CRISIS ENERGÉTICA

La subida del gasoil se come las ayudas al transporte

  • El sector ve insuficiente la rebaja del combustible del Gobierno tras duplicarse las tarifas en un año

  • Reclama que el sobrecoste se traslade al precio de venta

Un hombre echa gasolina a su vehículo en una estación de servicio

Un hombre echa gasolina a su vehículo en una estación de servicio

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Néstor Villamor

El sector del transporte por carretera lleva meses viendo cómo se multiplican los costes de su actividad sin que, por el momento, haya ninguna medida por parte del Gobierno que satisfaga sus necesidades. Así lo han trasladado a FARO DE VIGO, diario que pertenece al mismo grupo que este medio, distintas fuentes del gremio, que aseguran que han visto cómo, desde el año pasado, se ha duplicado el precio del combustible, que supone cerca del 40% de sus costes totales. Quien pone esta cifra sobre la mesa es Ramón Alonso, presidente de la Federación Gallega de Transporte de Mercancías (Fegatramer). “Hace un mes ya estábamos a tope y ahora estamos peor aún”, lamenta, “estamos absorbidos por las continuas subidas”.

En la misma línea se pronuncia el presidente de la Cooperativa de Armadores de Pesca del Puerto de Vigo (ARVI), Javier Touza. Aunque dice notar el sobrecoste principalmente en el transporte marítimo, coincide en que el terrestre también se ve afectado, en lo que supone la gestación de una suerte de tormenta perfecta para el sector. El encarecimiento del gasóleo y la gasolina se nota “especialmente”, cuenta a FARO, en el transporte del pescado fresco. En los caladeros del Gran Sol, por ejemplo, los barcos descargan el producto en Irlanda y, una vez llega al Reino Unido, se traslada en camión a Vigo, desde donde se distribuye a distintos puntos de España .

Ese trayecto entre Gran Bretaña y Galicia se ha encarecido “por lo menos” un 10% en lo que va de año y “cerca de un 30%” en los últimos 12 meses. El caso de los armadores es doblemente delicado, ya que su intrínseca dependencia del transporte marítimo hace que el sector esté ya especialmente golpeado por el cerrojazo (lockdown) en el puerto de la ciudad china Shanghái, motivado por la política de COVID cero implantada en gigante asiático para hacer frente a la pandemia. Los tiempos de espera en esta megaurbe han llegado a multiplicarse por tres al pasar de cuatro a 12 días, como ya publicó este periódico.

Las fuentes del sector consultadas coinciden en valorar como insuficiente la medida del Gobierno de rebajar en 20 céntimos el litro de gasolina y gasoil. Esta rebaja se aprobó en el marco de un real decreto del 29 de marzo (y que entró en vigor el 1 de abril) que el Ejecutivo sacó adelante para paliar los efectos de la guerra de Ucrania. El Estado asume 15 céntimos, mientras que los cinco restantes corren a cargo de las petroleras.

Precios del transporte de mercancías.

/ HUGO BARREIRO

Lo que ocurre es que, al menos inicialmente, esta rebaja solo estará en vigor hasta el 30 de junio, lo que no hace sino aportar incertidumbre al sector. “No sabemos cómo vamos a estar el 1 de julio”, cuenta Alonso, quien, además, lamenta que este descuento no cubre el encarecimiento del combustible de los últimos meses. “Si te dan 20 céntimos pero te suben 22, eso no es una solución”, esgrime.

Para el presidente de Fergatramer la solución no pasa por una medida de carácter puntual, sino por hacer un seguimiento continuo del precio del barril de petróleo y tomar medidas en función de las fluctuaciones que experimente.

La rebaja de 20 céntimos tampoco convence a Touza, que sugiere otra solución distinta. “La medida que buscamos es conseguir que se puedan repercutir estos sobrecostes en el precio de venta”, asegura. “El precio es muy inelástico. Nosotros seguimos vendiendo el producto a subasta, es decir, a lo que nos paguen”. Para el presidente de ARVI, hay que replantearse la ley de la cadena alimentaria.

Además, considera que las medidas que se tomen para atajar el alza de precios de los combustibles deben ser más ambiciosas y transversales porque para la industria pesquera gallega es “vital” estar presente en todo el mundo. “Y hay aguas a las que no podemos acceder” debido al aumento de los precios, explica.

Al caso de los armadores vigueses hay que añadir, además, otro obstáculo reciente. A raíz de la huelga de camioneros, los transportistas marítimos llegaron a una serie de acuerdos con los terrestres para que estos últimos retomaran su actividad, pero estos pactos “suponen un coste añadido” sobre lo que ya venían pagando.

Con todo, este entendimiento entre ambos sectores era fundamental, ya que donde “principalmente” nota Touza el aumento es en los precios del transporte marítimo, entrelazados también con los del terrestre. “Esto es un efecto en cadena. Al subir el combustible, sube todo”, protesta.

El porte de España a Reino Unido, el más caro de Europa

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Transportar mercancía por carretera entre España y Reino Unido salió, en el primer trimestre de este año, a 2.489 euros el viaje, según el “Mapa comparativo del transporte de mercancías por carretera en Europa”, informe elaborado por la plataforma especializada Upply. Se trata del trayecto más caro de todos los recorridos entre países europeos estudiados por esta entidad. El camino opuesto, de Reino Unido a España –de gran importancia para los astilleros gallegos que trabajan en el Gran Sol– se sitúa en 1.596 euros.

El viaje de las mercancías a Francia está en los 1.525 euros e importar productos galos a nuestro país sale por 1.417 euros el trayecto. Mientras, el tráfico terrestre con Alemania (la otra ruta de nuestro país estudiada por el informe de Upply) está en 1.763 euros por viaje para las importaciones germanas y en 1.631 para las exportaciones a Berlín.