PERTE

Los gigantes energéticos arropan a Sánchez en plena crisis de precios de luz

Los principales ejecutivos de Endesa, Iberdrola España, Repsol, Cepsa, Acciona, Red Eléctrica o Enagás respaldan la presentación del PERTE de las energías verdes, con el que se repartirán 6.900 millones de fondos europeos

Teresa Ribera y Pedro Sánchez, durante el acto de presentación del PERTE.

Teresa Ribera y Pedro Sánchez, durante el acto de presentación del PERTE. / EUROPA PRESS

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Los grandes grupos energéticos arropan al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la puesta de largo del ‘megaproyecto’ nacional de energías verdes que contará con una inyección milmillonaria de fondos europeos. El Ejecutivo ha dado luz verde al PERTE de las energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento, que concentrará 6.900 millones de fondos públicos y movilizará otros 9.500 millones de inversiones privadas.

En plena crisis energética con los precios de electricidad y gas en máximos, y tras el choque entre Gobierno y compañías por las medidas para contener la subida del recibo de la luz y para financiar la política de impulso de transición energética, Sánchez ha conseguido unir en un acto a grandes ejecutivos de las principales compañías del sector. 

En la lista de apoyos en la presentación del PERTE de las energías verdes se encontraban el consejero delegado de Endesa, José Bogas; la consejera delegada de Iberdrola España, Ángeles Santamaría (no acudió el presidente del grupo, Ignacio Sánchez Galán); el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz; la dupla de consejeros delegados de Cepsa, el actual, Philippe Boisseau, y el que le sustituirá en enero, Maarten Wetselaar; el presidente de Acciona, José Manuel Entrecanales; la presidenta de Red Eléctrica de España, Beatriz Corredor; el presidente de Enagás, Antonio Llardén; o el máximo responsable del área de renovables de Naturgy, Jorge Barredo.

El proyecto estratégico para la recuperación y transformación económica (PERTE) de energías renovables, hidrógeno renovable y almacenamiento es el tercero de los grandes programas de inversión del Plan de Recuperación español. “Es uno de los proyectos más ilusionantes para mí”, subrayó Sánchez en la presentación, y se suma así al PERTE del vehículo eléctrico y conectado -que ya cuenta con el ok también de la Comisión Europea- y del de la salud de vanguardia. 

Objetivo: movilizar 16.300 M

El Ejecutivo pretende movilizar con el nuevo proyecto de energías verdes inversiones de más de 16.300 millones de euros y promover la creación de 280.000 empleos entre directos, indirectos e inducidos. Las inversiones públicas, singularmente financiadas con los fondos europeos del Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia, ascenderán a 6.900 millones y el sector privado aportará inversiones por otros 9.500 millones. 

España se lanza a la revolución del hidrógeno verde con el nuevo PERTE. La del hidrógeno es la rama del proyecto que más recursos concentra, con 1.555 millones de fondos públicos y otros 2.800 millones de inversión privada. Y con ello España aspira a conseguir una potencia de hidrógeno verde de 4 gigavatios (GW) de aquí a 2030, lo que supondría quedarse con el 10% del objetivo marcado por la Unión Europea en su estrategia del hidrógeno para todo el continente.

Precisamente gigantes empresariales como Iberdrola, Endesa, Naturgy, Repsol, Cepsa, Enagás o Acciona están en esta carrera por entrar en el gran negocio del hidrógeno verde (que no emite gases de efecto invernadero al ser producido con energías renovables) y cuentan con proyectos millonarios para poner en marcha plantas de producción en España. Los fondos europeos canalizados a través del PERTE pueden servir para impulsar algunos de estos proyectos. 

Con el nuevo megaproyecto del Plan de Recuperación, el Ejecutivo pretende también subvencionar aplicaciones del hidrógeno en el transporte pesado (embarcaciones, ferrocarriles, camiones y autobuses) y proyectos de electrolizadores de gran escala, impulsando clústeres de hidrógeno renovable ligados a los actuales puntos de consumo del hidrógeno de origen fósil. 

Las ayudas para el despliegue e integración de renovables contempladas en el PERTE ascienden a 765 millones, lo que permitirá movilizar otros 1.600 millones de capital privado. El objetivo es afianzar al país como potencia de renovables y consolidar su cadena valor industrial en las energías verdes.

Se busca reforzar la capacidad de fabricación de equipos y componentes asociados a las renovables, así como la sustitución de aerogeneradores antiguos por máquinas nuevas y desarrollo del biogás. A través de las convocatorias del PERTE también se subvencionarán las plataformas de ensayo de energía marinas y apoyará proyectos pilotos de éstas, y costeará la adaptación de los puertos a la energía eólica marina.

Convocatorias de 500 M en una semana

El grueso de las líneas de ayuda del Perte estarán disponibles entre 2022 y 2023, y los proyectos se ejecutarán hasta 2026. El apoyo económico del PERTE de Renovables, Hidrógeno y Almacenamiento se otorgará, con carácter general, mediante convocatorias de concurrencia competitiva para seleccionar los proyectos. El Gobierno subraya que ya hay algunos programas en marcha y que cuatro convocatorias dotadas con 500 millones acaban de superar la fase de información pública y las convocatorias se lanzarán la próxima semana, para que puedan estar resueltas en el primer trimestre de 2022.

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Una convocatoria de 250 millones de euros estará ligada al impulso de la I+D en la cadena de valor asociada al hidrógeno renovable, a nuevas líneas de ensayo para la fabricación de componentes para el hidrógeno y para prototipos de nuevos vehículos impulsados por hidrógeno. Otra convocatoria de 150 millones de euros se centrará en proyectos pioneros en hidrógeno renovable que aúnen generación, fabricación y el uso de proximidad en sectores de difícil electrificación, como el transporte pesado.

Los 100 millones restantes irán a dos convocatorias de ayudas. La primera se centrará en el almacenamiento energético y estará abierta a organismos de investigación, universidades, centros tecnológicos y empresas, mientras que la segunda servirá para proyectos piloto de comunidades energéticas vinculadas a la innovación social y la participación ciudadana.