MERCADO INTERIOR

Bruselas quiere nuevos poderes de emergencia frente a la crisis de suministros

La Comisión Europea propone un mecanismo que le dará poder para pedir a las empresas que reorienten su producción en caso de crisis

La comisaria Margrethe Vestager.

La comisaria Margrethe Vestager. / EFE

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La pandemia de covid-19 puso de manifiesto que el mercado interior europeo no es perfecto. Las medidas unilaterales adoptadas por los Estados miembros al inicio de la crisis sanitaria y la falta de transparencia obstaculizaron la libre circulación de suministros vitales, como respiradores o mascarillas, cuando más se necesitaban, complicando la respuesta europea y agravando la situación. Para evitar que se repita una experiencia similar la Comisión Europea ha propuesto este lunes un nuevo Instrumento de Emergencia del Mercado Único que le permita reaccionar “con rapidez y de forma colectiva”. La iniciativa, que ahora deberá ser negociada y acordada entre Consejo y Parlamento Europeo, otorga nuevos poderes al Ejecutivo comunitario, incluida la posibilidad de obligar a las empresas a expandir o redirigir su producción.

El mecanismo establece tres fases de actuación: modo de contingenciamodo de vigilancia y modo de emergencia. En la primera fase, el objetivo será preparar planes de contingencia y crear una red de coordinación y comunicación para mejorar la preparación. La segunda fase, el modo vigilancia, entrará en acción si se detecta una amenaza al mercado único. En este caso, Bruselas y los Estados miembros tendrán que hacer un seguimiento estricto de las cadenas de suministro de bienes y servicios estratégicos. También tendrán que constitución reservas estratégicas. En caso de una crisis con un amplio impacto en el mercado único, los Estados miembros podrán pasar a la tercera fase y activar -por mayoría cualificada- el modo de emergencia. 

Al contrario de lo que ocurrió al inicio de la pandemia, los Estados miembros no podrán limitar la libre circulación de bienes, servicios o personas en el mercado único, una posibilidad que deberá limitarse a lo estrictamente necesario. La Comisión Europea, en cambio, sí podrá recomendar a los gobiernos que garanticen la disponibilidad de bienes pertinentes para la crisis, facilitando la ampliación o la reorientación de plantas de producción o acelerando la concesión de permisos y certificaciones. Además, podrá recomendar a los gobiernos que distribuyan de manera específica las reservas estratégicas constituidas durante la fase de vigilancia.

Mercado único abierto

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“Durante el covid vimos cómo varias empresas del sector de las fragancias o las bebidas reorientaron su producción para fabricar gel hidroalcohólico. En circunstancias excepcionales, la Comisión también podrá solicitar información a las empresas sobre su producción, acelerar la puesta en el mercado de productos necesarios o invitar a las empresas a dar prioridad a los pedidos de bienes específicos que serán necesarios durante la crisis”, ha explicado la vicepresidenta ejecutiva, Margrethe Vestager, sobre la propuesta de reglamento. Las empresas podrán negarse pero tendrán que explicar “las razones graves” que justifican su rechazo.

“Cada vez que nos enfrentemos a una nueva crisis, podremos garantizar que nuestro mercado único permanece abierto y que los bienes de vital importancia siguen estando disponibles para proteger a los ciudadanos europeos”, ha justificado Vestager que ha comparecido junto al comisario de mercado interior, Thierry Breton, para explicar los beneficios del nuevo mecanismo y la importancia de garantizar un mercado único europeo resiliente. “Proporcionará una respuesta estructural para preservar la libre circulación de bienes, personas y servicios en tiempos adversos” y “garantizará una mejor coordinación con los Estados miembros, ayudará a prevenir y limitar el impacto de una posible crisis en nuestra industria y nuestra economía, y dotará a Europa de las herramientas de que disponen nuestros socios mundiales y de las que nosotros carecemos”, ha añadido el francés.