EMPLEO

El mito de la falta de personal: los trabajos por cubrir suponen menos del 1% de los ocupados

La administración pública concentra el mayor número de empleos vacantes por la lentitud en sus procesos de contratación | La falta de reciclaje profesional en la actividades científicas y técnicas agrava el problema

Un camarero, en una terraza de Barcelona.

Un camarero, en una terraza de Barcelona.

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Maria Altimira

Rotundamente, no”. Así responde Jesús Cruz Villalón, catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social en la Universidad de Sevilla, al ser preguntado sobre si los empleos vacantes, trabajos que todavía no se han cubierto, suponen un problema importante en España. Álvaro Gaertner, técnico del gabinete económico de CCOO y uno de los responsables de la publicación 'Análisis de las vacantes laborales en España' coincide plenamente con Cruz. Los datos les dan la razón. El porcentaje de empleos vacantes, trabajos que se calculan en relación con la cifra de ocupados, suponían un 0,9% a principios de 2022, muy por debajo del 2,9% de la media europea, según los datos de Eurostat. Además, el 94,4% de las empresas declaran no tener puestos por cubrir, de acuerdo con la Encuesta Trimestral de Coste Laboral del INE. 

Entonces, ¿cómo se explica que cada verano desde el turismo lamenten la falta de mano de obra? O, ¿cómo puede ser que desde distintos sectores se critique que no hay personal cualificado?

Lo cierto es que aunque el porcentaje relativo a las vacantes es muy bajo y “afecta sobre todo a determinados sectores, se ha incrementado mucho en los últimos dos años”, precisa Cruz. Así, mientras en el primer trimestre de 2021 había un total de 100.041 vacantes, este dato era de 133.988 en el mismo período de 2022, lo que supone un aumento de más del 30% en un solo año. 

El sector público es el que más puestos vacantes concentra, por la lentitud de sus procesos de contratación. Sin embargo, los sectores que están muy ligados al turismo, especialmente en lugares con una oferta de alquileres temporales muy limitados y caros como en las islas, también se ven muy afectados por esta problemática, que tiene en este caso mucha más visibilidad. El tercer y el cuarto sector con más afectados por los empleos vacantes son las actividades sanitarias y las profesiones más técnicas, que requieren de mano de obra más cualificada, que, a menudo, no se recicla a la velocidad que requiere el mercado laboral.

“La pandemia ha acelerado este proceso porque con los ERTE el empleo estaba bloqueado y, cuando el mercado se ha reactivado, ha crecido el número de ofertas de trabajo y, por consiguiente, el de las vacantes”, explica el catedrático.

Con todo, este fenómeno puede resultar sorprendente si tenemos en cuenta que España tiene la tasa de desempleo más alto de la UE. Una cifra que era de 13,65% a principios de 2022, según la Encuesta de Población Activa. ¿Cómo puede ser que haya vacantes con un porcentaje tan alto de paro?

Las explicaciones de los expertos consultados coinciden: el problema de las vacantes no es general, sino que está sectorializado y el mercado laboral no es ágil, existe un desajuste entre las necesidades de empleadores y los candidatos. “No existe un encaje perfecto en donde uno hace una oferta e inmediatamente el candidato idóneo responde, un fenómeno al que nos referimos como fricciones del mercado laboral”, detalla Gaertner. Además, aseguran estos expertos, hay un problema de formación adecuada y continuada, especialmente de reciclaje profesional de quienes pierden un empleo que ya no se demanda en el mercado.

 

La administración pública

“La administración pública es el sector más afectado por este fenómeno, porque los procedimientos de contratación son lentos y rígidos”, afirma Cruz. Con 38.685 vacantes representa cerca del 29% del total de empleos sin cubrir, según los datos del primer trimestre de 2022 del INE.

El comercio, de acuerdo con las mismas cifras, ocupa el segundo lugar. En este caso, precisa, “la mayor problemática está vinculada a trabajos estacionales donde los salarios son bajos y el coste de la vivienda es muy elevado”. Buen ejemplo de ello son los dependientes en tiendas situadas en lugares turísticos como las Islas Baleares. “Eso es lo que sucede en el caso de la hostelería”, afirma Gaertner, de CCOO. Las condiciones laborales, añade, “son muy malas y los precios del mercado inmobiliario para hacer temporada son inasumibles”.

Aunque la hostelería no figura entre los sectores de actividad más afectados por estas vacantes, los datos del INE sólo retratan la situación que atravesaba a principios de año cuando se necesitaban 6.949 trabajadores, y no respecto del período vacacional, cuando se concentran la mayor parte de las ofertas laborales. En este sentido, Emilio Gallego, secretario general de la patronal Hostelería de España, asegura que de los 100.000 trabajadores extra que necesita el sector cada verano, sólo se van a poder cubrir la mitad. Aún así, Gallego afirma que la hostelería no es uno de los sectores que sufre mayor déficit de personal, pero sí que es uno de los que cuenta con mayor visibilidad y lo padece en mayor medida durante el período estival.

Falta de reciclaje

Las actividades sanitarias y aquellas profesionales científicas y técnicas se encuentran en tercera y cuarta posición, respectivamente. En este último caso, considera Cruz, lo que sucede es que “tenemos un mal funcionamiento del reciclaje profesional y los desempleados no pueden dar respuesta a las vacantes más técnicas”. Se trata, asegura a modo de ejemplo, de empleos relacionados con el ámbito digital, entre otros.

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 Así, “mientras en el caso de las vacantes de baja formación, las malas condiciones laborales y, en ciertos sectores, los factores asociados (como el precio del alquiler) explican buena parte de la dificultad para encontrar trabajadores, cuando hablamos de puestos muy cualificados el problema es la falta de formación, sobre todo práctica”, resume el catedrático. “Las empresas han preferido contratar fuera que formar a la gente que tenían dentro y como no hay tantos perfiles de este tipo, ahora no encuentran trabajadores”, explica Gaertner. Aún así, considera que desde el gobierno se han impulsado buenas iniciativas. Medidas como la aprobación, a finales de marzo, de la nueva ley para reformular la formación profesional que establece una oferta modular flexible, pensada para dar formación progresiva y continuada.

La formación adecuada y continuada, pero también la movilidad son elementos clave, según Antonio Di Paolo, profesor agregado del Departamento de Econometría, Estadística y Economía Aplicada de la Universidad de Barcelona (UB). Para dar respuesta a las vacantes, pero sobre todo, para resolver el problema del desempleo de larga duración (igual o superior a los 12 meses), que afecta a la mitad de los parados, “hay que proveer a la gente de la capacidad de readaptación a otros sectores” porque “los desempleados no suelen buscar trabajo fuera de su ámbito de experiencia ni en otras partes del país, algo que tampoco se ha incentivado de manera suficiente desde la administración pública”.

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