Feijóo deberá decidir si recupera la Comunidad Valenciana gracias a Vox y su condenado por violencia machista

Carlos Flores Juberías es un nombre que no es conocido todavía para la mayoría de los españoles, pero puede empezar a copar titulares a partir de la semana que viene. Flores Juberías es el cabeza de lista de Vox en la Comunidad Valenciana y el PP, según todas las encuestas, si quiere recuperar ese Gobierno autonómico, necesitará pactar con la formación de ultraderecha.

No sería nada nueva esa entente entre populares y radicales, porque Alfonso Fernández Mañueco (PP) también los precisó en Castilla y León y gobierna en coalición con ellos. Les dio una vicepresidencia y tres consejerías. El problema para Alberto Núñez Feijóo se va a multiplicar porque en este caso, además, Flores Juberías carga con una condena de un año de prisión por violencia machista contra su exmujer. La Audiencia de Valencia lo castigó en 2002 por "violencia psicológica habitual" y 21 faltas de coacciones, injurias y vejaciones, según reveló el diario 'Levante-EMV', del grupo Prensa Ibérica.

Cómo queda el "mapa de manera global"

En la dirección del PP el asunto preocupa mucho. Fuentes de la cúpula consideran que "es diferente si necesitas uno o dos diputados de Vox para la investidura que si necesitas a más de 10 y los tienes que meter en el Gobierno". Los altos cargos del equipo de Feijóo no quieren hablar de pactos poselectorales y piden tiempo para analizar cómo queda el "mapa de manera global" con Vox. Una solución podría ser plantear la salida de Flores Juberías a cambio de más poder territorial en otra comunidad que presida el PP.

Las encuestas señalan que los ultras sacarán una quincena de escaños y los populares temen que pidan entrar en el Gobierno

Las encuestas señalan que Carlos Mazón, el candidato de los populares, tendrá que pedir el apoyo de todos los diputados que obtenga Vox: 13-14, según el sondeo de Invest Group para los diarios de Prensa Ibérica en la Comunitat Valenciana ('Levante-EMV', 'Información de Alicante' y 'Mediterráneo-El Periódico de Castellón').

Si se cumplen las previsiones, Mazón será el candidato más votado (puede llegar a los 36 escaños), pero se quedará muy lejos de los 50 parlamentarios que requiere la mayoría absoluta. Él repite por activa y por pasiva que desea gobernar en solitario, pero en privado miembros de la dirección nacional admiten que dan por hecho que pedirán formar un Ejecutivo de coalición, como en Castilla y León. ¿Se compromete a gobernar sin consejeros de Vox? "Me comprometo a hacer caso a los valencianos", respondía en 'El Mundo' este martes, tratando de esquivar el problema.

El voto de Ciudadanos

Feijóo, que organizó su mitin central de campaña el pasado domingo en Valencia precisamente, empezó a lanzar el mensaje que más va a repetir esta segunda semana de campaña, una vez superada la polémica por las listas de EH Bildu: "Unamos el voto en torno al PP para hacer posible la buena política y el cambio en la Comunitat Valenciana y en España". El presidente de los populares apeló directamente a los votantes de Ciudadanos y de Vox.

Según la encuesta para Prensa Ibérica, el PP crece gracias al hundimiento de Ciudadanos, que puede caer hasta el 2,2% de los sufragios, de manera que no podrá entrar en las Corts al no superar la barrera mínima del 5%. Eso supondrá la pérdida de la presencia de los naranjas en el Parlamento autonómico, donde hace cuatro años consiguieron 18 escaños. Feijóo y Mazón quieren convencer a los votantes de Ciudadanos que resisten en la Comunitat a que cojan la papeleta del PP y ayuden a fortalecer al único que puede desbancar al socialista Ximo Puig de la presidencia. Puig aspira a revalidar su pacto del Botànic y seguir en el cargo con el respaldo de Compromís y Unides Podem.

El apoyo determinante de Vox a los populares para torcer el brazo a los socialistas también se puede repetir en otras comunidades autónomas (Castilla-La Mancha, Extremadura, Aragón y La Rioja, entre otras), ya que el partido de ultraderecha es prácticamente el único socio del PP. Ese respaldo no preocupa por lo general a la dirección conservadora. Varios barones y dirigentes consultados por este diario repiten estas semanas la frase de "Vox ya no da miedo a los españoles", sin querer entrar a analizar las políticas xenófobas y negacionistas del cambio climático y de la violencia machista de sus políticos, con Santiago Abascal a la cabeza.