PARA LÍNEAS DE MÁS DE 100 KM

Competencia mete presión a Gobierno y CCAA para liberalizar ya las grandes rutas de autobús

  • La CNMC carga contra el monopolio del sistema de concesiones español y subraya que la liberalización en Alemania, Francia, Italia o Portugal ha rebajado precios, aumentado rutas y elevado el número de pasajeros.

  • Denuncia que más de la mitad de las concesiones están caducadas y que la duración media de la explotación de las rutas supera los 30 años, incumpliendo el máximo legal de 10 años. 

Estación de autobuses de A Coruña.

Estación de autobuses de A Coruña. / Roller Agencia

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España es la única de las grandes economías europeas que mantiene un sistema de concesiones exclusivas en el transporte en autobús de las rutas de media y larga distancia. Alemania, Francia, Italia o Portugal han ido impulsando procesos de liberalización de la explotación de rutas de autobús en los últimos años, mientras que en España el Gobierno y las comunidades autónomas mantienen la explotación en monopolio mediante concesiones que se alargan durante años y que están presentando signos de ineficiencia.

La Comisión Nacional de los Mercados y de la Competencia (CNMC) mete presión al Ejecutivo y a las comunidades y reclama la liberalización de las grandes rutas de autobús, las que cubren más de 100 kilómetros de distancia, en línea con la recomendación realizada por la Comisión Europea. Tras más de tres años de trabajos, el organismo ha elaborado su ‘Estudio sobre el transporte interurbano de viajeros en autobús’, en el que desnuda múltiples problemas de eficiencia en la explotación actual de las líneas y propone seguir a los grandes países de la UE hacia la liberalización.

El sistema de concesiones actual implica que el Gobierno o las comunidades autónomas -dependiendo de las características de la línea- licitan concesiones administrativas para que empresas privadas presten el servicio de autobús en régimen de monopolio mediante la explotación en exclusiva de determinadas rutas.

La CNMC defiende una liberalización del servicio de media y larga distancia mediante las empresas lancen rutas en función de la demanda y puedan competir varios operadores en las mismas líneas, al tiempo que las Administraciones puedan blindar rutas que no sean rentables pero sí necesarias socialmente mediante obligaciones de servicio público (OSP), con las que se otorgarían subvenciones y se mantendría el sistema actual de concesiones.

Competencia urge a las administraciones a emprender ya la liberalización y subraya que es ahora un momento idóneo para hacerlo porque toca renovar multitud de concesiones a punto de caducar, porque está en tramitación la futura Ley de Movilidad Sostenible y porque el Ministerio de Transportes está elaborando el nuevo mapa de concesiones de líneas de autobús (cuyo diseño inicial ha generado polémica por contemplar un recorte del 72% del número de concesiones estatales y porque ha sido rechazado por mayoría en el Congreso).

El ejemplo europeo

Según la CNMC, los usuarios de los países en que se ha liberalizado el transporte de autobús se están beneficiando de rebajas de precios, de un mayor número de rutas y, por ello, se ha disparado el volumen de pasajeros que se deciden por el autobús. En Alemania y Francia los precios medios del servicio de bus son un 23% más bajos que en España y en Italia son un 36% más baratos. Y desde que se abrió a la competencia el servicio, en Alemania se han casi multiplicado por seis el número de rutas en servicio, en Francia se han cuadruplicado y en Italia han aumentado un 30%. En España, el marco legal actual prohíbe a los operadores lanzar rutas fuera de las concesiones aunque detecten una oportunidad comercial.

“El sistema concesional que tenemos en España funciona mal”, sentencian fuentes de la CNMC. El organismo comandado por Cani Fernández denuncia que más de la mitad (el 52%) de las concesiones de líneas de autobús están caducadas en el mercado español y que, en un claro abuso del recurso a las prórrogas de las concesiones por parte de las Administraciones, la duración media de la explotación de las concesiones supera los 30 años (en algunas comunidades autónomas se roza incluso los 50 años), cuando el límite legal está fijado en 10 años con una ampliación por otros 5 años adicionales si está justificado. “Es urgente renovar ya las muchas concesiones caducadas y hay que regular y reforzar el carácter excepcionar de las prórrogas de las concesiones”, sentencian desde el organismo.

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La CNMC reclama que, se liberalice o no el servicio de autobús, urge igualmente mejorar los pliegos de las licitaciones con las que se otorgarían las concesiones en rutas que mantuvieran este régimen. El organismo propone dividir las licitaciones en lotes para facilitar que empresas pequeñas y medianas participen en los concursos sin necesidad de unirse en alianzas; favorecer la elección del mejor operador dando un mayor peso en la puntuación final de las licitaciones a las ofertas económicas; y eliminar la adscripción de contar con un número concreto de vehículo o de personal, porque eso da ventaja a las compañías que ya están explotando la ruta.

“El sistema concesional es plenamente legal. Pero es una cuestión de eficiencia, de mejorar la gestión”, sentencian desde la CNMC. “Hoy los grandes operadores están muy protegidos, lo que no redunda en el beneficio de los clientes. Algunas rutas de autobús dentro de España son más caras que las conexiones entre España y París”.