Plantas heredadas de Saeta Yield (ACS y GIP)

Brookfield refinanciará la deuda de 1.000 millones de sus termosolares en España

El fondo canadiense estudia las diferentes opciones para mejorar la situación financiera de estos activos, que suman 350 MW, de cara a su venta el próximo año

Planta termosolar

Planta termosolar / EFE.

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 Brookfield quiere maximizar el valor de su negocio termosolar en España de cara a vender estas instalaciones el próximo año. Según han confirmado diferentes fuentes financieras a EL PERIÓDICO DE ESPAÑA, el fondo canadiense trabaja con el Santander para refinanciar los 1.000 millones de deuda que sumaban estas plantas termoeléctricas. Para ello, sondea diferentes opciones que irían desde una emisión de bonos verdes a la entrada de un inversor institucional que les ofreciera unas mejores condiciones de financiación, aunque la primera opción es la menos probable, según indican las mismas fuentes. En total, el negocio termosolar de Brookfield suma siete plantas con una potencia conjunta de 350 MW. La primera parte de este proceso la realizó el pasado mes de julio y ahora el fondo trabaja con la entidad cántabra para refinanciar la deuda de otras tres termosolares por unos 600 millones de euros. Brookfield se hizo con estas instalaciones como resultado de la OPA que lanzó en febrero del año 2018 por el 100% de Saeta Yield, el negocio de renovables que compartía ACS junto al fondo estadounidense GIP.

Una vez concluya con éxito esta renegociación de la deuda, el objetivo del fondo canadiense pasa por vender esta cartera de activos termosolares, ubicada entre Badajoz y Ciudad Real, operación que ya intentó el pasado año junto a Bank of America y Santander. En aquel momento, el fondo español Q-Energy, que iba en consorcio con Caisse de Dépot et Placement du Québec (CDPQ), llegó a mantener negociaciones muy avanzadas con Brookfield, pero finalmente no llegó a buen puerto ante la retirada de la financiación que iba a aportar CDPQ. Entonces, se planteó la posibilidad de trocear la cartera, algo que no acabó de convencer al resto de inversores interesados en estos activos. En aquel momento, esta cartera de Brookfield llegó a estar valorada en torno a 1.400 millones (capital más deuda). Fuera del perímetro de la transacción quedaba todo el negocio eólico que Saeta Yield tenía en España, Portugal y Uruguay.

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Ahora, esta refinanciación se produce en un momento de máximo apetito inversor por la industria de las renovables en España. En concreto, las plantas termosolares aprovechan el calor del sol para producir energía limpia a gran escala, siendo una de las tecnologías con más potencial de desarrollo, según los expertos. Esto se debe a que, a diferencia de otras como la eólica y la fotovoltaica, la termosolar tiene un almacenamiento energético de bajo coste. Sin embargo, este tipo de instalaciones tienen una gran deuda asociada a la financiación de proyecto, pues esta tecnología es más cara y más compleja que otras como la fotovoltaica. En este contexto, más allá de la transacción de Brookfield, son muchos los inversores institucionales interesados en participar en la financiación de este tipo de plantas, que ofrecen una rentabilidad más alta que otros activos tradicionales. Así, cada vez se amplía el perfil de interesados hacia aseguradoras, fondos de pensiones o fondos especializados en el ámbito de las infraestructuras. De hecho, recientemente se han cerrado refinanciaciones similares de otros conocidos inversores de termosolares en España: Q-Energy y Cubico.

¿Quién controla las termosolares en España?

En este sentido, hay tres fondos que controlan el mapa termoeléctrico en el país: el español Q-Energy, Cubico (el antiguo fondo de renovables del Santander que hoy solo controlan los canadienses PSP Investment y Ontario Teachers Pension Plan) y el británico ContourGlobal. El primero ha realizado importantes adquisiciones en el último año a conocidas compañías españolas como Ence, a quien compró su planta de Torrellano (Ciudad Real) de 50MW; a TSK, a quien adquirió la termosolar La Africana, con capacidad para 50MW; o a Sener y Masdar, que le vendieron la central de Torresol de 120MW, que acaba de refinanciar. Por su parte, Cubico se hizo famoso en España al comprar T-Solar, el antiguo negocio de generación solar de Isolux. De hecho, fue uno de los nombres que sonó a finales del pasado año para comprar las termosolares de Brookfield, pero descartó participar en el proceso al tener que integrar su plataforma de renovables en España tras la adquisición de T-Solar, que sumaba 500 MW en España y más de 250 MW en Italia. ContourGlobal ha sido otro de los inversores tradicionales en termoeléctricas en España, protagonizando una importante transacción a principios de 2018: la compra del negocio termosolar de Acciona por 1.093 millones de euros. Apenas unos meses más tarde monetizó parte de su inversión vendiendo el 49% a un fondo de infraestructuras de Credit Suisse.  

Brookfield y Saeta Yield

 Estas termosolares tienen su origen en la antigua Saeta Yield, la compañía que fundó ACS en 2014 para segregar todos sus activos de renovables y que apenas un año más tarde colocó en bolsa, convirtiéndose en una de las primeras yieldco que cotizó en Europa. Este tipo de sociedades se puso muy de moda en 2015, cuando se convirtieron en una fuente valiosa de financiación para empresas que sacaban a cotizar filiales que tenían activos operativos a cambio de importantes dividendos y eliminando buena parte de los riesgos de la industria de las renovables. La propia Brookfield realizó una operación de estas características con su vehículo Terraform, con el que lanzó una OPA a principios de 2018 sobre Saeta Yield. El fondo canadiense desembolsó por todo este negocio, que después excluyó de bolsa, en torno a 1.200 millones de euros. En aquel momento, la filial de renovables de ACS y GIP contaba con 1.028 MW en activos reales, que amplió a finales de 2019 con la adquisición de otras dos plantas termosolares al estadounidense CSP con 50 MW.  

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