Calviño descarta una recesión y dice que España crecerá con fuerza en 2022 y 2023

La situación económica de la Eurozona sigue marcada por la “altísima incertidumbre” que provoca la guerra de Rusia en Ucrania y los posibles cortes en el suministro de gas, que ha llevado a un nuevo escenario “de más inflación y más alta durante más tiempo”, según ha alertado este lunes la vicepresidenta primera y ministra de economía, Nadia Calviño, aunque España afronta el otoño con unas perspectivas de crecimiento fuerte y sin temor a una recesión. “Todos los organismos prevén un crecimiento fuerte en España en el curso de 2022 y también un crecimiento importante en 2023. Estamos hablando de unas previsiones en el entorno del 4% este año y del 2% el año próximo”, ha explicado a su llegada a la reunión de ministros de la zona euro.

Un “crecimiento fuerte”, según ha vaticinado Calviño, incluso en “un contexto de tan elevada incertidumbre como en el que estamos vivimos de cara a la segunda parte del año sobre todo marcado por la evolución geopolítica y el ataque de Rusia contra Ucrania”. Un contexto que llevará a la Comisión Europea a revisar a la baja sus previsiones de crecimiento esta semana, según ha confirmado el vicepresidente de la Comisión Europea, Valdis Dombrovskis. “El crecimiento económico está siendo bastante resistente este año. Aun así, cabe esperar alguna revisión a la baja y más aún para el próximo año porque hay muchas incertidumbres y riesgos. Y, por desgracia, la inflación sigue sorprendiendo al alza”, ha anticipado el letón sobre el próximo cuadro macroeconómico que presentará el 14 de julio. 

En todo caso, el Gobierno español augura una campaña turística este verano muy positiva, con cifras muy próximas al “récord” logrado en 2019. “Los datos que tenemos de momento apuntan a una temporada turística muy positiva. Estamos en unas cifras que se acercan al año récord de 2019. Los niveles de reservas, de viajes, etc. siguen evolucionando de forma muy positiva y todo apunta a una campaña turística muy buena en el caso de España”, ha explicado. Calviño ha recalcando también el “enorme interés de inversores internacionales” por invertir en España que ha achacado a la diversificación de las fuentes energéticas, la alta penetración de las renovables, y a la red de seguridad que crea el tope al gas.

Situación energética difícil

“Todos estos elementos hacen de España uno de los mercados más interesantes para trabajar, invertir y el estableciendo de negocios”, ha apuntado. Aún así, España, al igual que el resto de países de la Eurozona, sigue preparándose para un eventual corte total en el suministro de hidrocarburos rusos. “Hemos aprobado un segundo paquete de medidas y estamos preparando un plan de contingencia, preparándonos para cualquier eventualidad de cara al otoño”, ha indicado Calviño que ha destacado que “España parte de una posición favorable” gracias a la diversificación del suministro y de fuentes de energía, la alta penetración de renovables, así como la elevada capacidad de almacenamiento aunque reconoce que hay que prepararse para una situación "más complicada" de cara al próximo otoño. 

Calviño ha eludido, no obstante, avanzar posibles nuevas medidas económicas por parte del Gobierno en el marco del debate sobre el estado de la nación. “Lo que puedo garantizar es que la política económica del gobierno que hemos llevado desde 2018 y las líneas principales van a seguir marcando nuestra acción y que vamos a seguir actuando como hemos hecho desde que nos golpeó la pandemia, adoptando medidas eficaces y adecuadas”, ha insistido poniendo el foco en dos terrenos: contener el alza de los precios y garantizar un reparto justo del coste de la guerra.

Orientación fiscal en 2023

Precisamente, los ministros de Eurogrupo debaten este lunes cuál debe ser la orientación fiscal en 2023, un ejercicio clave para empezar a preparar los presupuestos del próximo año. Según la vicepresidenta española, existe un “claro consenso” entre los países de la Eurozona de que los retos de política económica son diferentes a los que hubo que afrontar durante la pandemia y que “frente a las bajadas de impuestos generales o medidas de corte global es necesario adoptar medidas que se adapten y que se orienten al apoyo a los colectivos y sectores más afectados. Y que sean también coherentes con nuestros objetivos de medio plazo tanto de responsabilidad fiscal como el impulso de la transición energética”, ha defendido Calviño. 

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“Tenemos que encontrar el equilibrio adecuado entre el apoyo a la economía, especialmente para los más vulnerables en relación con la crisis energética y alimentaria, y avanzar hacia una postura fiscal más prudente, teniendo en cuenta los efectos de la inflación y los efectos del endurecimiento monetario en los costes de financiación de la deuda soberana”, ha dicho Domvrovskis.

“Con un alto nivel de inflación y con una crisis completamente diferente, necesitamos transformar este apoyo universal en medidas más específicas y temporales. El mensaje es diferenciar las políticas fiscales según el nivel de la deuda y concentrar las medidas para hacer frente a la emergencia energética en medidas temporales y focalizadas, no tener medidas universales y perennes para hacer frente a la crisis energética porque esto socavaría nuestra transición climática”, ha añadido el comisario Paolo Gentiloni.