y la pérdida de mayorías en Extermadura o Asturias convertiría a Podemos en un actor necesario

Si Extremadura o Murcia suponen una excepción a la hora de sostener sus resultados, también lo es Cantabria, donde la alianza de Podemo e IU confía en obtener representación tras quedar fuera en 2019, donde ambas fuerzas concurrieron por separado. Si los morados logran representación, todo apunta a que serían clave para que el regionalista Miguel Ángel Revilla pueda reeditar su mandato. De ser necesarios, los morados exigirán entrar en la coalición que a día de hoy forman PRC y PSOE.

Menos claro parece el caso de Asturias, donde el sistema de investidura favorece la gobernabilidad. Allí los partidos no pueden tumbar la investidura del socialista Adrián Barbón, que se mantiene como primera fuerza, a menos que articulen una alternativa con más apoyos. En estos momentos los sondeos apuntan a que la suma de PP y Vox podría superar al PSOE en escaño, de manera que sería necesario el apoyo de otras fuerzas. En función de los apoyos que requiera, los morados podrían ser imprescindibles, como también IU, que se presenta por separado.

Madrid, la gran apuesta

Si bien es cierto que el peso institucional de Podemos condicionará su futuro político, también lo es que el partido ha centrado su campaña nacional en obtener representación en Madrid. Los sondeos no aseguran su entrada ni a nivel autonómico ni municipal, y la cúpula al completo se ha volcado para sobrevivir en el kilómetro cero del país.

Tras una campaña proclamando por tierra, mar y aire que su entrada puede ser decisiva para romper el empate entre bloques y desalojar a Isabel Díaz Ayuso y, en mayor medida, a José Luis Martínez Almeida, quedar fuera de las instituciones sería la mayor muestra de debilidad para un partido que ha puesto toda la carne en el asador por este objetivo.

Irene Montero, en un acto de campaña. 

Irene Montero, en un acto de campaña.  / EFE

Desaparecer en Madrid no sólo sería un golpe a nivel simbólico, sino que le dejaría en un lugar comprometido de cara a las negociaciones con Yolanda Díaz que se abrirán en los próximos días. El camino quedaría abierto para Más Madrid, formación abiertamente afín a Sumar, con al que guardan especial rivalidad y con quien compiten directamente por representación en la futura candidatura a las generales.

Símbolos del cambio

Otros factores que tomarán la medida del éxito o fracaso de Podemos este domingo serán las plazas simbólicas para la izquierda a nivel municipal. Es por ejemplo el caso de Rivas, el municipio de Madrid gobernado tradicionalmente por IU y donde se intentó una candidatura de unidad al estilo de Sumar que finalmente dinamitó Podemos. Si la división del voto hace perder la alcaldía a la izquierda, supondría una dura derrota, de la que el partido sería directamente responsabilizado.

Barcelona es otro de los símbolos de la izquierda. Las encuestas están ajustadas en la ciudad de Ada Colau y un triple empate dejan un escenario abierto. Pese a esto, las ministras de Podemos han rehuido la capital catalana para evitar dar su apoyo a la líder de los Comuns, que se ha convertido en principal aliada de Yolanda Díaz.

Perder Barcelona supondría un importante retroceso para el espacio, aunque Podemos podría verse fortalecido a nivel interno, puesto que Díaz perdería un referente institucional y el apoyo de Colau a Sumar perdería fuerza y dejaría más espacio a los morados.