TRAS EL RÉCORD DE 2021

Las renovables presionan al Gobierno para disparar los objetivos verdes en plena crisis energética

  • La patronal fotovoltaica UNEF reclama que el nuevo Plan de Energía y Clima eleve hasta un 66% su previsión de nueva solar hasta 2030, multiplicando por cuatro la potencia actual. Se suma a la asociación eólica, que pide un aumento del 26%

  • La asociación admite que cientos de nuevas plantas solares están en riesgo por el retraso en la tramitación en pleno el colapso de la Administración, pero pide más ambición

Paneles fotovoltaicos en Extremadura.

Paneles fotovoltaicos en Extremadura. / TONI GUDIEL

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La energía solar bate récords en España. Tras años de parón, el sector se ha instalado en un crecimiento constante y cada vez mayor. El año pasado se instalaron en España 4.690 megavatios (MW) de nueva potencia fotovoltaica, nuevo máximo histórico, con fuertes incrementos tanto en plantas solares en suelo (3.487 MW, un 20% que el año anterior) y sobre todo en autoconsumo (1.203 MW, más del doble).

La previsión de la Unión Española Fotovoltaica (UNEF), la principal patronal del sector, es que este año volverá a marcarse nuevo récord tanto en instalaciones en plantas y como en autoconsumo, a pesar de los cuellos de botellas que se está encontrando el sector para conseguir los permisos para nuevas plantas por parte del Gobierno y de las comunidades autónomas y para lograr el acceso para enchufarse a la red eléctrica.

La patronal fotovoltaica quiere acelerar la expansión de la energía solar y ya ha reclamado al Gobierno en plena crisis energética que amplíe los objetivos de despliegue hasta 2030. El Ejecutivo prepara una actualización del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC), la hoja de ruta para avanzar en el proceso de descarbonización y que marca los objetivos del mix de generación eléctrica hasta final de la década. La asociación ha aprovechado el proceso de consulta pública abierto por el Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por la vicepresidenta Teresa Ribera, para presentar alegaciones y reclamar más ambición.

UNEF presiona al Gobierno para elevar los objetivos de expansión de la fotovoltaica en el mercado español desde los 39.000 MW que plantea la actual versión del PNIEC y dispararlos hasta entre 55.000 y 65.000 MW de nueva potencia hasta 2030, con incrementos de entre el 40% y el 66% en relación al actual escenario, según reconoce José Donoso, director general de la patronal fotovoltaica. En esa nueva potencia se incluirán 15.000 MW de instalaciones de autoconsumo, que hasta ahora no se recogen en el plan gubernamental. .

Alcanzar esos nuevos objetivos que plantea UNEF implicaría más que triplicar la actual potencia instalada en España, donde están en funcionamiento plantas fotovoltaicas con una capacidad total de 17.700 MW, según los últimos registros actualizados de Red Eléctrica de España, el gestor del sistema eléctrico nacional. La asociación empresarial defiende que la nueva hoja de ruta recoja una mayor apuesta por la electrificación de la economía y, en paralelo, más fuentes renovables para conseguirlo. “Hay que ir más allá. Tenemos un sector que quiere invertir más y una sociedad que lo necesita”, sostiene Donoso. “No hay ninguna justificación para no ser más ambiciosos”.

La patronal fotovoltaica se une así a la reclamación de la Asociación Empresarial Eólica (AEE) de elevar las metas de instalaciones de generación de electricidad con viento. La patronal eólica ha transmitido también en las alegaciones al nuevo PNIEC aumentar desde los 50.300 nuevos MW ahora contemplados en el plan hasta un total de 63.000 MW adicionales, un 26% más. La petición de la AEE contempla sumar 3.000 MW de eólica marina, 9.500 MW de eólica terrestre dedicada a fabricar hidrógeno, 750 MW de eólica terrestres adicional y contemplar también una repotenciación de 15.000 MW de parques ya existentes.

Aluvión de solicitudes

El Gobierno va a revisar los términos del PNIEC actual, en línea con las exigencias de la Unión Europea, ahora que han quedado desbordados por el aluvión de solicitudes que se acumulan para levantar nuevas plantas de energías verdes. Frente a los 39.000 MW de nueva fotovoltaica contemplados en el plan oficial, actualmente hay unos 80.000 MW con trámites administrativos ya iniciados y sometidos a información pública. En concreto, hay plantas con 2.800 MW ya en construcción, 7.100 MW que cuentan con la autorización de construcción, otros 8.000 MW que ya tienen la declaración de impacto ambiental y más de 62.000 MW que han activado los procesos administrativos iniciales.

Las administraciones y el propio sector de las renovables dan por seguro que una parte importante de ese aluvión de solicitudes no tienen ningún proyecto real detrás y que los promotores acabarán retirando la petición o le será denegada. El gran problema, el gran lujo que la economía española no se puede permitir en plena transición energética, es el de los cientos de proyectos que sí cuentan con proyectos energéticos detrás y que están en riesgo de que no salgan adelante por el retraso que acumulan las Administraciones.

Según las estimaciones de UNEF, 77 plantas fotovoltaicas están en construcción y 235 ya tienen todos los permisos para empezar las obras. Pero 232 sólo cuentan con la declaración de impacto ambiental y otras 1.185 plantas (de las que una gran parte nunca saldrán adelante porque no tienen un proyecto real detrás) están en fases iniciales de tramitación. En la práctica, varios cientos de futuras instalaciones están en peligro por el colapso administrativo.

Colapso de la Administración

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El Gobierno aprobó el pasado diciembre una ampliación de los plazos para que los promotores renovables obtengan algunos de los permisos intermedios (la declaración de impacto ambiental y la autorización administrativa previa), evitando que cientos de proyectos decayeran por el retraso de las administraciones, y que los promotores pudieran perder los avales presentados para obtener las licencias y los permisos de acceso a la red conseguidos. Con los nuevos plazos, la mayoría de proyectos han de contar con esos permisos a final de este año o muy a principios de 2023.

La avalancha de proyectos renovables sigue siendo tal que ha acabado por colapsar las Administraciones encargadas de conceder los permisos y provocando enormes retrasos en la tramitación (el Ministerio para la Transición Ecológica en el caso de grandes proyectos de más de 50 MW y las comunidades autónomas para las plantas de menor potencia). Los retrasos amenazan con expulsar proyectos que sí cuentan con un plan de construcción real.