CRISIS ENERGÉTICA

España refuerza el suministro de gas con más barcos y ampliando el gasoducto con Argelia

  • Enagás celebra nuevas subastas extraordinarias de ‘slots’ y este invierno llegarán 145 metaneros a las plantas españolas, frente a los 86 del año pasado.

  • Naturgy y Sonatrach preparan el aumento inminente de un 25% de la capacidad de Medgaz, tras el cierre del principal gasoducto hace tres meses. 

Buque metanero de gas en Sagunto.

Buque metanero de gas en Sagunto.

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España sigue tomando medidas para reforzar el suministro de gas en pleno invierno para capear el efecto del cierre del mayor gasoducto con Argelia hace casi tres meses y con la tensión creciente entre Rusia y las potencias occidentales por Ucrania amenazando con azotar un mercado de gas ya tensionado en los últimos meses.

España activó ya antes del cierre del gasoducto un plan de choque para disparar el número de barcos que traerán gas al país y no ha dejado de reforzarlo en las últimas semanas para blindar el suministro. Enagás, el operador del sistema gasista, ha seguido celebrando subastas extraordinarias de slots para aumentar la capacidad de descarga en las plantas regasificadoras del país, con dos nuevas pujas en diciembre y en enero.

Enagás ya ha adjudicado ya 54 slots adicionales a compañías gasistas para elevar el suministro por barco tras las nuevas subastas de las últimas semanas. Para el periodo invernal -entre noviembre y marzo- la compañía ha adjudicado un total de 145 slots de descarga en las seis plantas regasificadoras del país, una cifra muy superior a los 86 barcos que llegaron el invierno pasado. Desde Enagás se apunta que se trata de una “actuación preventiva para reforzar el sistema gasista y anticiparse” a eventuales problemas que no tienen por qué producirse.

“España cuenta con una posición sólida en cuanto a la garantía de suministro y, además, la infraestructura de regasificación de la que disponemos permite el rápido acceso a gas natural licuado por barco y por tanto no hay problema de abastecimiento con fuentes muy diferentes”, subrayó la semana pasada la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera.

El cierre del gasoducto Magreb-Europa en noviembre ya ha supuesto un vuelco en las importaciones de gas que realiza España. En diciembre casi el 70% de todo el gas que llegó el país lo hizo en barco, frente a la proporción del 47% del mismo mes del año anterior, según los registros de Enagás. Argelia siguió siendo en el conjunto de 2021 el mayor exportador de gas para España, con el 42% del total, pero tras el cierre de uno de los gasoductos el país norteafricano estuvo en los últimos meses del año casi empatado con Estados Unidos como proveedor.

Desde el Gobierno y el sector gasista se insiste que el suministro está garantizado pese a la tensión con Rusia y a la pérdida de uno de los gasoductos con Argelia. , y se subraya en que la diversificación en el origen de las compras de gas natural licuado (GNL) por barco y la gran red de seis plantas regasificadoras del país, la mayor de Europa, es una fortaleza. El año pasado España importó gas por barco de catorce países diferentes, con Estados Unidos y Nigeria como principales mercados vendedores, muy por delante de Rusia o Qatar.

Rusia y el precio

La preocupación del sector y del Gobierno por la tensión militar en la frontera de Rusia y Ucrania no es tanto de suministro (Rusia concentró el 8,7% de las importaciones de gas españolas el año pasado) como el posible impacto que puede tener en el precio del gas natural en los mercados internacionales, tras un 2021 en que se marcaron máximos históricos (con hasta 180 euros por megavatio hora, MWh) y cuando aún la cotización sigue alta (ahora en el entorno de 90 euros/MWh).

“Es evidente que nos impacta la evolución que está presentando el precio del gas en un momento en que no solamente hay un incremento muy importante de la demanda por parte de los mercados asiáticos sino, efectivamente, tensiones importantes con el que todavía es el primer país de gas natural para la mayoría de países europeos”, subrayó la vicepresidenta Ribera. En los últimos meses, el encarecimiento del gas natural ha sido la causa principal de las subidas del precio de la electricidad, junto con el alza de los derechos de emisión de CO2.

Ampliar el tubo con Argelia

Argelia cerró el pasado 1 de noviembre el gasoducto Magreb-Europa (GME), que hasta entonces era la principal vía de acceso de gas por tubo del sistema español. El cerrojazo al gasoducto es consecuencia directa del choque diplomático que enfrenta a Argelia y Marruecos a cuenta del Sáhara Occidental.

Las grandes gasistas que operan en el mercado español confirman con contundencia que tienen garantizado todo su suministro, tanto a través del gasoducto Medgaz -que une directamente España y Argelia y que es el que seguirá funcionando- como con sus contratos de abastecimiento por metanero a medio y largo plazo a precio cerrado o al menos estable.

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A pesar del cerrojazo, en los últimos meses España ha obtenido garantías directas de que llegará todo el suministro de gas comprometido e incluso el Ejecutivo argelino se ha comprometido a cubrir una demanda mayor adicional si fuera necesario. El problema es que todo el gas que llega de Argelia no cabe por el único gasoducto que sigue operativo.

Según fuentes del sector, las compañías españolas mantienen acuerdos de compra de gas de en torno a 11.500 millones de metros cúbicos de gas al año. La capacidad de Medgaz -el gasoducto que seguirá funcionando- es actualmente de 8.000 millones de metros cúbicos, pero su ampliación hasta los 10.000 millones de metros cúbicos es inminente. La argelina Sonatrach (51% del capital del gasoducto) y Naturgy y el fondo Blackrock (con el 49% a través de una sociedad conjunta) mantienen que la ampliación estará lista es mismo mes, así que debería entrar en funcionamiento esta misma semana tras meses realizando pruebas.