HIPOTECAS

Gobierno y banca estudian medidas de apoyo a hipotecados en dificultades por la escalada del euríbor

El Ministerio de Economía y el sector analizan iniciativas adicionales al código de buenas prácticas para deudores en problemas

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía.

Nadia Calviño, vicepresidenta primera y ministra de Economía. / JOSÉ LUIS ROCA

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El acelerado endurecimiento de la política monetaria para combatir la espiral inflacionista ha llevado al euríbor a protagonizar en los últimos diez meses la subida más rápida de su historia, que está lejos de haber tocado techo. Ello ha comenzado a trasladarse incipientemente en forma de subidas cuantiosas de las cuotas hipotecarias a tipo variable, pero su efecto pleno se irá dejando sentir en lo que resta de año y a lo largo de 2022. Para anticiparse a este problema, el Ministerio de Economía y la banca, por un lado, y las propias entidades entre sí, por otro, han comenzado a estudiar posibles medidas de apoyo a los hipotecados que comiencen a sufrir problemas para afrontar los pagos. 

Así lo ha confirmado este miércoles la vicepresidenta económica, Nadia Calviño, en el Congreso: "Estamos trabajando; estamos reuniéndonos estos días con el sector financiero para ver cómo podemos seguir profundizando y avanzando en el apoyo a aquellas familias que puedan tener una dificultad en el pago de la hipoteca". El secretario de Estado de Economía, Gonzalo García Andrés, se reunió este martes con Alejandra Kindelán, presidenta de la AEB (patronal de los bancos tradicionales), y tiene previsto hacer lo propio la semana que viene con los responsables de la CECA (antiguas cajas de ahorro).

De momento no hay nuevas iniciativas concretas avanzadas sobre la mesa, según diversas fuentes consultadas. En esta fase preliminar, el Gobierno quiere asegurarse de que las medidas en vigor para proteger a los hipotecados vulnerables son "eficaces y suficientes" frente al incremento de los tipos de interés, además de analizar si son necesarias más. En particular, Economía ha trasladado al sector que debe aplicar de forma correcta el código de buenas prácticas para la reestructuración de hipotecas creado en 2012 y suscrito por 87 entidades. También viene insistiendo en que la reforma de la ley de contratos hipotecarios de 2019 facilita el cambio de una hipoteca variable a fija.

Presiones y prudencia

Calviño, así, ha querido tomar la iniciativa, ya que está sufriendo presiones tanto del socio minoritario del Gobierno, como de sus aliados parlamentarios y la oposición. Unidas Podemos, así, ha propuesto limitar las subidas de las cuotas hipotecarias variables al 0,1%, mientras que ERC quiere crear un fondo de rescate para ayudar a familias que no puedan pagar. Bildu y Más País también piden medidas y, más a la derecha, Ciudadanos ha propuesto este miércoles que la subida de la cuota sea deducible en el IRPF de forma temporal. 

"Analizaremos todas las propuestas y adoptaremos aquellas que sean más eficaces y también más justas", ha prometido la vicepresidenta. A Economía, eso sí, le preocupa el posible efecto llamada a impagar los créditos que podría producir anunciar medidas ahora que los problemas en el pago de las hipotecas todavía no se han manifestado de forma generalizada. Calviño, de hecho, está insistiendo mucho en que la situación de no se parece en nada a la de la crisis de 2008 por factores como el mayor porcentaje de hipotecas a tipo fijo (25% del total) o el menor capital medio pendiente de pago (82.000 euros).

Iniciativa sectorial

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La morosidad hipotecaria, de hecho, bajó al 2,93% en marzo, último dato disponible en el Banco de España. Pero en la banca se reconoce que tarde o temprano las dificultades surgirán: "Todavía no está aquí, pero el problema va a llegar porque con el subidón del euribor es inevitable". Diversas fuentes financieras confirman que en el sector está en debate desde hace algunas semanas qué tipo de medidas se podrían tomar y se considera muy probable que antes o después se adoptará alguna iniciativa conjunta.

Los bancos, empero, también están preocupados por el posible efecto llamada a los impagos, si bien las voces del sector más partidarias de tomar la iniciativa argumentan que el temor es mayor a lo que luego realmente sucede porque "las familias lo último que dejan de pagar son las hipotecas". Asimismo, en el sector se advierte que no es posible ahora impulsar una moratoria sectorial en el pago del principal de las hipotecas como se hizo en 2020 salvo que la Autoridad Bancaria Europea volviese como entonces a aligerar las provisiones que tienen que hacer las entidades por ello. Si se hiciera una moratoria sin ese alivio, argumentan, su solvencia se vería perjudicada y con ello su capacidad de dar créditos. Economía es sensible a ello.