ENERGÍA

Iberdrola y Endesa plantan al Gobierno y no acuden a la subasta para impulsar nuevas renovables

Forestalia se lleva más del 25% de los 3.300 megavatios de la puja

 Edificio de la sede de Iberdrola en Madrid.

 Edificio de la sede de Iberdrola en Madrid. / EUROPA PRESS

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Pulso de las eléctricas al Gobierno. Iberdrola ha descartado participar en la subasta renovable que se ha celebrado este martes por la "incertidumbre regulatoria" que genera el real decreto que recorta los beneficios de las compañías por el alza del gas y que le ha hecho "replantearse" sus inversiones en el país, según han confirmado fuentes de la empresa. Tampoco ha participado Endesa, que había anunciado que acudiría, pero argumenta que la norma les obliga a subastar parte de su energía a otras comercializadoras e industria que ya tenía vendida y prefiere centrarse en construir nuevos proyectos para suministrar energía a sus propios clientes.

El concurso que licitaba 3.300 megavatios de capacidad renovable se ha saldado a un precio medio de 29 euros el megavatio en el caso de la fotovoltaica y de 34 euros en el caso de la eólica, según confirman fuentes del sector y a falta de conocer los resultados oficiales que debe de validar la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Las compañías que dirigen Ignacio Sánchez-Galán y José Bogas mantiene su guerra con el ministerio que comanda la vicepresidenta Teresa Ribera tras la polémica generada en los últimos días en el sector después del 'hachazo' del Gobierno por la subida del precio del gas. No ha ocurrido lo mismo con Naturgy, la tercera de las grandes eléctricas, que sí ha participado en la puja y se ha adjudicado 221 megavatios.

Tampoco han participado otros grandes grupos, habituales de estos concursos, como Greenalia o Acciona, en el caso de esta última por cuestiones de calendario, pero nada que ver con el decreto del Gobierno, según explican fuentes del sector.

Quien sí se ha presentado este martes a la puja es un viejo conocido del sector. Forestalia, el grupo aragonés que arrasó en las subastas organizadas en 2016 y 2017 con el anterior Gobierno de Mariano Rajoy, ha vuelto a irrumpir con fuerza en la segunda subasta renovable de este año, bajo la batuta del ministerio que comanda la vicepresidenta Teresa Ribera. La compañía se ha hecho con el 25% de los 3.300 megavatios de la puja, según confirman fuentes del sector.

La puja de este martes preveía una reserva de 1.500 megavatios para eólica terrestre, otra de 700 megavatios para fotovoltaica y otra de carácter neutra de 200 megavatios. Además, destaca como novedad la reserva de 600 megavatios para plantas eólicas o fotovoltaicas ya en avanzado estado de tramitación, que tendrán que estar construidas en un plazo de ocho meses desde la adjudicación de la retribución regulada, de modo que tengan impacto antes del verano de 2022. El resto de la potencia contará igualmente con plazos inferiores a los de la primera subasta; concretamente, con 20 meses para la tecnología fotovoltaica y 32 meses para la eólica

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Otra de las novedades es la entrada por primera vez de la participación ciudadana con la reserva de 300 megavatios para sistemas solares distribuidos dirigidos a instalaciones fotovoltaicas pequeñas (menores o iguales a 5 megavatios), con fuerte carácter local, y en la adjudicación se tendrán en cuenta elementos como la población próxima al emplazamiento o la participación ciudadana en las instalaciones.

Esta es la segunda subasta que organiza el ministerio que comanda la vicepresidenta Teresa Ribera --en enero de este año se organizó la primera subasta desde 2017-- y se caracteriza por un diseño muy diferente al anterior con reservas de potencia por tecnologías. Además, se rige por el sistema 'pay as bid' en el que se paga el precio que pide cada inversor y noel precio marginal como ocurría con el sistema anterior diseñado por el ministro Álvaro Nadal.