INFORME DE CAIXABANK

La fórmula del INE para medir el precio de luz hinchó la inflación un punto en 2021

  • La distorsión al alza del IPC supuso que se hinchara el gasto público para cubrir la revalorización de las pensiones y que se registraran mayores subidas en los alquileres de vivienda.

  • El organismo calcula hasta ahora el IPC sólo con el precio de la tarifa eléctrica regulada, que el año pasado fue la que más subió. El plan de incluir también tarifas del mercado libre ha quedado aplazado. 

Archivo - Una factura del consumo de luz, a 10 de septiembre de 2021, en Madrid (España).

Archivo - Una factura del consumo de luz, a 10 de septiembre de 2021, en Madrid (España).

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El Instituto Nacional de Estadística (INE) prepara un cambio total de cómo mide la evolución de los precios de la luz para calcular la inflación, con el objetivo de ajustar mejor sus datos al consumo real de los hogares españoles. La intención del organismo era tener listo el cambio en la medición de los precios eléctricos ya este enero, pero el plan ha quedado aplazado a la espera de conseguir que las eléctricas envíen datos más precisos para el cálculo del índice de precios al consumo (IPC).

El INE hasta ahora ha venido utilizando sólo el precio de la tarifa eléctrica regulada para calcular la inflación, a pesar de que actualmente este tipo de tarifa -denominada Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor, PVPC- sólo representa aproximadamente un 40% de todos los pequeños usuarios tras años de descensos. El objetivo del INE era que la nueva base de cálculo del IPC, aplicable desde enero, sirviera ya para dejar de medir sólo la evolución de la tarifa regulada de la electricidad e incluir también las tarifas del mercado libre, que desde hace años concentran la mayoría del mercado de pequeños consumidores.

El precio de la tarifa regulada está directamente ligado a la evolución del mercado mayorista de la electricidad, que es el que durante los últimos meses se han venido registrado subidas desorbitadas y no ha dejado de marcar máximos históricos. Los diez millones de clientes que tienen contratado el PVPC pagaron un 40% más que el año anterior como consecuencia de esas subidas del mercado mayorista que reflejaban las alzas de los precios del gas y de los derechos de emisión de CO2, y a pesar de las medidas del Gobierno de contener la subida con rebajas de impuestos y de la parte regulada de la factura.

Las tarifas del mercado libre son tradicionalmente más caras que la regulada, pero como la mayoría cuentan con un precio estable y fijo que marca la compañía eléctrica, el año pasado no reflejaron la fuerte subida del mercado mayorista (lo harán en las revisiones que realicen las eléctricas a sus clientes) y sí se beneficiaron de las rebajas del Gobierno.

Distorsión al alza

En mitad de la crisis energética y de una espiral de subidas de precios de la electricidad, el INE utilizó para calcular el IPC sólo las tarifas que más subieron, a pesar de ser ya minoritarias por número de clientes, y no las tarifas del mercado libre, que fueron las que se mantuvieron estables e incluso bajaron por las medidas del Gobierno. El resultado es que el IPC del año pasado reflejó una fuerte distorsión al alza que no reflejaba el consumo del conjunto de los hogares, sólo de una parte.

“Puede concluirse que el IPC ha estado claramente sesgado al alza en 2021 debido a esta omisión”, sostiene el servicio de estudios de CaixaBank en un informe reciente, en referencia a que no se haya estado teniendo en cuenta la evolución de las tarifas del mercado libre para calcular la evolución de la inflación. Las estimaciones de los analistas del banco apuntan a que utilizar en los cálculos tanto el PVPC como el mercado libre habría hecho que la media anual del IPC habría fuera casi un punto inferior en 2021 y que en diciembre habría estado 1,8 puntos por debajo del dato oficial.

De incorporarse los precios del mercado libre y no sólo los del mercado regulado, la inflación de diciembre no se habría situado en el 6,5%, sino que habría marcado un 4,7%; y el promedio anual de 2021 no habría sido el 3,1% con que se cerró el ejercicio oficialmente, sino un 2,2%, según las conclusiones de CaixaBank. “De hecho, aunque asumiéramos que los precios en el mercado libre fueran estables, nos saldría un promedio anual de 2,3% en 2021”, matiza.

Cuando se renueva la base de cálculo del IPC (se revisa cada cinco años y la anterior es de 2016) se actualizan también los datos del año anterior para hacerlos comparables. El INE subraya, no obstante, que se cambia la base de cálculo, pero que las variaciones del IPC registradas durante el ejercicio previo se mantienen en la serie histórica, así que la modificación no tiene impacto en los ámbitos en que se utiliza el dato de inflación de 2021 para su cálculo, como las pensiones, el alquiler de vivienda o la revalorización de salarios, por ejemplo.

Sin embargo, la distorsión al alza por la forma de cálculo del INE sí que ha supuesto que se hayan producido alzas mayores tanto en la revalorización de las pensiones o en los alquileres de vivienda ligados al IPC. El Gobierno aprobó la pasada semana la revalorización de las pensiones y la compensación por la desviación de la inflación en 2021. El alza de las pensiones contributivas fue del 2,5%, porque ése era el promedio de inflación entre diciembre de 2020 y noviembre de 2021; la revalorización de las pensiones no contributivas y las mínimas fue del 3%; y también se aprobó paga compensatoria por la subida de los precios por ese 2,5%.

En total, el incremento por esta revalorización supuso un coste para las arcas públicas de 6.500 millones de euros. La desviación del IPC detectada por CaixaBank para el conjunto de 2021 por el precio de la luz no es extrapolable para los cálculos de la revalorización de las pensiones, pero apunta a que la subida habría sido varias décimas inferior, con un coste de varios cientos de millones por debajo del asumido por la Seguridad Social. .

Aplazada la reforma

Hace una década, más del 90% de todos los clientes eléctricos se acogían a la tarifa regulada, por eso era la única medición que realizaba el INE para calcular la evolución de la inflación. Pero en los últimos años la fuga de clientes del PVPC se ha disparado y el trasvase a las tarifas del mercado libre -pese a ser normalmente más caras- ha sido masivo y ya copan casi el 61% del mercado del pequeño consumidor.

El INE ha trabajado durante meses con las grandes eléctricas para incorporar las tarifas del mercado libre al cálculo de IPC este mismo enero, pero los nuevos datos facilitados por las compañías no son suficientemente precisos para las exigencias del INE y la modificación en el cálculo se postergará unos meses. Iberdrola, Endesa y Naturgy, que concentran aún el 80% de todos los clientes, remitieron los datos correspondientes a todo 2021 y a enero con información de los precios pagados por todos los clientes con una potencia contratada inferior a los 10 kilovatios (kW).

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Desde hace semanas el INE venía advirtiendo en sus contactos con las eléctricas de un problema con la información remitida, y es que el organismo necesitaba que las compañías desagregaran los datos de contratos de hogares y los de pequeños negocios. Desde las grandes eléctricas se esgrime, no obstante, que no pueden desagregar más la información, y que no tienen forma de saber si un piso está ocupado por una familia o por un negocio como un despacho de abogados, una gestoría o un centro médico.