Industria pesquera

La pesca fresca gallega se desangra: más de dos millones diarios en pérdidas

  • El efecto de los paros y la parálisis de flotas dejan en blanco la jornada de subastas en lonjas | Los frigoríficos estiman las pérdidas en 20.000 euros diarios | La industria exige un “corredor alimentario” para los repartos

Dos barcos de pesca.

Dos barcos de pesca.

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Lara Graña

Es media mañana en la dársena del mercado pesquero de Vigo. Frente al bullicio habitual de un martes, solo hacen acto de presencia tres contenedores de basura y un par de furgones apagados. Ni un solo camión en las treinta bocas de carga que distribuyen miles de kilos de pescado que salen de Beiramar a todos los rincones de España. No es festivo, es guerra y miedo. “Las empresas de transporte tomaron la decisión de no circular y no hacer la distribución de la mercancía. Hoy [por ayer] no ha salido producto de aquí”. La gerente de la Asociación de Comercializadores del Puerto de Vigo (Acopevi), Marisol Landriz, fue rotunda: “Tienen miedo de los piquetes, en Andalucía ya no pudieron entregar el lunes. Ahora mismo tenemos el riesgo de que nos venga de vuelta un camión desde Granada”.

Son unos 18.000 kilos de pescado perecedero que se convertirían en pérdidas netas. Solo ayer, y solo en O Berbés, quedaron sin distribuir unas 100 toneladas de productos procedentes del caladero de Gran Sol –estaban fijadas descargas de los pesqueros 'Patricia Marta', 'Puenteareas Uno' y 'Manuel Laura'–, sin contar con especies de importación, otros caladeros, bajura o marisco. En suma, la pesca fresca gallega dejó en el dique seco un volumen de negocio de 1,5 millones de euros. Con las pérdidas de los frigoristas, la factura ronda los dos millones diarios.

Se ha producido de forma súbita una concatenación de factores que ha llevado al sector a una situación límite. En primer lugar, la escalada sin fin de los precios del gasóleo, que ha pasado de 0,44 euros de media el litro (en todo 2021) a superar los 1,15. A continuación, los amarres en cadena de flotas de cerco o artes menores, al que seguirán, como avanzó Faro, buques de caladeros de Gran Sol, Pacífico o Índico. La espita se abrió completamente esta semana, con una huelga convocada por pequeños colectivos del transporte en España. Con un bajo seguimiento en las primeras horas, fue el recrudecimiento de madrugada de la acción de los piquetes lo que dejó a los camiones en los párkings. “En un contexto de huelga las pólizas de seguros no quedan vinculadas. No te cubre un golpe, las ruedas o la carga. El riesgo de transportar mercancía es muy grande”, explica el director de Compras de Frigorífica Botana, Efrén González. La compañía, adscrita a Afripex (Asociación de Frigoríficos de Pesca Extractiva en Vigo), puede transformar 250 toneladas diarias, si es que recibe pescado.

“Ahora empezaba para nosostros la campaña de la anchoa y la xarda. El cerco no sale, y con lo demás no nos dejan trabajar”, complementa el presidente de la viguesa Frigoríficos Iberport, Manuel Fernández. “Estamos soportando pérdidas, es una ruina”. En ambos casos, como sucede con muchas compañías dependientes del sector pesquero, los acuerdos que suscriben en materia de transporte son con pymes o autónomos. “Ha pasado el porte al norte (Ondárroa) de 1.100 a 1.800 euros, lo entiendo”, abunda Fernández. También Botana ha pactado una mejora en los suyos. “¿Por qué tenemos que sufrir nosotros por lo que no están pagando las grandes distribuidoras? No todo esto tiene que arreglarlo el Gobierno. Hay multinacionales que firmaron acuerdos con empresas de transporte y ahora éstas pierden dinero. Nosotros pagamos el pato, es injusto”, lamenta su responsable de Compras.

Las fábricas echan mano de stock: “La materia prima se acabará en días”

De momento, el transporte por carretera no abandonará las campas de aparcamiento “si no disponen del refuerzo y garantía que minimice el riesgo que están padeciendo”, apuntaron desde la Cooperativa de Armadores de Vigo (Arvi) y Acopevi, que exigen “un corredor alimentario que permita el paso de transportistas con productos pesqueros frescos, que, por su condición de perecederos, tienen que ser vendidos en tiempo y forma, para evitar la ruina de los pescadores y comercializadoras”. En las factorías de elaborados la situación no es más halagüeña. “Estamos preparando planes de contingencia, porque la verdad es que estamos muy preocupados. Si esto sigue así, el fin de semana va a haber desabastecimiento y estaremos en un lío gordo”, constatan desde una de las principales referencias del sector a nivel nacional, asentada en Vigo. Su estrategia de emergencia, sustituir unas producciones por otras mientras las fábricas tienen existencias en sus propios frigoríficos, pero es cuestión de días de que se acabe la materia prima”.

En manos de Bruselas

La secretaria general de Pesca, Alicia Villauriz, ha trasladado al sector pesquero español la necesidad de abordar los efectos de la carestía del gasóleo en la flota “desde un punto de vista comunitario”. En declaraciones a los medios de comunicación tras reunirse este martes con las cofradías de pescadores y con la patronal de los armadores (Cepesca), Villauriz ha indicado que es un asunto que “afecta a toda” la flota comunitaria y “las soluciones deben abordarse desde esa perspectiva”.

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Hay “mecanismos efectivos” a aplicar a través del nuevo Fondo Europeo Marítimo de Pesca y de Acuicultura (Fempa), que permitiría compensar los costes extraordinarios ante una situación de crisis como la actual, derivada de las consecuencias de la guerra en Ucrania. En contraposición a esta estrategia, Francia o Irlanda sí han tomado medidas para rebajar el coste de los combustibles en hasta 20 céntimos por litro.

El presidente de la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), Basilio Otero, confía en que las medidas anunciadas sean puestas en marcha “lo antes posible” porque “la flota está bastante agobiada”. Por su parte, el secretario general de Cepesca, Javier Garat, ha remarcado que pasan por una situación “crítica” agravada además en las últimas horas por la huelga de transportistas. En esa línea, ha pedido al Gobierno que “intente resolver” el “problema” del transporte porque “si no, la problemática del gasóleo quedará en un segundo plano al no poder transportar el pescado”.