CAMPAÑA DE LA RENTA

Renta 2021-2022: ¿Es mejor realizar la declaración de forma individual o conjunta?

  • Una de las posibilidades para lograr deducciones en los impuestos a pagar es hacer la declaración conjunta con tu cónyuge, aunque no siempre sale rentable. La respuesta dependerá de los ingresos de la pareja y de su distribución, pero también de las deducciones a las que tengan derecho

Una pareja mira el ordenador.

Una pareja mira el ordenador.

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El pasado 6 de abril se abrió el plazo para presentar la declaración de la renta 2021-2022Millones de contribuyentes están llamados a rendir cuentas al fisco desde ese día hasta el 30 de junio, fecha en la que se acaba la campaña.

Una de las posibilidades para lograr deducciones en los impuestos a pagar es hacer la declaración conjunta con tu cónyuge. Las parejas tienen la opción de elegir voluntariamente si hacerla individual o conjunta, aunque muchos contribuyentes no conocen las posibilidades y posibles beneficios que pueden lograr si optan por una u otra opción. La respuesta dependerá de los ingresos de la pareja y de su distribución, pero también de las deducciones a las que tengan derecho.

Lo primero, cumplir los requisitos

Eso sí, lo primero de lo que debemos asegurarnos es si cumplimos los requisitos para hacer la declaración conjunta, ya que no todo el mundo puede acogerse a esta modalidad de IRPF. Para responder a esa pregunta de forma afirmativa, los contribuyentes deben formar parte de una unidad familiar, que puede ser aquella formada por un matrimonio no separado legalmente y sus hijos menores de edad (que no vivan de manera independiente) y los hijos mayores de edad incapacitados judicialmente; o en caso de que no exista matrimonio, la formada por un padre o una madre y los hijos convivientes que cumplan los requisitos ya mencionados.

En el caso de las parejas de hecho, solo una de las dos partes puede formar una unidad familiar con sus hijos, cuando estos cumplan los criterios citados. Algo similar ocurre con las familias monoparentales, al ser considerada como una unidad la formada por un progenitor y sus hijos.

En cualquiera de las modalidades anteriores, hay que tener en cuenta que el mínimo del contribuyente será de 5.500 euros anuales, con independencia del número de miembros que integren la unidad familiar. Con los hijos , sólo se puede hacer la declaración conjunta con los menores de 18 años. No obstante, podrás beneficiarte del mínimo por descendiente hasta los 25 años siempre que tengan rentas inferiores a 8000 €.

Elegir la forma de hacer la declaración de la renta

Los contribuyentes deben escoger una vía u otra cuando van a presentar la declaración de la Renta. Hay que recordar que una vez elegida la forma no se podrá modificarLa única opción sería presentar una nueva declaración, siempre y cuando se haga dentro del plazo establecido.

Si finalmente se opta por realizar la declaración conjunta, hay que tener en cuenta que todos los miembros de la unidad quedan sometidos al impuesto de forma conjunta y solidaria, por lo que la deuda se puede exigir a cualquiera de ellos. Por tanto, si uno de los miembros presenta la declaración individual, los restantes deberán utilizar el mismo régimen de tributación. De la misma manera, escoger una vía concreta en una campaña no implica tener que hacerlo en los años sucesivos.

Posibles ventajas

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Uno de los principales beneficios que puede haber por tributar como unidad familiar es el referido a la reducción. La cuantía puede variar en función de:

  • En la modalidad de unidad familiar compuesta por matrimonios no separados legalmente y, en caso de haberlos, sus hijos, se establece una reducción en la base imponible de 3.400 euros anuales por tributación conjunta.

  • En el caso de las unidades familiares compuestas por padre o madre no casados, viudos o separados legalmente y con hijos menores, se establece una reducción de 2.150 euros anuales.

En este sentido, uno de los aspectos que hay que tener en cuenta para decidir si se realiza la tributación conjunta es el de los ingresos. La EFPA recomienda hacerla cuando en el matrimonio hay un cónyuge que no recibe ingresos o cuando, si los recibe, son muy bajos. De esta manera, la pareja se podrá aplicar la reducción de 3.400 euros y, por ello, ahorrarse el pagar impuestos por esa cantidad. También resulta conveniente optar por esta vía cuando son familias monoparentales y los hijos no reciben rentas.