INDUSTRIA

Teruel dice adiós a las icónicas torres de la térmica de Andorra

Endesa dinamita con 275 kilos de explosivos y en apenas cinco segundos las estructuras de 107 metros de altura y cerca de 40.000 toneladas, un icono de la industria que se despide entre nostalgia y resignación

Demolición de las torres de Andorra / Jaime Galindo

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Jorge Heras Pastor

Apenas cinco segundos. Es el tiempo que ha bastado para la detonación controlada de las tres torres de refrigeración de la térmica de Andorra, cerrada hace ya casi dos años, lo que supone la desaparición de un icono de la industria del carbón que ha sido la principal fuente de riqueza y empleo de la zona en los últimos 40 años.

Endesa, propietaria de las instalaciones, ha utilizado 275 kilos de dinamita para hacer volar por los aires estas moles de 104 metros de altura y cerca de 40.000 toneladas de peso, una voladura de gran complejidad técnica que marca un hito en el cambio de era que vive buena parte de la provincia de Teruel.

La destrucción de estas gigantescas estructuras modifica el propio paisaje de todo el Bajo Aragón histórico, ya que podían verse en el horizonte a una gran distancia de kilómetros.

La demolición de este emblema industrial está también cargada de simbolismo para los habitantes de este territorio por el significado que esto tiene. Al margen de las espectacularidad de los imágenes, representa un último adiós a una forma de vida en torno al carbón que ya ha dejado de existir sin que todavía se haya materializado hasta la fecha la prometida transición justa hacia una nueva economía.

De ahí, los sentimientos de nostalgia, resignación y una cierta tristeza que se observan entre quienes pueblan estas tierras, pero también hay un halo de esperanza cada vez mayor al empezar a vislumbrarse inversiones empresariales de calada que puede significar una oportunidad de prosperidad.

Aún queda en pie el otro gran símbolo de la central, la chimenea de 343 metros, considerada la segunda edificación más alta de toda España, cuyo derribo se prevé llevar a cabo a principios de 2022. 

Todo ha salido según lo previsto. Con puntualidad, a las 11.30 horas se ha accionado los explosivos tras una cuenta atrás de diez segundos y pronunciada con acento italiano, país de origen del grupo Enel, propietario de Endesa.

La función de las torres

Las tres torres, de forma hiperboloide, son idénticas en sus medidas y características geométricas, con 83 metros de diámetro en su base y 50,7 en la coronación. Fueron construidas entre 1978 y 1979 en hormigón y cada una de ellas tenía un peso de 12.577 toneladas. Eran el componente fundamental del ciclo de producción de vapor que movía las turbinas para generar electricidad. Su función consistía en enfriar el agua caliente proveniente de los condensadores de los grupos de producción de energía.

La voladura ha sido también un hito desde el punto de vista técnico, siendo la primera que se hace en España de tres torres a la vez. En este sentido, para la realización de esta actuación se había diseñado un exhaustivo procedimiento con el objetivo de garantizar unas condiciones absolutas de seguridad y efectividad.

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Previamente se han llevado a cabo trabajos de preparación y descontaminación, con la retirada de 6.000 toneladas de amianto alojadas en su interior y de aislamientos (descalorifugado), unas tareas que se han realizado siguiendo los estrictos procesos establecidos en la normativa aplicable sobre estos residuos peligrosos.

El proyecto de desmantelamiento y demolición de la térmica inició los trabajos en campo el 25 de febrero de 2021. Se trata de una operación de gran complejidad técnica que está movilizando ingentes recursos. Las obras tienen un presupuesto de 60 millones y darán empleo a 140 trabajadores de media hasta 2025.