AUTOMOCIÓN

Marruecos negocia por una gigafactoría de baterías y reduce las opciones de Galicia

Rabat discute con cinco socios industriales para cerrar un acuerdo “a finales de año”. La idea es proveer a fábricas del país, Stellantis y Renault, pero también a las de España

El rey Mohammed VI durante la inauguración de la planta de Stellantis en Kénitra. 

El rey Mohammed VI durante la inauguración de la planta de Stellantis en Kénitra.  / ROYAUME DU MAROC

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Adrián Amoedo

La aspiración de Galicia para acoger una gigafactoría de baterías para proveer a la mayor fábrica de vehículos del país, Stellantis Vigo, se vio muy mermada por dos motivos. Por un lado, la no inclusión de ningún proyecto en este sentido en el marco del Perte VEC (del vehículo eléctrico y conectado), que sí dejó dos iniciativas, una para Extremadura (de Envisión y Acciona, en la que participa el CTAG) y otra en Valencia (en Sagunto, de Volkswagen). Por otro, y relacionado con lo anterior, por los planes lanzados por el propio grupo, Stellantis, que ya ha repartido cinco de estas instalaciones (Francia, Italia, Alemania, Canadá y EE.UU.) y que parece no tener mucha intención de llegar a España y, más concretamente, a la comunidad gallega. Ahora una noticia llegada desde otro continente reduce todavía más estas posibilidades: Marruecos está en negociaciones con cinco socios industriales para cerrar un acuerdo “a finales de año” para la instalación de una gigafactoría en su territorio desde la que proveer a las plantas de Stellantis (en Kénitra) y Renault (en Tánger), “así como a las fábricas de algunos de nuestros vecinos”, en alusión al norte de África y, por supuesto, España.

Marruecos lleva años pujando fuerte por crear una muy competitiva industria de automoción, ofreciendo mucho suelo industrial casi a coste cero, mano de obra barata e infraestructuras portuarias de primer nivel. Por este motivo, Renault y Stellantis decidieron instalarse allí y en 2017 el Gobierno llegó a firmar la instalación del gigante chino BYD, especializado en vehículos eléctricos, aunque por el momento no cuenta con factoría en el país africano.

El trabajo y, sobre todo, los apoyos lanzados por el reinado de Mohammed VI dieron sus frutos y el país es ya el mayor productor del continente, con la aspiración de llegar a producir un millón de coches al año, para lo que intentan atraer a más proveedoras y, por supuesto, a más fabricantes.

Ahora, el siguiente paso de Marruecos es apoyar el proceso de electrificación de sus compañeros de viaje del sector del automóvil. El ministro de Industria y Comercio, Ryad Mezzour, anunció que están “en discusión y negociación con hasta cinco operadores” para instalar una gigafactoría de baterías en el país que “dará servicio a nuestras fábricas actuales y futuras, así como a las fábricas de algunos de nuestros vecinos”.

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Mezzour realizó este anuncio durante la celebración del U.S.-Africa Business Summit 2022, que finalizó ayer en Marrakech. A su juicio, se trata de “un paso lógico” para “fortalecer la competitividad e integración” de la industria instalada en el país.

De esta forma, Marruecos da un paso más para convertirse en un polo de automoción de nivel, lo que supone una amenaza para las plantas españolas. De hecho, la factoría de Stellantis en Kénitra es ya uno de los competidores de la planta de Balaídos. Allí se fabrica el Peugeot 208 (el mismo que la planta de Trnava, en Eslovaquia) y el Citroën Ami. Inaugurada en 2019, tiene una capacidad para fabricar 200.000 coches al año. Está por ver si Stellantis adjudica a esta planta una de las nuevas plataformas industriales para los nuevos vehículos eléctricos, las STLA, por la que también puja la factoría viguesa.

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