17 MILLONES ESFUMADOS

Miles de jóvenes pierden 17M con el 'copytrading', la última promesa de los 'youtubers' para hacerles ricos

El conocido 'youtuber' financiero Adrián Sáenz promocionó entre su millón de seguidores un método de inversión llamado 'copytrading', que consiste en copiar a inversores expertos

Sáenz impulsó a un misterioso inversor y puso un enlace de afiliado: por cada persona que invirtiera en él, se llevaba comisión

Más de dos mil personas terminaron copiando a este inversor, que de la noche a la mañana perdió todo el dinero

Imagen de stock de una pizarra de cotizaciones

Imagen de stock de una pizarra de cotizaciones / EPE

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Gabriel Santamarina

Miles de pequeños inversores despertaron el pasado 5 de julio viendo en directo cómo el dinero que le habían confiado a un conocido ‘trader’ se esfumaba hasta quedar reducido a cero euros. "Increíble. Flipando. Se han cepillado casi veinte millones", comentó, hacia las doce del mediodía, uno de ellos en un canal de Telegram habilitado al efecto. "Dios, ¿pero por qué no se pronuncian?", preguntó otro en tono desesperado. El grupo creció y la conversación continuó durante las horas siguientes, con mensajes de desilusión ("yo estoy francamente decepcionado"), menciones al regulador ("si un fondo de inversión pierde este dinero se abren investigaciones de la CNMV en España") y desengaño. "En mi opinión", concluía uno de los afectados, "nos han jodido pero bien y no vamos a oler una".

El 'trader' que se "cepilló" dichos millones —concretamente, 17—  responde al nombre de Leviatán. Operaba en Roboforex, una plataforma de inversión registrada en Belice y no supervisada en España que, entre otros servicios, ofrece la posibilidad de hacer 'copytrading': una vieja fórmula que consiste en copiar los movimientos de otro inversor experto, que a su vez se lleva comisión por ser copiado. "Se copian de forma automatizada las posiciones de un inversor. Cuando este inversor gana, la ganancia se replica porcentualmente en tu cuenta en base al capital que hayas introducido", explica el analista de IG España Diego Marín. "El 'copytrading' cogió cierta fama con plataformas como eToro o Darwinex y después no ha tenido mucho 'boom' hasta ahora, que ha explotado el pastel". 

En el caso que nos ocupa, el 'experto' es Leviatán. Invertía en el mercado de divisas comprando y vendiendo dólares y euros. El depósito mínimo para empezar a copiarle era, al principio*, de 3.000 dólares (ahora mismo, equivalentes a 3.000 euros) y la comisión que se llevaba era del 25% sobre las ganancias obtenidas cada día. Según una captura de su perfil de entonces, llegaron a copiarle 2.324 inversores a los que mantenía actualizados a través de un canal de Telegram en el que solo él podía escribir. Enviaba un resumen diario con las ganancias y un comentario de mercado. El día de la tragedia permaneció en silencio; al siguiente, envió un mensaje de disculpa ("sentimos mucho la pérdida que hoy hemos sufrido"), ofreció una vaga explicación ("no estamos en una situación normal debido a la pandemia, la guerra, la demora en la subida de los tipos por parte del BCE, la inflación y el miedo de los inversores") y animó a la gente a seguir. "De nada sirve lamentarse por lo sucedido, ahora toca aprender (...) Así es la vida, cuando te caes te tienes que levantar (...) Ese es el único camino hacia el éxito y nosotros lo vamos a recorrer, en vuestra mano está si decidís acompañarnos o no". Este mensaje desapareció semanas después porque borró su canal principal de Telegram.

Leviatán es, según se rumorea entre quienes lo seguían, un pseudónimo bajo el que se ocultan dos o tres personas que viven en Andorra. Nadie sabe exactamente quiénes son ni cómo contactarlos, aunque circulan capturas de perfiles en Instagram (con las caras y el nombre de usuario borrados) y hay gente que asegura que son ellos. Entre los inversores que perdieron su dinero hay jóvenes españoles y latinoamericanos. Estos últimos están resignados —"desde aquí poco y nada podemos hacer"—, mientras que uno de los españoles promete dar su nombre y dirección, previo pago de una cantidad "simbólica", a quien quiera ir a buscarlos. 

