PROBLEMAS POR LOS PRECIOS

Las autoescuelas, ahogadas por la gasolina: "Tenemos pérdidas del 50%, no es rentable"

  • A la subida de los carburantes se une el incremento en el mantenimiento de los coches y la bajada de alumnos

  • Exigen al Gobierno que les incluya en las ayudas al transporte: "Si seguimos así vamos a tener que cerrar"

Un vehículo de una autoescuela de Cáceres justo antes de comenzar una clase práctica, esta semana.

Un vehículo de una autoescuela de Cáceres justo antes de comenzar una clase práctica, esta semana. / CARLAGRAW

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Sira Rumbo Ortega

Los meses de verano son cruciales para el sector de las autoescuelas, que concentra más de la mitad del trabajo de todo el año en este periodo. Pero este está siendo complicado debido, sobre todo, a la subida de los carburantes. Llenar el depósito es imprescindible para estos negocios, pero este año les está suponiendo pérdidas que llegan al 50%. Están ahogadas. En Extremadura han optado por incrementar el precio de la clase práctica 1 euro (la práctica cuesta entre 28 y 30 euros), pero aún así no llegan. "Hemos querido repercutir lo menos posible la subida en el cliente, de hecho con ese euro de más que estamos cobrando no cubrimos ni el 50% de lo que nos supone", reconoce Pedro Antonio Herrero, presidente de la asociación provincial de autoescuelas de Cáceres.

Herrero lo explica en números. Solo en gasoil (sin contar los gastos en aceite, mantenimiento de vehículos y la adquisición de coches nuevos, que también se ha disparado), el precio se ha incrementado entre 2 y 2,5 euros por clase. Lo que supone, afirma, entre 800 y 1.000 euros más por vehículo al mes. Y si la autoescuela prepara también para el permiso de camión, el precio se desborda.

"Trabajar así no es rentable", asegura Herrero, que alerta de que ya ha habido autoescuelas que han echado el cierre (por el momento una en la zona de la provincia de Cáceres). Ninguna de la región, además, ha realizado contrataciones extra durante el verano (habitualmente suelen contar con más profesores en la época estival porque es el momento de mayor volumen de alumnos). "Si seguimos así no vamos a poder aguantar", insiste.

Desde la Confederación Nacional de Autoescuelas ya han solicitado al Gobierno que incluya al sector en las ayudas directas que ya está concediendo al transporte, taxi, y VTCs, porque para ellos el vehículo también es imprescindible para el desarrollo de su actividad. Tal y como reivindica el presidente de la confederación, Enrique Lorca, "las autoescuelas somos muy vulnerables a las subidas en los precios de los carburantes. En nuestra estructura de costes el gasóleo y la gasolina representan una parte muy significativa", advierte. En concreto el colectivo reclama una bonificación de 200 euros por motocicleta y ciclomotor, 300 euros por turismo, 900 euros por autobús y 1.250 por camión. La subvención se negocia con el ejecutivo de Pedro Sánchez, pero aún no se ha aceptado.

Sin alumnos ni examinadores

A esta problemática se une otra más: la caída del número de alumnos, de entre el 30 y el 40%. El sector notó un incremento de estudiantes tras la pandemia, que los profesionales achacan al miedo al transporte público, pero en estos momentos el volumen de trabajo está muy por debajo de lo que tuvieron en 2019, antes del coronavirus. "Está siendo un verano especial, los precios se han incrementado de manera bárbara en todos los sentidos, así que la gente aparca el sacarse el carnet", dice el representante de las autoescuelas de Extremadura, Pedro Paredes.

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En este caso la provincia más afectada es la de Cáceres (casi un 50% menos), ya que en Badajoz la reducción de clientes ronda el 20%. "Ya no solo es lo que cuesta sacarse el carnet sino que una vez que se tiene hay que mover un coche y eso también cuesta dinero", reconoce Pedro Antonio Herrero. A lo que se suma también un cambio de tendencia: "Hasta ahora para un joven de 18 años su prioridad era tener un vehículo, ahora se sacan el carnet cuando tienen la necesidad de conducir porque el trabajo se lo exige", explica Herrero. Para moverse por ocio, añade, "existen a día de hoy muchas alternativas a tener coche propio".

Las autoescuelas continúan sin resolver además los problemas por la falta de examinadores, lo que les impide examinar a todos los alumnos que atienden. En verano el 40% de estos funcionarios está de vacaciones y esas plazas no se cubren, entre otros asuntos, porque faltan profesionales. "Esta semana mi autoescuela no puede examinar, el próximo examen será el 16 de agosto, pero solo podré presentar a ocho, cuando tengo preparados ya a 18", critica Pedro Paredes, que gestiona una autoescuela en Don Benito. Esto supone que un alumno tiene que esperar de media entre mes y mes y medio para examinarse del práctico, a pesar de haber terminado sus clases. "Perdemos alumnos porque el que no se puede sacar el carnet durante el verano se marcha y ya no vuelve", protesta Herrero. 

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