INVESTIGACIÓN DE MEDICAMENTOS

La industria farmacéutica afronta un primer semestre vital para el crecimiento

El Gobierno debe aprobar este año el Plan Estratégico del sector, que prevé unos 1.700 millones de euros en asegurar la producción en España de medicamentos esenciales

Científica en un laboratorio.

Científica en un laboratorio.

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Eduardo López Alonso

La industria farmacéutica española aguarda esperanzada que en el primer semestre de este año el Gobierno defina las líneas maestras de un plan de apoyo que consolide a España como referente mundial de los ensayos clínicos y afiance la producción en plantas locales de medicamentos esenciales. Un total de 1.700 millones de inversión están en juego.

La pandemia ha significado un empujón considerable en las aspiraciones del sector para conseguir el estatus de actividad estratégica. La inversión de la industria farmacéutica en investigación y desarrollo (I+D) de medicamentos en España superó en 2020 los 1.160 millones de euros, la segunda cifra más alta de la historia, tras el récord marcado en 2019 con 1.211 millones de euros. La última Encuesta sobre Actividades de I+D que Farmaindustria realiza entre sus asociados cada año muestra ese indicador de buena salud de un sector ahora pendiente de que el Gobierno de vía libre a sus planes de aprovechamiento de los fondos europeos para el crecimiento farmacéutico. 

El 60% de los 1.160 millones de euros destinados a la I+D de medicamentos en 2020 se dedicó a investigación clínica, esto es, más de 697 millones de euros, de los cuales casi la mitad fueron destinados a ensayos en fase III y un 38% a las llamadas fases tempranas (fases I y II), las más complicadas y costosas de estos estudios.

La memoria anual de la Aemps (agencia española del medicamento) cifró en 1.027 los ensayos clínicos autorizados en 2020, una marca histórica para el país, que apuntala la posición de referencia mundial en este ámbito. Los datos actuales son todavía mejores. Según afirmó el presidente de Farmaindustria en una comparecencia en el Congreso de los Diputados en septiembre pasado, en España hay en marcha actualmente unos 3.500 ensayos clínicos de medicamentos, en los que participan más de 130.000 pacientes. Las compañías farmacéuticas asentadas en España producen cada año por valor de 15.000 millones de euros, y en 2020 batieron el récord de volumen de exportación con casi 12.800 millones de euros.

Estas cifras suponen casi una cuarta parte de la producción y exportación de alta tecnología española y han convertido al medicamento en el cuarto producto más exportado, con el 5% del total de exportaciones españolas. "Son cifras muy significativas que demuestran que nuestro sector es estratégico para la reactivación económica y social de España, y deberá serlo para configurar nuestro modelo productivo de futuro", opinó el presidente de Farmaindustria, Juan López-Belmonte, en un reciente encuentro con directivos del sector.

Posición privilegiada

España, gracias a su eficiente sistema de salud pública, ha logrado una posición internacional privilegiada en el área de ensayos clínicos, de la mano de los principales hospitales. Las empresas farmacéuticas requieren el ensayo de nuevos medicamentos con rigor científico como base de sus estrategias de futuro y son clave para sus modelos de negocio. La patronal Farmaindustria ha reiterado en los últimos años que ven en ese campo "una oportunidad clara para atraer inversión internacional al sistema sanitario español y también una manera de dar soluciones a pacientes graves con tratamientos punteros". Un estudio del Real Instituto Elcano señalaba en 2020 que el farmacéutico es uno de los sectores que en España pueden atraer mayor inversión internacional en investigación, un ámbito en el que la industria farmacéutica invierte al año en el mundo más de 150.000 millones de euros. 

Plan de apoyo

La otra pata de las propuestas de las empresas farmacéuticas al Gobierno es un plan de apoyo a las industrias. Las 82 plantas de producción de medicamentos en España evitaron el desabastecimiento de fármacos esenciales durante los meses más duros de la pandemia y pretenden ahora consolidar su papel en este ámbito. El sector espera una respuesta del Gobierno tras presentarle una iniciativa concreta en este ámbito, el proyecto Medicamentos Esenciales y Capacidades Industriales Estratégicas para la cadena de valor de la Industria Farmacéutica Innovadora en España (MedEst). El proyecto ha logrado implicar a 40 compañías de Farmaindustria, de genéricos y de principios activos para, por un lado, aumentar las capacidades estratégicas de fabricación y así disponer de mayores garantías en el abastecimiento de medicamentos estratégicos y, por otro, mejorar la competitividad productiva de la industria farmacéutica en España a través de su capacitación en conocimiento, tecnología y digitalización. La inversión prevista sería de unos 1.700 millones de euros.

El lobi farmacéutico español aboga por fortalecer la cooperación estrecha entre Administración, centros hospitalarios públicos y privados, los profesionales sanitarios, los pacientes y las compañías farmacéuticas. La investigación clínica pasó de 460 millones de euros en 2010 a 697 millones en 2020. Y el 46% de esa inversión se canaliza a hospitales públicos y privados, fuera del ámbito estricto de las empresas farmacéuticas. Madrid y Barcelona concentran en torno al 60% de las inversiones y Farmaindustria propone que la investigación clínica se abra a hospitales de otras Comunidades Autónomas.

Ecosistema de investigación

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El Gobierno ha fijado para el primer semestre de 2022 la aprobación del Plan Estratégico de la Industria Farmacéutica a nivel nacional. Dicho plan estratégico, además de coincidir con los pilares de la estrategia farmacéutica de la UE se basará en cuatro ejes. El fomento de un ecosistema de investigación farmacológica; el reposicionamiento de medicamentos; la contribución a la creación de empleo cualificado y el fortalecimiento de la cadena de producción y suministro para eludir dependencias de Asia. Las empresas del sector reclaman que esas inversiones productivas se asienten en contratos programa estables, que aseguren los ingresos futuros tras las inversiones realizadas.

Las palancas del crecimiento

El sueño de las farmacéuticas es poder desarrollar las principales líneas de futuro del sector de la mano de la sanidad pública. La transformación digital ha definido tres palancas de crecimiento del sector: la medicina de precisión (conocidos los riesgos genéticos o personales de cada paciente adaptar las medidas terapéuticas o preventivas); el uso de datos de la vida real; y la medición de resultados en salud de las intervenciones sanitarias y sus costes asociados, lo que permite orientar la inversión a los procedimientos y tecnologías más eficientes y que más valor aportan al paciente. Dado que desarrollar un nuevo fármaco requiere como media 10 años, el sector farmacéutico insta a definir una estrategia sostenida en el tiempo, con inversión continuada en el tiempo en I+D biomédica; ayudas fiscales a la innovación; defensa de la propiedad industrial; y que los nuevos tratamientos lleguen con celeridad a los pacientes.