Tensiones geopolíticas

¿Cuánto gas se juega España ante la amenaza de Argelia de subirle el precio?

La vicepresidenta tercera, Teresa Ribera, apela a la “fluida” relación entre países y da por garantizado el suministro

Central de gas de Amenas (Argelia) en 2013.

Central de gas de Amenas (Argelia) en 2013. / BP/ EFE

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El giro de Pedro Sánchez en su política respecto al Sáhara Occidental y Marruecos ha generado turbulencias que amenazan el precio del gas que otro país magrebí, Argelia, suministra a la economía española. La petrolera estatal argelina Sonatrach presionó este pasado viernes con “recalcular” las tarifas que le cobra a Naturgy por la energía que esta distribuye y que llega vía gaseoducto desde el norte de África a la Península Ibérica. Un flujo de magnitud importante, pues si bien Europa tiembla ante la amenaza de Vladímir Putin de cortarles el gas si no lo pagan en rublos, la mayoría del suministro que llega a los hogares españoles proviene de territorios argelinos. 

La vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha apelado a la que considera una “fluida” relación entre países y da por garantizado el suministro, según ha declarado este sábado en una entrevista en 'El País'. "Siguen en proceso de negociación de precios con los compradores españoles y espero que lleguen a un acuerdo cuento antes", ha sostenido. No obstante, la subida extraordinaria de los precios de esta materia prima, como consecuencia de la guerra de Ucrania, es una carta negociadora a favor de los argelinos. Pero, ¿de cuánto gas hablamos cuando hablamos de Argelia?

La Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), entidad pública vinculada al Ministerio para la Transición Ecológica, actualizó la semana pasada sus estadísticas sobre el consumo y la procedencia de la energía que se consume en España. Y el peso de Argelia en materia de gas es incomparable con cualquier otro socio: el 42,8% del gas que España importó durante el último año provino de dicho país. Para ponerlo en perspectiva, Argelia es a España lo que Rusia a Alemania, de donde los germanos importan alrededor del 40% del gas que consumen. En la economía española el peso del gas ruso en las importaciones es de ‘solo’ el 8,9%.

La alternativa americana

La geopolítica en el Magreb ya provocó que el pasado 31 de octubre Argelia cortara el suministro de gas a través del gaseoducto que pasa por Marruecos y parte de esa energía que llega ahora a España lo hace por el Medgaz, una conexión subacuática que une Argelia con la costa almeriense. También por barcos conocidos como ‘metaneros’, que han ganado peso en el sistema de distribución. 

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Una ruptura logística por causas diplomáticas que coyunturalmente provocó que España basculara hacia el gas que le provee Estados Unidos, históricamente el segundo proveedor español. Su peso en el balance del último año, según los datos del Cores, fue del 14,4% del total de gas importado. No obstante, si únicamente se toma como referencia el gas comprado en enero del 2022 (últimos datos disponibles) la balanza experimenta un vuelco históricamente inédito: el 34,6% vino de Estados Unidos y el 25,4% de Argelia. 

Si el ‘sorpasso’ será puntual o ya vino para quedarse, dado el tenso triángulo geopolítico entre España, Marruecos y Argelia, dependerá, en parte, del resultado de las negociaciones que llevan meses manteniendo Naturgy y la petrolera estatal argelina Sonatrach. Un actor que puede jugar un papel relevante en esa relación es Italia, gran dependiente de gas ruso, que también está conectado con Argelia mediante el gaseoducto Transmed y que lleva meses flirteando con la idea de compensar el alimento ruso por el magrebí.