DIRECTOR GENERAL DE CERVECEROS DE ESPAÑA

Jacobo Olalla: "Las empresas están haciendo un esfuerzo para mantener el precio de la cerveza"

  • El sector de la producción de cerveza, de la mano con la hostelería, ha tenido que enfrentarse durante los dos últimos años a las consecuencias de los cierres por la pandemia

  • La inflación y el encarecimiento de la energía y las materias primas por la invasión de Ucrania marcan el presente y el futuro más cercano del sector.

Jacobo Olalla, presidente de Cerveceros de España, durante el Brewers Forum en Madrid

Jacobo Olalla, presidente de Cerveceros de España, durante el Brewers Forum en Madrid / RUBÉN DEL VAL

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Cerveceros de España, la asociación que aglutina a los principales productores de cerveza de nuestro país, celebra esta semana sus cien años de existencia acogiendo en Madrid eventos clave como el Brewers Forum, el mayor congreso del sector a nivel internacional. Jacobo Olalla, director general de Cerveceros de España, recibe a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA durante la celebración del evento, que hasta ahora no se había celebrado nunca fuera de Bélgica, para analizar el estado del sector cervecero y evaluar el impacto que han tenido en él la pandemia, la inflación y el clima bélico que se vive en Europa a raíz de la invasión de Ucrania por parte de Rusia.

Pregunta: ¿En qué punto está el sector cervecero en España?

Respuesta: Estamos en un momento de gran preocupación, pero también de gran ilusión. Gran ilusión porque hemos sobrevivido a una gran crisis como ha sido la pandemia. De la noche a la mañana se nos cerró el 70% del canal de venta de cerveza, que es la hostelería, y luego vinieron muchas restricciones.

Muchas empresas lo han pasado muy mal y algunas han tenido incluso que cerrar. Y, aun así, hemos apostado muy fuerte por apoyar a la hostelería. 

Prácticamente acto seguido les llegó otra crisis.

Sí, cuando parecía que volvíamos a la normalidad nos hemos encontrado con las tensiones inherentes a la inflación y a la invasión de Ucrania. Ha habido problemas de aprovisionamiento de determinados productos como el cereal o el aluminio, y, además, un incremento de costes terrible.

¿En qué habéis notado ese encarecimiento?

Primero, en el combustible, tenemos que tener en cuenta que en el pueblo más remoto de España seguro que hay una de nuestras cervezas. Luego, la materia prima, que es verdad que tenemos un buen autoabastecimiento nacional de cereal, pero el cierre de los puertos de Ucrania para la exportación de cereal o el cese de las exportaciones de trigo de la India están generando unas tensiones de precio y de disponibilidad durísimas en el mercado internacional. Y, por último, el precio de la energía, pues, aunque tenemos un nivel de suministro de energía limpia muy importante, esto afecta no solo a nivel de producción de la cerveza sino también al bolsillo de los que la consumen y distribuyen. Esto se traduce, por ejemplo, en la luz de los establecimientos y en el dinero que tiene el consumidor para decidir si va o no a un bar.

¿Cómo les ha afectado que el consumidor se vea afectado por la inflación?

La cerveza es una bebida muy transversal, se consume en todas las clases sociales sin distinción de ningún tipo. Es una bebida imprescindible en la mayor parte de los establecimientos de ocio y está muy relacionada con la disponibilidad económica del ciudadano. La inflación y el miedo a la evolución de la economía nos afectan.

¿Cómo afecta esa inflación al precio de la cerveza?

Es una decisión de cada compañía, nosotros no entramos en eso, pero me consta que están haciendo un gran esfuerzo para mantenerlo estable. Lo que sí que pedimos es que haya una estabilidad en cuanto a las cargas fiscales. La caña de cerveza es un medidor de la confianza de los españoles en el funcionamiento de la economía. Cuando ésta decae se desploma el consumo de cerveza. Hay que tener en cuenta que de la cerveza y de lo que se consume junto a ella depende entre el 25% y el 40% de los ingresos netos de los bares. Eso es mucho empleo y mucha estabilidad social, por eso hay que mimar fiscalmente a la hostelería.

¿Teme que se incrementen los impuestos al alcohol?

Confío en que no se cometa ese error. En estos momentos en que se está vislumbrando la recuperación de la hostelería y eso tendría un efecto muy pernicioso en el consumo y en el empleo. Es una medida que perjudicaría a la inmensa mayoría de los españoles, pues en este país se suele consumir de una forma sensata y no problemática. Un aumento de los impuestos no reduciría el consumo del que abusa del alcohol, solo le hará optar por bebidas de menor valor añadido en vez de por aquellas que apuestan por una mejor calidad.  Países como Suecia o Noruega, donde más se grava fiscalmente el alcohol, tienen unas mayores tasas de consumo abusivo. Sería un problema para la economía nacional y para el empleo.

¿Se ha hecho lo suficiente para proteger la hostelería?

Nunca es suficiente, pero se ha demostrado la enorme solidaridad que existe en el sector. Nosotros, como industria, hemos hecho lo que hemos podido, y muchas empresas han destinado buena parte de su partida presupuestal a mantener ese tejido industrial que forman los productores y los establecimientos. Se ha apostado por mantener la oferta de una gastronomía de calidad a un precio razonable.

Consumidores, productores y distribuidores estáis conectados

Salvar los empleos en los establecimientos es básico, pero también tenemos que salvar las pautas de consumo y la vinculación que tiene la sociedad española con la hostelería. Tenemos un consumo muy sensato y muy saludable y no debemos importar las pautas que tienen en otros países. En México, por ejemplo, solo el 10% de la cerveza se consume en los bares. En España representa el 70%.

¿Está entendiendo el sector las nuevas demandas de los consumidores?

Yo creo que sí, y creo que además es una de las claves del éxito del sector cervecero español. Por ejemplo, somos un modelo en la producción y el consumo de cervezas sin alcohol de gran calidad. Las tenemos incluso en barril, algo que en otros países resultaría inaudito.

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¿Cómo os estáis adaptando a un mundo que tiende hacia la sostenibilidad?

Llevamos en el ADN la sostenibilidad y el cuidado del medioambiente. Vivimos del campo. Desde siempre hemos mimado el entorno, y, por ejemplo, somos los que mayor porcentaje de envases reciclables utilizamos del sector agroalimentario. Pero no solo los envases, sino que también cada vez vamos hacia energías más limpias, a un menor consumo de agua... Tenemos unos compromisos que hacen que alrededor del 80% de los envases que se consumen en hostelería ya sean reutilizables. Es verdad que la pandemia nos ha supuesto un pequeño parón y tuvimos que dejar de producir tanto en barril, que entonces no se consumía, pero no hemos bajado la guardia. El consumidor ya no acepta otra cosa que no sean industrias comprometidas con el medioambiente.