ENERGÍA

Casado y la polémica con la solar: no, aún no se almacena electricidad a gran escala

  • Más allá del reducido parque de pequeñas baterías en hogares y empresas, ni la tecnología es suficientemente eficiente para que sea rentable ni está aún desarrollada la regulación necesaria para el despliegue masivo del almacenamiento.

  • Ahora la capacidad total de almacenamiento del sistema eléctrico español es de unos 8 GW, pero no sirve para acumular la energía solar, sino que se trata en gran parte de hidroeléctricas de bombeo.

Pablo Casado.

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 “Aquí a la izquierda no le gusta la nuclear y no le gusta el carbón y no le gusta el gas y no le gusta la hidroeléctrica y no le gusta ahora la eólica, y se quejan de que los molinos dañan el paisaje. Claro, solo les gusta la solar. Y a mí. Pero es que anteayer a las ocho de la tarde fue el pico de consumo eléctrico. Y a las ocho de la tarde, no sé si estabais por aquí, pero no había posibilidad de que la solar emitiera. Básicamente, porque era de noche. Por tanto, es una cuestión de lógica”.

Lo dijo este fin de semana Pablo Casado, presidente del Partido Popular, durante su intervención en el Congreso del PP de Castilla-La Mancha. Desde el punto de vista estrictamente técnico y energético el comentario es una perogrullada: las plantas de energía solar no producen electricidad por la noche (horas más tarde, Casado abundó en la idea con un mensaje en Twitter). Poca sorpresa, por eso nadie -ni a izquierda ni a derecha- ha planteado nunca un sistema 100% solar. Y desde una perspectiva política, se trataba de atacar al Gobierno por su política energética y de articular un discurso relativamente diferenciador para su partido deslizando su apoyo a la energía nuclear por su estabilidad de producción.

Las declaraciones generaron un enorme revuelo en las redes sociales, que se reconvirtió en mofa contra Casado criticándole de manera generalizada no conocer que la energía solar puede ser almacenada para utilizarse en horario nocturno. En efecto, se utiliza ya la tecnología de almacenamiento para acumular los tipos de energía que sólo se puede producir en momentos concretos, con la solar como paradigma por su intermitencia evidente. Pero se utiliza sólo a pequeña escala: generalmente, en viviendas con sistemas de autoconsumo que incluyen un acumulador para consumir la energía en horas nocturnas o para gestionar su volcado a la red cuando más conviene (con baterías de apenas 3 kilovatios) o en compañías industriales (con sistemas de 250 kw).

A gran escala, como respaldo significativo del sistema eléctrico, el almacenamiento por baterías u otros sistemas similares es inexistente. Ni la tecnología es suficientemente eficiente para que sea realmente rentable ni en España está aún desarrollada la regulación necesaria para permitir su despliegue (lo estará previsiblemente entre el próximo año y 2023).

“La energía, cualquiera que sea su origen, es almacenable conceptual y tecnológicamente. Pero no económicamente. Hay baterías para almacenar energía solar u otros tipos durante dos, cuatro, seis u ocho horas. En vez de poner una caja, se ponen 400 y se almacena. Pero no hay modelo económico que lo resista. Nos llevaría a un precio de la energía aún más cara”, explica Luis Marquina, presidente de la Asociación Española de Baterías y Almacenamiento Energético (Aepibal).

La última subasta de nueva potencia renovable organizada por el Gobierno, el mes pasado, se adjudicó a un precio medio de 31 euros por megavatio hora (MWh) para la electricidad que producirán las futuras plantas verdes. Si a los más de 3.100 megavatios (MW) adjudicados se les aplicara sistemas de almacenamiento con baterías para gestionar la producción durante 2 o 4 horas el precio de esa electricidad escalaría por encima de los 50 euros MWh; y si el almacenamiento sirviera para cubrir 8 o 10 años, superaría claramente los 100 euros MWh, según las estimaciones de Aepibal. “Tecnológicamente es factible, pero no tiene ningún sentido”, sentencia Marquina.

El Gobierno ha aprobado una Estrategia de Almacenamiento Energético a largo plazo. El sistema eléctrico cuenta con una capacidad de almacenamiento de 8,3 gigavatios (GW), pero no mediante baterías (que es lo que serviría para acumular la energía producida por plantas solares), sino mediante centrales hidroeléctricas de bombeo -que permiten reutilizar el agua mediante conducciones para activarlas cuando son necesarias- y por almacenamiento térmico en centrales termosolares.

Los planes del Ministerio para la Transición Ecológica, comandado por Teresa Ribera, pasa por elevar esa capacidad de almacenamiento hasta los 20 GW en 2030 y hasta los 30 GW en 2050 para apoyar el despliegue de las renovables y hacer posible una mayor gestionabilidad del sistema eléctrico. Del total, las baterías concentrarían sólo entre 6 y 10 GW de capacidad de almacenamiento. “El modelo no está pensado para almacenar toda la producción renovable y para poder utilizarla las 24 horas. No sería eficiente. Habría un sobredimensionamiento absurdo de baterías. Sería como montar una central nuclear para iluminar un pueblo”.

El Ministerio para la Transición Ecológica, la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) y Red Eléctrica -operador del sistema eléctrico español- trabajan en la nueva regulación para impulsar el almacenamiento haciéndolo más eficiente desde un punto de vista operativo y, con ello, también desde la perspectiva económica.

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“El almacenamiento a gran escala no está operativo ni en España ni en ningún sitio. España prepara una regulación que permita que el almacenamiento sea rentable. Creemos que en 18 meses tendremos un marco regulatorio de los más avanzados”, augura el presidente de la asociación del sector de baterías y almacenamiento. “En 2023 tendremos totalmente desarrollado el corpus regulatorio”. Para ese año, la previsión del Gobierno pasa por que se inicie el desarrollo de baterías con capacidad para 600 MW, que estarían operativas probablemente en 2026.

España ha diseñado una hoja de ruta a largo plazo para llegar a un sistema eléctrico con un 74% de renovables en 2030 y del 100% verde a mitad de siglo. "Hay que desarrollar el almacenamiento, pero hoy no es una prioridad. No es una necesidad urgente. El sistema tiene una sobrecapacidad que hace que el almacenamiento no sea una necesidad urgente", sostiene uno ejecutivo del sector de la energía fotovoltaica. A la espera de la extensión de los sistemas de almacenamiento y de que haya un despliegue significativo de la generación distribuida, el sistema eléctrico español tiene capacidad de producción más que de sobra para cubrir el doble del consumo máximo jamás registrado. El país tiene una capacidad de producción de más de 110.000 MW y el pico máximo de demanda se alcanzó en 2007 con algo menos de 45.500 MW.