FRACTURA EN EL GOBIERNO

Garamendi pide "huir de la radicalidad" en la reforma laboral y avisa: "Somos libres para no estar de acuerdo"

El líder de los empresarios no toma partido en la disputa interna del Gobierno: "es más complejo que la guerra entre dos ministras"

El líder del Partido Popular, Pablo Casado (i), conversa con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi

El líder del Partido Popular, Pablo Casado (i), conversa con el presidente de la CEOE, Antonio Garamendi / EFE/ Fernando Alvarado

2
Se lee en minutos

El líder de los empresarios, Antonio Garamendi, ha asegurado este miércoles que los empresarios van a negociar la reforma "hasta el final" y sin líneas rojas: "rojo, rojo, nosotros... sólo las rayas de la camiseta del Athletic de Bilbao", bromeaba en un desayuno informativo en el que participaba como ponente. Pero aunque asegura que no hay temas vedados, el presidente de CEOE ha defendido que la reforma laboral de 2012 ha sido una legislación útil para reducir el paro y ha dejado claro que algunas de las propuestas que el Gobierno ha puesto sobre la mesa no les convencen, como las referidas a temporalidad o convenios.

Sobre el conflicto abierto en el seno del Gobierno por el control de las negociaciones, Garamendi no ha tomado partido: "Esto es más complejo que hablar de la guerra de dos ministras, o qué va a pasar hoy o mañana; se trata de ver entre todos cómo mejoramos la economía". "No voy a entrar en el juego de si quiero más a papá o a mamá; hemos llegado a acuerdos con Yolanda Díaz, con Nadia Calviño, con Escrivá (con el que hemos tenido peleas sonoras)...". Eso sí, ha reclamado una voz única en la negociación: "El Gobierno es uno, no son dos ni tres, y nosotros nos sentamos con el Gobierno. Ellos sabrán, ellos darán sus explicaciones".

Sin radicalidad

Sobre la posición de la patronal en la recta final de la negociación, Garamendi ha enfatizado que en la patronal "somos libres para decir que no estamos de acuerdo", lo que no significa que tengan derecho de veto: "se ha demostrado con el SMI", apuntaba, que se aprobó a pesar de la negativa de CEOE. Para Garamendi, la clave para conseguir un pacto es la discreción ("no vamos a entrar en diálogos que no vienen a cuento, sobre todo públicos: los debate se hacen en la mesa"), y "abstraerse de la radicalidad, en la centralidad nos van a encontrar". "Tenemos muchas dificultades para llegar a acuerdos, pero llevamos 40 años haciéndolo", y ha puesto como ejemplo algunos pactos recientes, como el del teletrabajo o la ley rider.

Noticias relacionadas

Garamendi ha procurado apuntalar la posición de CEOE en la reforma laboral con argumentos internacionales: "nosotros estamos donde está Europa, y Europa está en bajar la temporalidad; pero eso no es un papel en el que se diga que la temporalidad vaya al 15%" en alusión a una de las últimas propuestas del Gobierno. "Europa también pide que hablemos de los jóvenes, el paro está en el 35%"; y remataba: "A los inversores internacionales les preocupa mucho más la reforma laboral que los fondos europeos, y por eso es tan importante que lleguemos a acuerdos razonables".

Ausencia de ministros

Preguntado hacia el final de su intervención por si le molestaba que ningún ministro asistiese a su conferencia, Garamendi recuperó el tono jocoso: "no me preocupa nada, porque estoy con ellos todos los días. Si atendiéramos a todos los desayunos que se hacen ¡dejaríamos de trabajar! Es más, me preocuparía muchísimo que todos los miembros del Gobierno estuviesen sentados aquí. Diría '¡id a currar, que es lo que hace falta ahora!'" Sí asistieron al acto personalidades como el Secretario de Estado de Empleo, Joaquín Pérez Rey (el principal negociador del Gobierno en la reforma laboral), el Secretario General de CCOO, Unai Sordo, o el líder de la oposición, Pablo Casado.