SALUD LABORAL

Uno de cada 10 trabajadores tiene que cambiar de empleo tras contraer cáncer

La FECEC elabora el primer barómetro en Catalunya sobre el impacto de esta enfermedad en las empresas

Uno de cada 10 trabajadores tiene que cambiar de empleo tras contraer cáncer.

Uno de cada 10 trabajadores tiene que cambiar de empleo tras contraer cáncer.

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El cáncer deja de ser paulatinamente un tabú o algo que esconder en las empresas, de la misma manera que cada vez es más frecuente sufrir y sobrevivir a esta enfermedad. No obstante, la mayoría de los trabajadores tiene la percepción de que las empresas carecen todavía de protocolos y sistemas para acompañar a una persona cuando enferma y facilitar que esta compatibilice su trabajo con el tratamiento y gestión -emocional y médica- de la enfermedad. Hasta el punto de que uno de cada 10 trabajadores se ve obligado a cambiar de empleo tras contraer cáncer. Así lo constata el primer barómetro sobre el impacto y la percepción de esta enfermedad en las empresas elaborado en Catalunya, a cargo de la Federación Catalana d’Entitats contra el Cáncer (FECEC).

El estudio, presentado este jueves, se basa en entrevistas a 1.000 personas, de las cuales el 12% ha tenido o tiene cáncer y el 56% ha conocido o trabajado con alguien que ha sufrido dicha enfermedad. Es decir, vivir o convivir con el cáncer es algo frecuente en los centros de trabajo en Catalunya. Si bien “el estigma del cáncer todavía existe y tiene margen de mejora”, según ha considerado la gerente de la FECEC, Clara Rosàs. Pues uno de cada cuatro enfermos afirma percibir un distanciamiento de sus compañeros cuando anuncia que ha contraído dicha enfermedad. 

Los autores del estudio destacan la importancia para las víctimas de no ver en la empresa -tanto en los compañeros y la dirección- un ambiente de hostilidad, ya que esta es un espacio clave para las personas afectadas. "Les da un sentido, porque ‘trabajo’ significa cotidianidad y normalidad, que es lo que desaparece cuando se te diagnostica esta enfermedad”, ha apuntado Rosàs. Además del impacto sobre los ingresos que ello puede acarrear. Y aquí el barómetro constata un claro margen de mejora, ya que casi la mitad de los entrevistados afirma que la compañía presta poco o ningún apoyo durante la enfermedad. “Hace falta que las empresas se pongan las pilas”, afirman los autores.

En este sentido, una de las reformas que reclaman desde la FECEC a la Administración es habilitar permisos y reorganizaciones de jornada para que los enfermos de cáncer puedan retornar progresivamente a su puesto de trabajo tras su baja médica. Ya que en el ordenamiento legal actual un trabajador o está de baja por incapacidad temporal el 100% de su jornada o no está de baja por incapacidad temporal. La FECEC también ha pedido que patronales y sindicatos busquen pactar en los convenios fórmulas de reducciones de jornada para este colectivo.

Piden un retorno progresivo

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La vuelta tras la enfermedad -cuya baja puede alargarse hasta dos años- exige de una flexibilidad. Cerca del 60% de los enfermos de cáncer han necesitado adaptaciones de su puesto de trabajo y un 10% se ha visto obligado a cambiar de empleo. Sobre este último dato los autores del estudio carecen de detalles para poder contextualizar el por qué de dicho abandono. Si es porque el puesto de trabajo no es adaptable, porque la empresa no facilita esa adaptación (lo que legalmente es obligado), porque tienen miedo al rechazo de sus superiores o compañeros u otros motivos. 

Las personas que han superado un cáncer no necesariamente pueden retomar su carrera profesional de la misma manera que antes. Esta enfermedad es vista por el 40% de los encuestados como un freno, en tanto que perciben que las víctimas no tienen las mimas oportunidades de promoción y crecimiento profesional que el resto. En este sentido, reclaman a las empresas la elaboración de planes de apoyo personalizado para estas personas.