¿Cómo llegó toda esta gente hasta aquí?

Leviatán —o sus misteriosos integrantes— no sería nadie si otros no hubieran hablado de él. Muchos de los que fueron a copiarle llegaron, explican varios afectados consultados, tras ver los vídeos de Adrián Sáenz, un creador de contenido que suma más de 1,2 millones de suscriptores en YouTube, 160.000 en Instagram y 130.000 en TikTok. ¿A qué se dedica? Sáenz acumula cuatro años subiendo vídeos a redes sociales sobre 'dropshipping' (venta de productos directamente desde el mayorista), comercio electrónico, vender en Amazon, póker, alquiler en Airbnb, fondos de inversión, minería de criptomonedas o NFTs. Cualquier método con el que se pueda ganar dinero es susceptible de aparecer en su canal.

Hace cinco meses, Adrián sorprendió a su audiencia con un vídeo en el que explicaba cómo ganar dinero con 'copytrading'. No es el único —YouTube ya se ha llenado de vídeos de chavales comentando este método de inversión— pero sí uno de los que más reproducciones acumula. Al primer vídeo se sumó otro enseñando cuánto ganaba en una semana, después en un mes y finalmente en dos meses. Casualmente, los tres primeros fueron eliminados de YouTube y solo el último permanece público.

Adrián Sáenz —que no ha contestado a una solicitud de información de EL PERIÓDICO DE ESPAÑA— explica en su vídeo cómo conoció este modelo de negocio. "Hace un año estaba en el gimnasio y se acercó un chico que me dijo: oye, Adrián, he visto alguno de tus vídeos de YouTube y me gustaría recomendarte que empieces a hacer 'copytrading'". Según comenta, lo vio muy arriesgado y no invirtió, algo que cambió radicalmente diez meses después, al considerarlo "una buena idea para hacer en un vídeo". En esta ocasión colocó 3.000 euros en tres 'traders', es decir, en tres sistemas que replicaban a tres expertos. Una semana después había perdido 14 euros en conjunto. Sin embargo, uno de los tres 'traders' sí le había hecho ganar dinero: un total de 18 euros. Ese 'trader' era el famoso Leviatán.

Con total confianza, Sáenz decidió cuadruplicar su apuesta e invertir 5.000 euros en él. A los treinta días tenía sus frutos, unas ganancias en este sistema que rondaban los 966 euros. Mientras tanto, en los dos primeros vídeos, colocó un link de afiliado con el que recibiría una comisión por todos aquellos que se registraran en Roboforex e invirtieran en Leviatán. De esto no hay rastro público ya, pero así lo demuestra otro 'youtuber' que desveló la trágica inversión de Sáenz, Capelo Trading. El propio Sáenz también lo confesó en el último vídeo sobre esta temática.

Con 5.000 euros invertidos y 1.000 euros ganados en un mes, Sáenz duplicó su inversión en Leviatán hasta los 10.000 euros. 63 días después de haber comenzado a copiar a los tres 'traders, Leviatán le ofrecía el mejor retorno, unas ganancias de 7.368 euros. Esto supone una rentabilidad del 73,7% sobre el capital invertido en solo dos meses, algo incomparable con otros instrumentos financieros como la bolsa o la renta fija.

El joven 'youtuber' había encontrado un acuífero en el desierto y así se lo hizo saber a su legión de seguidores. Pese a predicar las bondades del 'copytrading' y promocionar, comisión mediante, a un 'experto' al que copiar, Sáenz incluyó en sus vídeos la coletilla de "esto no es una recomendación de inversión", fundamental para evitar responsabilidades. "Es cierto que para ejercer una actividad de asesoramiento financiero necesitas ciertas capacidades y aptitudes. Si no, no te dejan inscribirla en el Registro Mercantil", comenta el abogado Juan Carlos Gómez de León, que ha llevado casos de estafas con criptomonedas. "¿Pero hasta qué punto son estas recomendaciones una actividad financiera? O se acredita que el 'youtuber' sabía que estas operaciones iban a ser un fracaso o no habría estafa alguna".

