ELECCIONES 28M

Los 43 municipios de España donde nadie quiere ser alcalde

En Navarra están 37 de las localidades sin candidatos: no celebrarán comicios el 28 de mayo y volverán a intentarlo en noviembre para evitar una gestora

Urna electoral

Urna electoral / PEPE ENCINAS

Miriam Ruiz Castro

Miriam Ruiz Castro

El 28 de mayo se celebra en los municipios de España la fiesta de la democracia. Pero no todos están invitados. En 43 de ellos, faltarán urnas y papeletas. Nadie quiere gobernar en sus consistorios, y no es la primera vez que pasa.

En un municipio de Teruel, otro de Segovia, cuatro de Burgos y 37 de Navarra no se han presentado candidaturas, según los datos facilitados por el Ministerio del Interior a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA. Tal y como marca la ley, los 8.165 electores que conforman el censo de estas 43 localidades tendrán que probar suerte dentro de seis meses, a ver si alguien se anima. Si no, se pondrá en marcha una gestora.

Y en lo que a alcaldías desiertas se refiere, la mayoría absoluta se la lleva la Comunidad Foral de Navarra, donde casi el 70% de los municipios tienen menos de 1.000 habitantes. Ahora son 37 los que no cuentan con candidaturas, pero en los comicios de 2019 ya fueron 31. Aquí, el tamaño importa. De estos 37 pueblos, el más grande es Barásoain y tiene solo 621 habitantes. Otros nueve no llegan a cien vecinos, y en Aribe e Izalzu son poco más de una treintena.

Juan Carlos Castillo, presidente de la Federación Navarra de Municipios y Concejos, cree que en pueblos tan pequeños y con pocos recursos hay pocos incentivos —“poquísimos”— y demasiados inconvenientes para dar un paso adelante. “Las relaciones son muy directas y hay que tomar decisiones complejas y, a veces, impopulares, y hablamos de una actividad profesional complementaria, no de políticos profesionales; todo suma para que la gente no opte por presentarse”, señala. Y sabe de lo que habla. Castillo es también alcalde de Peralta, un municipio de 6.000 habitantes. “Aquí ya cuesta muchísimo hacer listas para presentarnos a las elecciones, imagínate en municipios de cien o cincuenta habitantes. Es todo muy directo, muy personal y más difícil de gestionar”, insiste.

Los problemas que cita Castillo no parecen exclusivos de la Comunidad Foral. ¿Qué ocurre particularmente en la región? “En realidad en Navarra no pasa nada, pero para ser alcalde hacen falta muchas ganas y cada vez es más complicado gestionar un ayuntamiento”, señala Juan Jesús Echaide, responsable de comunicación de la Federación. “Lo que me extraña es que no ocurra lo mismo en el resto del Estado”, añade.

El 30% de la población navarra reside en Pamplona, la capital. Allí concurren once listas, que aspiran a gobernar una ciudad que reserva al alcalde un salario de 68.000 euros al año y un presupuesto a gestionar de 259 millones de euros. Pero en el resto de la región, la realidad es otra. “Navarra en su conjunto no tiene un problema de despoblación, pero sí que hay problemas en zonas concretas. Son municipios alejados de todo tipo de servicios, con población envejecida y cuyos problemas son difícilmente abordables desde el ayuntamiento”, dice Castillo.

Gestora o lista… o paracaidistas

Aunque el 28 de mayo no haya elecciones locales en estos 43 municipios, el problema estará lejos de quedar resuelto. Sus alcaldías quedarán en funciones y, tal y como marca la ley, se abrirá un plazo de seis meses. En noviembre la amenaza será otra: si no hay candidatura, gobernará una gestora. Como señala Echaide, es un salto arriesgado, pero con red.

La experiencia de 2019 dice que en el segundo intento los candidatos surgen de debajo de las piedras. En los tres municipios de Burgos que tuvieron que convocar comicios parciales se presentaron varios candidatos de distintos partidos. En Torregalindo fueron tres de Ciudadanos, dos del PSOE y otros dos de Vox. En Zael, uno de Vox, otro de PSOE, otro de Ciudadanos y tres del PP; y en Campolara, dos de Vox y uno de Ciudadanos. En este último, los mismos vecinos que no habían logrado formar una candidatura trataron de movilizarse contra los “paracaidistas” de los partidos nacionales. Por el pueblo aparecieron panfletos llamando a no votar para no dar el gobierno a “extraños con intereses desconocidos” y “políticos que buscan la alcaldía por motivos meramente partidistas”. Algo de efecto surtió: solo votaron cuatro personas de las 54 censadas.

