ECONOMÍA

¿Están obsoletas las reglas fiscales europeas? El FMI aconseja a Bruselas un nuevo marco

“La elevada deuda y el aumento de los tipos de interés exigen una mejor gobernanza para afianzar la política fiscal en los Estados miembros de la Unión Europea”, señala el FMI en un reciente paper

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en una fotografía de archivo. EFE/Gian Ehrenzeller

La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Kristalina Georgieva, en una fotografía de archivo. EFE/Gian Ehrenzeller

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El próximo 2023 debería entrar en vigor el Pacto de Estabilidad y Crecimiento en los términos anteriores a la pandemia. Sin embargo, los nuevos desafíos a los que se enfrenta la economía y los desequilibrios que arrastran algunos países tras encadenar crisis han provocado movimientos en las altas instancias para acordar un nuevo marco fiscal de la Unión Europea. Y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se suma al debate con su propia propuesta.

“La elevada deuda y el aumento de los tipos de interés exigen una mejor gobernanza para afianzar la política fiscal en los Estados miembros de la Unión Europea”, señala el FMI en un reciente paper. “La UE necesita unas normas fiscales renovadas que tengan la flexibilidad necesaria para aplicar políticas audaces y rápidas cuando sea necesario, pero sin poner en peligro la sostenibilidad de las finanzas públicas”.

La propuesta del FMI se centra en tres pilares: la renovación de las reglas fiscales numéricas para tener en cuenta explícitamente los riesgos fiscales a los que se enfrentan los países; el fortalecimiento de las instituciones fiscales nacionales para mejorar el debate interno y la apropiación de las políticas; y la creación de un fondo de la UE para ayudar a los países a gestionar mejor las recesiones económicas y proporcionar bienes públicos esenciales.

Reglas fiscales a nivel de la UE basadas en el riesgo: Aunque se mantienen los actuales valores de referencia del 3% de déficit y del 60% de deuda, “la velocidad y la ambición de los ajustes fiscales estarían vinculadas al grado de riesgo fiscal”.

Éstos se determinarían mediante un análisis de la sostenibilidad de la deuda que utilizaría una metodología común, elaborada por un Consejo Fiscal Europeo independiente. Los países con mayores riesgos fiscales tendrían que converger a un equilibrio fiscal global cero o positivo en los próximos tres a cinco años. Los países con menores riesgos fiscales y una deuda inferior al 60% dispondrían de más flexibilidad, pero seguirían teniendo en cuenta los riesgos en sus planes. El marco incentivaría la acumulación de reservas fiscales, lo que permitiría una gran flexibilidad para responder a las perturbaciones adversas y aplicar una política anticíclica.

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Fortalecimiento de las instituciones fiscales nacionales: “Todos los países de la UE tendrían que promulgar marcos fiscales a medio plazo y fijar topes de gasto anuales plurianuales coherentes con su ancla de equilibrio general durante el período”, señala el FMI. Órganos fiscales independientes, que en el caso español podría ser la AIRef, desempeñarían un papel más importante para reforzar los controles y equilibrios a nivel nacional, destaca la propuesta, si bien la Comisión Europea seguiría desempeñando su papel clave de supervisión.

Una capacidad fiscal de la UE bien diseñada: Este último pilar se establecería para cumplir dos funciones clave. Por un lado “mejorar la estabilización macroeconómica”, y por el otro “permitir la provisión de bienes públicos comunes a nivel de la UE, como el cambio climático y la infraestructura de seguridad energética”.