TENSIONES PP-CEOE

Casado y Garamendi escenifican su buena relación “como John Lennon y Yoko Ono”

El líder del PP y el presidente de CEOE intercambian bromas y presumen de respeto mutuo en su primer acto conjunto en seis meses

Pablo Casado (PP) y Antonio Garamendi (CEOE) se abrazan tras participar en el VIII Foro de Innovación Turística de Hotusa.

Pablo Casado (PP) y Antonio Garamendi (CEOE) se abrazan tras participar en el VIII Foro de Innovación Turística de Hotusa. / EDUARDO PARRA

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El VIII Foro de Innovación Turística, este lunes, era algo más que una cita importante en el calendario para uno de los sectores económicos más afectados por la pandemia: era la primera ocasión en medio año para ver en el mismo escenario a Pablo Casado y Antonio Garamendi. En la vez anterior, en un curso de verano de la organización de autónomos ATA, el clima entre ambos fue gélido: Casado fue muy duro con el pacto en pensiones que el líder empresarial iba a firmar acto seguido con Gobierno y sindicatos, calificándolo ante el propio Garamendi de “grave error”. Pero esta vez, en pleno invierno, el ambiente ha sido cálido; hasta el punto de que Garamendi planteaba “hacer como John Lennon y Yoko Ono: subir a una habitación [en el hotel en el que se celebraba el acto], estar una semana y recibir a la prensa para que vieran que la relación es así [buenísima]”, una oferta en broma que Casado rechazaba gesticulando sonriente “¡no, no!”.

Así desactivaban ambos dirigentes -al menos públicamente- el conflicto que ha envenenado su relación durante buena parte de la legislatura, que ha ido escalando a medida que CEOE firmaba pactos con el Gobierno (erte, teletrabajo, riders, pensiones y, para terminar, reforma laboral), y que alcanzó su punto álgido a mediados de 2021 con unas equívocas declaraciones de Garamendi que parecían avalar los indultos a los líderes del procés, algo que sentó muy mal en el PP. Pero a la luz del tono y el contenido del acto de este lunes (un debate entre ambos líderes sobre las claves de la competitividad en el sector turístico moderado por el ex ministro Josep Piqué), esa crisis ha quedado atrás: Casado ha reconocido la labor y el papel de CEOE, y Garamendi ha criticado en varias ocasiones al Gobierno alineándose con las posiciones del PP. La cúpula de CEOE consigue así solucionar uno de los dos conflictos abiertos que, como adelantaba EL PERIÓDICO DE ESPAÑA este domingo, quiere afrontar a lo largo de esta semana; el otro, las discrepancias internas, se abordarán en la reunión de la dirección de este miércoles.

Críticas al Gobierno

El líder del PP fue el primero en intervenir, y tendió enseguida la rama de olivo: "Una de las cosas que más me alegra es con quién comparto la mesa: quiero empezar dando las gracias a Antonio Garamendi, y a todo su equipo, porque lo que han hecho ha sido defender a este sector y a todos los sectores en los momentos más complicados de las últimas décadas"; enseguida correspondía el líder empresarial, que -además de la broma de Lennon y Ono- enfatizaba que "tenemos una relación más que cordial, buenísima desde hace muchos años, hablamos de todo y con mucha confianza". Y como buena parte de las tensiones de los últimos tiempos han tenido que ver con las posiciones discrepantes de ambas organizaciones sobre la reforma laboral, apoyada por CEOE y rechazada por el PP, ambos dirigentes se esforzaron por acentuar el respeto mutuo a sus áreas de trabajo respectivas: "lo que hace la CEOE es perfectamente compatible con lo que hacemos los partidos: jamás la CEOE nos ha dado ninguna indicación sobre lo que consideraba que debíamos hacer, y jamás el Partido Popular se ha puesto en contacto con la CEOE más que para agradecerle todo lo que está haciendo por los españoles", afirmaba Casado; "ni yo le llamo a Pablo para decir lo que tiene que hacer, ni él me llama a mí para decirme lo que tengo que hacer", ratificaba Garamendi.

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En cuanto a los reproches al Gobierno, aunque no ha citado a ningún miembro del Ejecutivo el líder empresarial ha criticado la polémica de la carne suscitada a partir de las declaraciones del ministro Garzón ("no somos partidarios de las ocurrencias"), el planteamiento de la vicepresidenta Díaz de favorecer la cogestión de los trabajadores en la marcha de las empresas ("arruinaría a todos los que estamos aquí, a la economía española y a las empresas") y el mecanismo de reparto de los fondos europeos auspiciado por la vicepresidenta Calviño ("es muy difícil que las pymes accedan a la digitalización cuando te dicen que sólo te van a dar una subvención del 30%"). También ha hecho suya la reivindicación de Casado de participar en el diseño de las ayudas europeas -"el principal partido de la oposición tiene que estar, y el Gobierno le tiene que llamar"- y ha alabado las medidas adoptadas por el Gobierno popular de Madrid: "me gustan los impuestos a la madrileña", aseguraba.

En vivo contraste con la frialdad y la distancia vivida en el acto conjunto de hace seis meses, en esta ocasión el dirigente político y el empresarial han mostrado su sintonía en buena parte de sus ideas en relación con la economía en general y el turismo -que era el tema a debate- en particular: "el turismo es mucho más importante que el 12% [del PIB]; lo decía Pablo, banalizar el turismo es un error", apuntaba Garamendi; "estoy muy de acuerdo con Antonio en que el turismo es tractor de otros debates, como el de la despoblación", apostillaba Casado hacia el final del encuentro. Y precisamente al terminar el acto se produjo algo que el presidente de CEOE había vaticinado al comienzo, "una buena oportunidad para una foto": ambos se levantaron de sus sillas, en el escenario, y ante la mano tendida que le ofrecía un sonriente Casado, Garamendi le daba un abrazo.

Las recetas de Casado para el turismo: PERTE, flexibilidad laboral y bajar impuestos

El debate con el presidente de CEOE en el VIII Foro de Innovación Turística, organizado por el Grupo Hotusa, ha servido al líder de la oposición para reconciliarse con Antonio Garamendi, pero también para presentar su programa en materia de turismo. Pablo Casado ha abogado por bajar impuestos (que el IVA se reduzca temporalmente al tipo superreducido, del 4%, para el sector, además de suprimir todas las tasas turísticas y rebajar las tasas aeroportuarias), poner en marcha una campaña internacional de España como destino seguro, articular una moratoria a la hora de devolver los créditos ICO, ampliar los erte, aprobar una ley del turismo "que defienda al sector y a las empresas" y más flexibilidad laboral, en forma de 'mochila austriaca' (un fondo individual para cada trabajador en el que las empresas para las que trabaja a lo largo de su carrera depositan cantidades mensuales que pueden utilizarse en caso de despido, necesidades de formación o jubilación). También ha reclamado un PERTE (un gran plan financiado con fondos europeos) para el sector, una reclamación que también ha formulado el anfitrión del foro, el presidente del Grupo Hotusa Amancio López Seijas, y que ha contado con el apoyo -con matices- del líder de la CEOE: "siempre hemos planteado que tenía que haber un PERTE para el turismo, pero aún está pendiente la solvencia: es complicado hablar de un PERTE cuando lo primero que hay que hacer es arreglar la solvencia de las pymes", argumentaba Antonio Garamendi.