Viendo tan increíble retorno y "por medio de su amigo del gimnasio", Sáenz contactó con Leviatán para hacerle una serie de preguntas. Entre ellas, qué debería pasar para que se perdiera todo el dinero, a lo que el 'experto' respondió que tendría que ser algo que históricamente nunca ha pasado.

Una estrategia perdedora

La estrategia de inversión de Leviatán para ganar con el cambio euro-dólar era una martingala, un sistema muy conocido en casinos en el que en caso de pérdida se apuesta el doble. Es decir, si se apuesta a rojo y cae negro se apuesta el doble, y así sucesivamente. En bolsa es igual: si un activo sube, se invierte a la baja y si sigue subiendo se lanzan órdenes de venta.

En los mercados financieros y en el casino esta estrategia falla cuando se encadena una mala racha y no hay más capital que apostar. Se trata de una estrategia con esperanza matemática negativa, es decir, perdedora en el largo plazo, algo que acabó reconociendo Adrián después de cinco vídeos subidos sobre 'copytrading'. ¿Cuál es su parte positiva? Aunque vaya a quebrar en algún momento, se desconoce cuando esto va a pasar. Mientras no quiebre, puede ser muy rentable. Así fue en el caso de Leviatán, que llegó a alcanzar una rentabilidad acumulada superior al 350%, algo imposible de lograr ni por los mejores fondos de inversión.

A pesar de los nubarrones que rodean la estrategia, Leviatán defendía que tendría que pasar algo histórico para que quebrasen. Esto es mentira, ya que en el pasado tuvieron varios drowdowns (bajadas) que a punto estuvieron de quebrar. Solo entre mayo y junio acumularon caídas que después recuperaron del 38%, del 61% o del 73%.

"Este tipo de operativa no tiene ni pies ni cabeza. La divisa euro-dólar cae desde 2021. Un buen inversor sabe desde hace más de un año que el euro pierde terreno frente al dólar", valora el analista de IG. "Y la martingala les salió realmente mal. ¿Es una estrategia habitual? Se usan porque no se tiene idea del mercado. Intentaría evitarlas. Dentro del 'trading', las divisas son muy volátiles y es complicado hacer este tipo de estrategias. Pero al final hay mucho marketing que potencia esta situación".

"Nos han vacilado"

Tras la enorme caída de julio sucedieron dos cosas. La primera, que los pequeños inversores continuaron quejándose en Telegram ("nos han vacilado") y valorando tomar acciones conjuntas. La segunda, que Leviatán abrió un nuevo perfil, captó nuevos inversores (alrededor de 600) y volvió a quebrar y perder todo el dinero semanas después. Sáenz, por su parte, sacó su dinero a tiempo y subió un vídeo diciendo que ya no recomendaba el 'copytrading' ni las estrategias martingala. Informó de que quitaba los enlaces de afiliado y preguntó a sus seguidores qué hacer con los 20.000 euros que había ganado. "¿Qué os gustaría que hiciera con ellos? ¿Os gustaría que pruebe algún tipo de negocio o inversión? Déjadmelo en los comentarios porque lo voy a estar leyendo", inquirió.

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El despacho de abogados Jiménez y Lozano se puso en contacto con los afectados y les invitó a sumarse a una reclamación colectiva contra Roboforex, la plataforma: no contra el misterioso Leviatán ni contra el 'youtuber' que lo promocionó, que cobraron sus comisiones mientras la operativa dio resultados. Desde el despacho aseguraron a este periódico que había unos 400 interesados en reclamar y quedaron en proporcionar más información, cosa que finalmente no hicieron. Hay afectados que desconfían. "Suena a rollo para que un abogado cobre dinero", dicen en el grupo.

El abogado Gómez de León cree que, de presentarse, la reclamación no prosperará y los jóvenes inversores no verán un euro de vuelta. "Yo no lo veo. Si aceptas copiar una inversión que no sabes si es buena o mala, estás jugando. Te han engañado porque has perdido el dinero", concluye. "¿Pero y si sale bien, qué dices?"

* Fe de errores

La versión inicial del artículo decía que el depósito mínimo era de 3.000€, pero gente como Adrián Sáenz entró con menos dinero (1.000€). Se ha modificado y añadido que esto fue al principio, según muestran las capturas de Roboforex de entonces.