MERCADO DE TRABAJO

La mesa de reforma laboral busca recuperar la confianza tras la crisis en el Gobierno

  • EL PERIÓDICO DE ESPAÑA reconstruye la primera sesión de la negociación tras el final del conflicto Calviño-Díaz

  • Sindicatos, empresarios y Ejecutivo retoman las conversaciones con la incorporación de dos altos cargos de Economía e Inclusión

  • Los agentes sociales piden respeto para los trabajos de la mesa

Los negociadores de Gobierno, sindicatos y patronales, antes de comenzar la reunión sobre reforma laboral de hace dos semanas

Los negociadores de Gobierno, sindicatos y patronales, antes de comenzar la reunión sobre reforma laboral de hace dos semanas / Ministerio de Trabajo

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Miércoles: el día en el que se celebra la mesa de negociación sobre reforma laboral entre sindicatos, patronales y Trabajo. Esto ha sido así desde el pasado 17 marzo, quitando vacaciones o algún conflicto de agenda que obligase a mover la cita de día. Hasta ayer. Este miércoles, día 3 de noviembre, en el vigesimotercer encuentro, la composición de los interlocutores cambió, con dos nuevas incorporaciones procedentes de los ministerios de Inclusión y Economía; uno de los efectos del pacto alcanzado en el seno del Gobierno para sumar a representantes de otros departamentos en la fase final de las conversaciones. Los "nuevos" no se hicieron notar demasiado, según fuentes conocedoras del encuentro: ni el Director General de Ordenación de la Seguridad Social ni la Directora General de Política Económica participaron activamente en el debate, y se limitaron a observar.

Pero la reciente crisis de Gobierno por el control de la reforma laboral que ha convulsionado la coalición en las últimas dos semanas se dejó notar más allá del aumento en el número de participantes. Según algunos de los asistentes al encuentro consultados por este periódico, en los compases iniciales de la reunión los agentes sociales manifestaron su descontento con todo el episodio: "desde los sindicatos se planteó que no se puede someter al diálogo social a esta exposición mediática, que parece que lo cuestiona; y los empresarios expresaron la necesidad de retomar la normalidad", dice una de las fuentes; "se abogó por retirar la negociación de los focos, del escaparate público". Otro de los presentes agrega que lo que traslucía era "una cierta incomprensión con la nueva configuración de la mesa, que lleva mucho tiempo funcionando en un clima de confianza recíproca. Habrá que esperar a que se asiente el nuevo escenario", aseveraba.

Temporalidad

Por lo demás, dicen todas las partes, la dinámica negociadora consolidada durante meses se ha impuesto y la reunión se ha parecido bastante a los 22 encuentros anteriores: ha sido "áspera en algunos momentos; a veces parece que se progresa poco y en otras ocasiones se avanzaba algo más", según uno de los asistentes. El encuentro, que ha durado casi tres horas, se ha dedicado en exclusiva a la temporalidad y ha terminado con el compromiso del Gobierno de estudiar dos cambios: una alternativa a su propuesta de limitar la eventualidad al 15% de la plantilla total de las empresas, y una nueva denominación para los contratos por causas productivas y por causas organizativas. En el primer caso, porque la patronal no quiere que se imponga ese porcentaje, ni que sea igual para todas las empresas de todos los sectores; en el segundo caso, la objeción es de los sindicatos, que creen que la denominación de esos contratos se parece demasiado a la de las causas del despido reguladas en el artículo 51 del Estatuto de los Trabajadores.

El diálogo sobre temporalidad no sólo da continuidad a los trabajos acometidos hasta ahora, dicen las fuentes consultadas; también se trata de avanzar en la materia de más alcance de todas las que está abordando la mesa de diálogo. Los demás aspectos o bien han sido tratados ya en profundidad (como todo lo relativo a la negociación colectiva y la subcontratación) o bien son menos cruciales para cambiar la naturaleza del mercado de trabajo en España (es el caso de la formación). Otros dos aspectos también se mantienen como antes de la crisis en el seno del Gobierno, según todos los consultados: el acervo negociador (se sigue usando como referencia el documento compilado a mediados del mes pasado por el ministerio de Trabajo, que recapitulaba lo dialogado hasta entonces) y la voluntad de consenso; hay unanimidad en que no se pierde el ánimo por llegar a un acuerdo tripartito: "será difícil, pero la predisposición está", resume uno de los asistentes.

Mesas técnicas

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Además de la mesa de negociación, en las dos últimas jornadas se han celebrado también encuentros entre los Secretarios de Estado directamente implicados (Empleo, Economía, Hacienda y Seguridad Social) para perfilar la posición del Gobierno. Fuentes conocedoras de estas reuniones dicen que en este caso de lo que se debate es de los contenidos que implican a más de un departamento (por ejemplo, la financiación del futuro mecanismo que sustituirá a los ERTE, o las exenciones a las cotizaciones sociales que recibirán las empresas que se acojan a esta nueva fórmula), y que su contenido es eminentemente técnico. El ritmo de trabajo es por lo tanto distinto al de la mesa negociadora, porque se trata de dejar las diferentes materias bien preparadas para cuando se lleven ante sindicatos y patronales.

Estos trabajos de coordinación interna, matizan desde el Gobierno, ya se daban antes de la crisis interna entre los departamentos de Trabajo y Economía de las últimas semanas, pero al agendarlas y solemnizarlas con la presencia de los altos responsables ministeriales se ha tratado de realzar la unidad de acción en el seno del Ejecutivo. El desafío ahora, señala uno de los participantes, es que estas nuevas reuniones y la dinámica de trabajo de la mesa ampliada con nuevos participantes no retarden el diálogo, que debería estar concluido -según las últimas estimaciones del Ejecutivo- antes del puente de la Constitución, a principios de diciembre.