ENERGÍA

Del MidCat al BarMar, las claves del gasoducto entre Barcelona y Marsella

Una tubería submarina sustituirá al conducto que debía cruzar los Pirineos

Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y António Costa.

Pedro Sánchez, Emmanuel Macron y António Costa.

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Agustí Sala

Con la invasión de Rusia a Ucrania se desempolvó el proyecto del MidCat, el gasoducto que debía conectar España con Francia a través de los Pirineos, paralizado desde hace años. Una de las entidades que más presionó para que se llevara a cabo este proyecto fue la patronal catalana Foment del Treball. El Gobierno asumió la idea con el objetivo de que en el futuro sirviera para que transitara hidrógeno verde. Tras la última reunión de los presidentes Pedro Sánchez, Emmanuel Macron (Francia) y Antonio Costa (Portugal), el MidCat ha pasado a ser historia y la alternativa pactada, bautizada como BarMar, sin que se hayan dado a conocer muchos detalles ni técnicos ni de financiación, es una tubería submarina entre Barcelona y Marsella, bautizada como BarMar, para transportar hidrógeno verde y temporalmente, gas natural.

La conexión

Uno de los cambios principales es que la conexión, en vez de realizarse a través de los Pirineos, una idea rechazada por el presidente francés por considerarla costosa y por entender que entraría en marcha dentro de unos años, será submarina. Este corredor verde de 360 kilómetros conectará el puerto de Barcelona, donde está la mayor de las seis regasificadoras de la península ibérica (transforman el gas líquido transportado en barcos), con el de Marsella.

Eso permitirá transportar el gas que procede Argelia a través de la península ibérica y llevarlo a Francia y de ahí al resto de Europa. Por eso Alemania, que ha presionado para que se acordara algún tipo de interconexión para reducir su elevada dependencia del gas ruso, aplaude la iniciativa. Lo que parece rechazarse es otra conexión submarina entre Barcelona y el puerto italiano de Livorno, que también reclaman entidades como Foment del Treball. Para asegurar las interconexiones de fuentes renovables a futuro el acuerdo incluye el compromiso de concluir el proyecto que conecta Celourico da Beira, en Portugal, y Zamora (CelZa).

La materia prima

Otro de los cambios con respecto al MidCat, pensado para el transporte del gas y en el futuro modificarlo para que pudiera circular por el mismo hidrógeno verde, es que se piensa al revés. Es decir, se diseñará para llevar hidrógeno verde, un combustible no contaminante obtenido mediante el uso de energías renovables en su producción, e inicialmente, durante un periodo de transición, para que circule por el mismo gas natural.

La financiación

Una de las claves del proyecto, como sucedió con el MidCat es quién o cómo se financiará. La ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera defendía que al ser un proyecto europeo, la financiación del MidCat debería correr a cargo de la Unión europea (UE). No se ha detallado en el caso del BarMar de dónde saldrá el dinero o quién lo financiará. Este es un asunto esencial. España apuesta por los fondos europeos. Ese será uno de los puntos de discusión en las próximas semanas. Tampoco se ha dado a conocer el coste de esta infraestructura.

Los vencedores y vencidos

Enterrar el MidCat, con una inversión prevista de más de 3.000 millones de euros en la que debía participar Enagás, sin ninguna alternativa hubiera sido una auténtica derrota para España y Portugal, que también se beneficia del BarMar y mejorará su interconexión con la red española. Con la nueva infraestructura propuesta el presidente francés Emmanuel Macron evita conflictos internos al enterrar un gasoducto que debía discurrir por una zona protegida.

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Por su parte Pedro Sánchez y Antonio Costa, los presidentes de España y Portugal, pueden 'vender' que han logrado un acuerdo para una interconexión con el resto del continente. Una de la ideas es que Barcelona y, por ende, España, se convierta en el 'hub' del gas y luego del hidrógeno verde del sur de Europa. Es algo que estimula también un proyecto previsto con fondos europeos como el valle del hidrógeno en la zona de Tarragona y que ha merecido el aplauso del 'president' Pere Aragonès.

Los plazos

Esa es una de las incógnitas, ¿cuándo podrá funcionar la nueva infraestructura? No se han dado a conocer previsiones en ese sentido, pero en todo caso se trata de una obra a medio o largo plazo, con cuestiones esenciales por resolver como la financiación. Es es una de las claves: si se considera un proyecto entre países individuales o un proyecto de envergadura europea y que por tanto, merece ser financiado por Bruselas.

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