En Navarra, al menos una decena de municipios fueron reincidentes. Tampoco hubo candidatos al segundo intento y la opción preferida fue la gestora, formada por miembros de la anterior corporación dispuestos a continuar y otros designados para cubrir los huecos que queden. Para la vida de los ciudadanos, no parece que haya grandes diferencias. “Si las hubiera, el problema estaría resuelto”, indica Castillo. Sí hay una amenaza que se cierne sobre los concejos: que no haya candidaturas dos legislaturas consecutivas es una causa de extinción.

En Aranarache (71 habitantes) o Vidángoz (80) ya gobiernan gestoras y de nuevo no hay candidatos para las listas. Castillo apunta también a otro motivo, mucho más emocional en tiempos de polarización: “La falta de dignificación que sufre la política desde la propia opinión pública no contribuye nada a que los ciudadanos puedan dar un paso adelante”, sostiene.

Implantación territorial

Las formaciones políticas no llegan a todos los territorios ni tienen músculo en los pueblos más pequeños. El PSOE ha presentado 7.374 candidaturas para el 28 de mayo, el 90,6% de los ayuntamientos, una cifra superior a las 7.040 que presenta el PP. El resto de partidos nacionales tienen menos implantación municipal: Vox ha presentado unas 1.800 listas y Podemos, unas 1.500, la mayoría en coalición con IU u otras fuerzas de izquierda.

En muchos pueblos, además, la política no se hace desde los partidos. Sus entidades locales están gobernadas por agrupaciones de vecinos, que alcanzan sus propios acuerdos al margen de colores políticos. En otros casos, un mismo candidato concurre indistintamente bajo unas u otras siglas. En El Recuenco, un municipio alcarreño de 62 habitantes, Paulino Collada ha sido alcalde por Alianza Popular entre el 79 y el 87, después por el PSOE hasta 2019 y ese mismo año se presentó a la reelección por el PP, pero no tuvo suerte.

Votar cuando ya se conoce el resultado

Además de los 43 pueblos que no tendrán urnas para las municipales, hay otros donde la noche electoral se vaciará de su principal ingrediente: la emoción de la incertidumbre. Allí las tertulias políticas tienen poco recorrido: votar es un mero trámite porque ellos ya saben quién les gobernará los próximos cuatro años.

Cuarenta municipios de Burgos, una docena en Soria, más de cincuenta en Navarra… Son municipios en los que solo se ha presentado una candidatura. Desde el Ministerio del Interior recuerdan que, por acuerdo de la Junta Electoral Central, en todos ellos habrá que votar igualmente.

En muchos municipios, esa papeleta es fruto del consenso previo entre vecinos. En Llardecans y Alcanó (Lleida) se celebran primarias abiertas entre sus habitantes. La lista resultante se presenta a las elecciones y el 28 de mayo se ratifica en las urnas. En Valdepiélagos (Madrid), los vecinos diseñaron su lista en marzo —la Candidatura Independiente de Valdepiélagos (CIV)— y la presentan a los comicios, como llevan haciendo 40 años. Sin embargo, esta vez hay otras candidaturas registradas: una de Vox, otra de la agrupación de electores ‘Vecinos por Valdepiélagos’ y la de ‘Escaños en blanco’. Es la primera vez que ocurre, pero una de las mujeres que conforman la lista confeccionada por los vecinos en marzo asegura a este periódico que siempre logran mucho respaldo. “Y este año será igual, no nos preocupa que de pronto se haya colado un partido”, señala.

Novatos’ sin candidato

Entre los pueblos que se estrenan en la lista de los que no tienen candidatos para los comicios del 28 de mayo está el municipio segoviano de Cabezuela, de 640 habitantes. Pese a que en 2019 se presentaron tres listas, PP, PSOE y Ciudadanos, este año no han conseguido ponerse de acuerdo para las candidaturas. Aquí gobierna el PSOE desde hace 12 años, pero la alcaldesa no repetirá por “motivos personales”.

En Monroyo, Teruel, sí se presentaron dos listas —una del PSOE y otra del PAR— pero no han sido proclamadas por no contar con los miembros necesarios. La actual alcaldesa ya advirtió que no repetiría, y el futuro del gobierno local se decidirá dentro de seis meses. Para entonces, es de esperar que haya más candidatos y candidatas en las listas. Aunque algunos aparezcan de debajo de las piedras.