PRECIO DE LA ENERGÍA

El regulador europeo enfría las propuestas españolas sobre la energía

La Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) considera que fijar precios máximos de gas podría poner en riesgo la seguridad de suministro

Redes de gas de Naturgy.

Redes de gas de Naturgy.

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Silvia Martínez

El informe preliminar sobre el alza de los precios de la energía y el funcionamiento del mercado eléctrico elaborado por la Agencia de Cooperación de los Reguladores de la Energía (ACER) -el definitivo se estará listo hasta abril de 2022- enfría las propuestas del Gobierno de Pedro Sánchez para atajar la crisis de precios del sector. Los expertos no ven con buenos ojos ni la idea de limitar el precio del gas o fijar un precio medio entre todas las tecnologías ni las compras centralizadas que piden algunos países, aunque admiten que merece un “análisis apropiado” la idea de expandir las reservas estratégicas.

El documento responde al encargo realizado por la Comisión Europea y los Veintisiete en la cumbre de líderes celebrada en octubre, en la que quedaron patentes las divergencias de opinión en cuanto a cómo responder a la crisis energética que vive Europa. Mientras los países del sur, como España o Francia, reclaman medidas contundentes y cambios más profundos, los países del norte, empezando por Holanda o Alemania, consideran que dado que el alza de precios será temporal son suficientes las medidas nacionales a corto plazo para apoyar a hogares y empresas vulnerables.

Y, de momento, los expertos europeos tiran más hacia el norte. El informe constata que, aunque los precios han alcanzado “niveles sin precedentes” en el Viejo continente -un 400% más caros que en abril en el caso del gas y un 200% los de la energía- el repunte es “temporal” y subrayan que los mercados de futuros auguran una “caída significativa" de los precios mayoristas del gas y la electricidad en primavera de 2022, una vez pase este invierno. 

Tope de precios

El documento, que servirá para alimentar las propuestas sobre el mercado del gas que el Ejecutivo comunitario hará en diciembre así como el nuevo debate de los líderes europeos, advierte que aunque la idea de establecer un tope de precios puede “aliviar las preocupaciones a corto plazo”, también puede poner en riesgo objetivos más amplios, como la innovación o la competencia, así como la confianza en los mercados mayoristas lo que a su vez podría llevar a una reducción del número de operadores y a precios más altos.

“Un dilema fundamental en situaciones de precios inusualmente elevados es que mientras los políticos se centran en proteger a los más vulnerables, el papel del valor de las señales de precios no debería desaparecer. Al contrario, esas señales contribuyen a conducir el deseado comportamiento. En ausencia de esas señales es probable que las opciones lleven a comportamientos menos esperados”, señala el informe de ACER que considera que este tipo de enfoque podría amenazar la seguridad de suministro a medio plazo.

Reservas estratégicas

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En cuanto al aumento de las reservas estratégicas, los expertos sostienen que aunque llevan a un mayor “stock” de gas también pueden “reducir la eficiencia del suministro” y restringir la actividad comercial de almacenamiento, lo que podría llevar “a precios finales más elevados”, por lo que requiere de “un análisis apropiado”. El informe también advierte que no está claro que las compras centralizadas de gas tengan impacto en los precios y subraya que las compras colectivas propuestas por las empresas europeas tendrían que ser suficientemente atractivas frente a la mayor demanda de los mercados de Asia que son los que están impulsando el precio al alza.

Además, los gasoductos que suministran gas a Europa no han reforzado hasta ahora el suministro por lo que consideran que “es una cuestión abierta si las compras conjuntas tendrían efecto material”. Es más, apuestan por otras medidas alternativas como una mayor armonización de las reglas del mercado. Aunque son varios los países que han reclamado también una investigación a la Comisión Europea sobre una posible manipulación de los mercados de la energía, los expertos señalan que hasta ahora no se han detectado “evidencias obvias”de una manipulación sistemática.