PENSIONES

Acuerdo Gobierno-sindicatos: las cotizaciones subirán 0,5 puntos para empresas y 0,1 para trabajadores

Los empresarios rechazan participar en el pacto argumentando que la medida es "insuficiente" y dañará al empleo

El ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, durante una rueda de prensa el pasado mes de octubre en Madrid

El ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, durante una rueda de prensa el pasado mes de octubre en Madrid / Europa Press

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Después de dos semanas de tira y afloja, en la tarde de este lunes Gobierno y sindicatos llegaban a un acuerdo sobre la fórmula con la que se apuntalará el sistema de pensiones ante la jubilación de la numerosa generación del 'baby boom': el llamado Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI). Los empresarios, por su parte, se quedan fuera al dar su "no" a subir las cotizaciones sociales en 0,6 puntos porcentuales durante los próximos diez años, la propuesta con la que se venía trabajando en los últimos días. La novedad del acuerdo entre Inclusión, UGT y CCOO está en el reparto de esas seis décimas de subida, que evidencia la influencia sindical: 0,5 puntos correrán a cargo de los empresarios y 0,1 de los trabajadores, un reparto más favorable a estos últimos del que estaba hasta entonces sobre la mesa, que era del 0,4 para la empresa y 0,2 para el empleado.

Por lo demás, la propuesta es muy parecida a la que Inclusión había elaborado desde el principio y que presentó a los agentes sociales por primera vez a comienzos de noviembre: la subida se aplicará durante 10 años, entre 2023 y 2032; los recursos así allegados se destinarán al Fondo de Reserva (la "hucha de las pensiones") para ser utilizados en caso de que las cuentas del sistema de pensiones se desequilibren, y ese desequilibrio se medirá, a partir de 2033 y con una periodicidad trienal, evaluando si las previsiones de gasto en pensiones para 2050 han superado la estimación efectuada en 2024, en ambos casos utilizando documentos acreditados por Bruselas como el Ageing Report, el análisis económico-demográfico de la Comisión Europea.

Si no hay desvío, el dinero acumulado podrá utilizarse para subir las pensiones o rebajar cotizaciones sociales; pero si se produce desequilibrio, se recurrirá primero al dinero de la "hucha" para tratar de compensarlo, y si no es suficiente (o los recursos se agotan) se estudiarán con los agentes sociales y con la Cortes nuevas medidas de recorte de gasto o de aumento de ingresos. Esas posibles medidas no podrán extenderse más allá de 2060, y no podrán superar el 0,8% del PIB.

Alegría sindical

Los sindicatos han celebrado el pacto: "conseguimos que las pensiones no se bajen, que no aumente la edad de jubilación, y sobre todo asegurar el futuro", aseguraba el líder de UGT, Pepe Álvarez, tras hacerse público el acuerdo. El Secretario General de CCOO, Unai Sordo, se ha felicitado de "un éxito sindical indiscutible", porque "la propuesta era que el reto de las pensiones no se afrontase desde el recorte sino desde la mejora de ingresos de la Seguridad Social, y eso es lo que hemos logrado".

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Por su parte, CEOE se descolgaba el lunes por la mañana de un posible acuerdo después de que su máximo órgano directivo, el Comité Ejecutivo, decidiese rechazar en una reunión de urgencia la subida de cotizaciones propuesta por el Gobierno. Para la patronal, la medida "es insuficiente" y "no garantiza el equilibrio del sistema", además de que "tiene efectos negativos sobre el empleo", según han valorado en un comunicado. "No es el momento de aumentar los costes empresariales y poner en riesgo la recuperación al erosionar la productividad y la competitividad de las empresas", aseguran.

El compromiso de tener el MEI listo para el 15 de noviembre formaba parte del acuerdo sobre pensiones firmado por sindicatos, patronales y Gobierno el pasado 1 de julio, en el que -entre otras cosas- se pactaba revalorizar las pensiones anualmente según el IPC e incentivos para la jubilación demorada voluntaria. Ese acuerdo se convirtió en el Proyecto de Ley de garantía del poder adquisitivo de las pensiones, actualmente en tramitación parlamentaria, y el MEI se incorporará ahora a este texto vía enmienda. La fórmula recién acordada remplazará al Factor de Sostenibilidad, aprobado por el Gobierno Rajoy en 2013 aunque todavía no ha entrado en vigor, y que tendría como efecto la reducción de la prestación inicial de los nuevos pensionistas en función del aumento de la esperanza de vida.

Las cifras de Escrivá: 10 euros al mes para las empresas, 50.000 millones para la hucha

Según los cálculos del ministro de Inclusión, José Luis Escrivá, el coste para empresas y trabajadores de la subida de cotizaciones acordada con los sindicatos "no llega a 10 euros al mes para las empresas, ni a 2 euros al mes para los trabajadores" teniendo en cuenta una base de cotización media, de 2.000 euros al mes. Para la hucha de las pensiones, los ingresos serían notables: en 2032, al cabo de los diez años que duraría el aumento, el Fondo de Reserva contaría "con 50.000 millones de euros de colchón financiero", según el ministro (a lo recaudado de empresas y trabajadores, habría que sumarle los rendimientos que generan esos recursos, que se invierten en deuda pública, y los 2.000 millones con los que ya cuenta en este momento la hucha de las pensiones). En cuanto a los posibles efectos negativos sobre la competitividad de la subida de cotizaciones que temen los empresarios, Escrivá los descarta: "El peso de las cotizaciones sociales sobre el PIB es del 14%, frente al 19% de Alemania o al 17% de Francia; estamos 3 o 4 puntos por debajo de la media europea. En el caso de los costes laborales, están en 21 euros por hora trabajada, y la media de la UE está en 25-26. Hay margen para una subida sin perder competitividad, sobre todo para si es tan pequeña como ésta", concluía el ministro.