TRANSICIÓN ECOLÓGICA

Última prueba de fuego para el plan de Bruselas de etiquetar como verde la energía nuclear y el gas

Si el pleno del Parlamento Europeo tumba este miércoles su inclusión en la taxonomía de la UE, la Comisión Europea tendrá que retirar su propuesta o enmendarla

Planta nuclear de Belleville-sur-Loire, en Francia.

Planta nuclear de Belleville-sur-Loire, en Francia. / Reuters

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El plan de la Comisión Europea de etiquetar como verdes las inversiones en gas y energía nuclear vivirá este miércoles su última gran prueba de fuego en un votación final que el pleno del Parlamento Europeo afronta dividido y en el que cada voto será crucial, tanto para quienes defienden la propuesta diseñada por el equipo de Ursula von der Leyen como para quienes se resisten a ella alegando que supone el "blanqueo ecológico" de ambas energías. "Si tenemos en cuenta la urgencia de alejarnos de la energía fósil rusa esto es lo que tenemos que hacer", ha apelado la comisaria de Mercado Interior, Mairead McGuinness, durante un largo debate en el que ha instado a los eurodiputados a ser realistas y pragmáticos. "Tenemos que invertir más en el sector de renovables pero hay que ser realistas y aceptar que vamos a tener que invertir en gas y nuclear en la transición energética", ha avisado.

Hace menos de un mes las comisiones de medioambiente y asuntos económicos ya lanzaron el primer aviso al rechazar la propuesta de incluir a ambas energías en la taxonomía de la UE como actividades económicas medioambientamente sostenibles. En aquella ocasión hubo 76 votos a favor de tumbar las intenciones de la Comisión y 62 en contra. Para tener éxito este miércoles el listón será mucho más elevado. Estará en la mayoría absoluta, lo que significa que quienes rechazan la etiqueta verde tendrán que sumar 353 votos de los 705 que componen el pleno. Un resultado, según fuentes de la Eurocámara, "complicado" de alcanzar a tenor de los eurodiputados presentes en las votaciones de este martes aunque no imposible. 

Según la distribución de fuerzas y las posiciones reflejadas durante el debate parlamentario, los liberales de Renew y los Conservadores y Reformistas Europeos votarán a favor de la propuesta comunitaria. También avalarán el plan muchas delegaciones del Partido Popular Europeo así como miembros de la ultraderecha. "Muchos aquí presentes creen en una inmaculada transición energética. La nuclear es una tecnología de transición útil porque no emite CO2 y el gas emite la mitad de CO2 que el carbón", ha ironizado el portavoz de Ciudadanos, Luis Garicano.

También se ha pronunciado a favor la exministra del PP Pilar del Castillo, que ha defendido que para alcanzar la neutralidad en 2050 será "indispensable" contar con gas y nuclear, que está libre de emisiones, y que en todo caso la propuesta no supone "un cheque en blanco" porque "en el caso del gas natural solo se considerarían sostenible hasta el 2030 las nuevas instalaciones para producir electricidad que sustituyan a otras que utilicen combustibles más contaminantes" mientras que en el caso de la nuclear "solo se consideran aquellas centrales que cuenten con un fondo para su desmantelamiento así como instalaciones de residuos nucleares". Parte de este bloque ha justificado el apoyo por la situación de crisis y la guerra de Rusia.

"No son verdes"

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Unos argumentos que rechazan la izquierda, los verdes o los socialdemócratas que han repetido que el gas natural es un combustible fósil y que la energía nuclear, aunque no emite CO2, plantea el problema de los residuos nucleares. "El gas y la nuclear no son verdes. Hay que dejarles fuera de la taxonomía verde, por credibilidad. ¿Cómo podemos optar por una energía que presenta residuos que no se pueden gestionar y que será una carga para las futuras generaciones?", ha preguntado la ecologista francesa Michele Rivasi. 

"El reglamento de la taxonomía nace para crear un marco europeo para definir qué es y que no es verde. Introducir la energía nuclear y el gas en ese marco supone introducir una piedra que reduce la credibilidad de nuestra regulación, la capacidad de que sea un estándar internacional. Hay que denominar a las cosas por lo que son", ha añadido el socialista Jonás Fernández. "Quieren que el gas y la nuclear sean energías verdes por decreto. Exceden de sus competencias", ha arremetido Sira Rego, de Izquierda Unida. McGuinness ha agradecido los "buenos argumentos" esgrimidos durante el debate pero se ha mantenido en sus trece. Su propuesta no llevará ni a un "ecoblanqueo" ni al "lejano oeste". "Si se rechaza el acto delegado estaré aquí para aceptar el resultado de la votación" pero "me uno a quienes han sido realistas y pragmáticos. Rechacen la propuesta de objeción. Es importante para nuestro futuro", ha reclamado.